miércoles, 19 de enero de 2011

Día XCII

Son las cuatro y media de la tarde de este miércoles diecinueve de enero cuando comienzo a escribir el Blog. Hoy el día ha amanecido nublado, y así sigue a estas horas, pero al menos las nubes de momento no nos están dejando lluvia. Ayer ya tuvimos bastante. En realidad creo que no me importaría si no lloviera en lo que queda de mes. Complicado deseo para que se cumpla teniendo en cuenta que vivo en Asturias. Mi inigualable Asturias.

Esta mañana la he pasado como sabéis por el hospital de donde he vuelto pasadas las tres y cuarto, así que podemos decir que he tenido una buena ración de hospital. Me consuela saber que hasta el viernes no tengo que volver. No os podéis imaginar cómo está aquello con gente tosiendo por todas partes. La gripe se propaga como lo que es: un virus extremadamente contagioso. Además este año por lo que me han comentado los propios médicos ataca con especial virulencia. A veces pienso –reconozco que ahora más porque soy parte interesada, muy interesada- lo poco concienciados que estamos con el tema. En otros países creo que en ese sentido son más responsables a la hora de evitar el contacto con otras personas si piensan que pueden transmitirles algo. Pero aquí tenemos otra cultura. ¿Alguien se va a quedar en casa por una gripe y no ir por ejemplo a trabajar? Estaría mal visto. ¿Qué diría el jefe? ¿Qué dirían sus compañeros? En fin, que sé que no voy a cambiar el mundo que me rodea. Quizás lo que sí haga un día es llevarme una caja de mascarillas y repartirlas a todo el que vea toser. No estaría mal como campaña de prevención.

Bueno, vamos a lo que importa. La analítica de esta mañana por una parte muestra que las plaquetas siguen reacias a aumentar en número, pero puedo estar satisfecho de que al menos tampoco descienden. Los neutrófilos que se habían visto diezmados por la acción del medicamento en este caso se han mantenido, e incluso han experimentado un ligero incremento. Se ve que son luchadores y no se dejan vencer fácilmente; casi tanto como yo al Parchís, que sigo encadenando derrota tras derrota. Así que por el momento no voy a necesitar nuevas inyecciones de Neupogen. Y para el final he dejado lo mejor: la hemoglobina. El lunes si recordáis ya había subido casi un punto con respecto al viernes anterior, situándose por primera vez en mucho tiempo por encima de los nueve puntos; pues bien, hoy roza los diez puntos.

Hemos aprovechado además para echarle un ojo a mis niveles de triglicéridos y colesterol, más que nada por los excesos a los que últimamente estoy sucumbiendo, en forma de dulces y buenas comidas. Ha sido un alivio conocer así que están en niveles dentro de la normalidad –mejor el colesterol que los triglicéridos-, lo que he celebrado dando cuenta de unos bombones después de la comida.

Por otro lado hemos hablado de la posibilidad de que más avanzado el tratamiento, puedan probar a inyectarme el medicamento por vía subcutánea, lo que hasta hace no mucho todavía no estaba aprobado. Esto me permitiría acortar enormemente mi estancia en el Hospital de Día. De todas formas es algo que todavía tienen que valorar y no sería hasta que no disminuyamos la cantidad de corticoide que ahora mismo me están administrando en la premedicación, que de esta forma, podría pasar también a ser oral en lugar de por vía venosa como hasta ahora.

Del tratamiento en sí, poco que contar hoy. Todo ha ido sin problemas, como de costumbre. Para pasar el rato he dado por concluida la serie de películas de la saga Crepúsculo viendo la última, Eclipse. Al final le he cogido cariño a tanto vampiro y hombre lobo y espero con intriga el desenlace de la historia. Quizás no logre aguantarme y me compre el libro antes de que estrenen la película. Amanecer debería titularse.

Y ahora lo que toca es prepararme un té y pasar la tarde tranquilamente. Os envío un fuerte abrazo, garantizado al cien por cien libre de virus… ”y mañana más”.

2 comentarios:

  1. fantastico LIGABUE é anche VASCO ROSSI eh?
    me he puesto al dia de tu blog hoy que yo he tenido mi sesión de oviedo y quimio tambien...
    forza fili per te é anche per me...

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  2. Amanecer no está mal... :) Yo los leí en este orden: primero Crepusculo. Luego vi las tres películas. Después compré el libro Amaneces y me lo leí. Y finalmente empecé toda la saga entera, leyendo los tres primeros libros. Me queda una relectura final de Amancer. ¿Por qué? Pues porque no tengo la cabeza para lecturas difíciles y al final uno se engancha a lo que le entretiene pero con un punto especial. Y hay algo especial en esta saga al margen de lo comercial y profundamente adolescente.
    Ahora estoy con el violín del diablo, un libro muy entretenido. Los de Moccia tengo ganas de leerlos, pero nunca lo he intentado porque los veía demasiado adolescentes, aunque si han pasado tu filtro, seguro que puedo con ellos. jejejeejejje. Besotes.

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