jueves, 6 de enero de 2011

Día LXXIX

Son poco más de las diez y media de la mañana de este Día de Reyes cuando comienzo a escribir el Blog. Hoy hemos madrugado un poco más de lo habitual porque la verdad es que me pasé la noche un poco nervioso pensando en si los Reyes se habrían acordado de pasar por nuestra casa. ¡Y vaya si se acordaron! Cuando me levanté debajo del árbol de Navidad estaba todo lleno de paquetes. Bueno, tampoco os penséis, que no eran todos para nosotros; que alguno han dejado también para nuestra familia. Así que hoy nos tocará hacer el correspondiente reparto aprovechando que vamos a comer todos juntos.

Es curioso lo de la tradición de los Reyes Magos. ¿Sabíais que en Italia quien se encarga de entregar los regalos es la Befana? Se trata de una bruja, pero en este caso buena, cuyo nombre deriva de la fiesta de Epifanía que es la que hoy celebramos. Hay cantidad de versiones sobre el origen de la Befana, pero la que más parece imponerse es la de que cuando los Reyes Magos iban hacia Belén, en un momento de su viaje se desorientaron y fueron a pedir ayuda a una viejecita que encontraron en su casa. Ésta les indicó la ruta a seguir pero no accedió a acompañarles a pesar de las súplicas de los Reyes Magos para que lo hiciera, pues estaba muy atareada con sus labores según les dijo. Cuando éstos se fueron siguiendo sus indicaciones, la viejecita se arrepintió de no haberse ido con ellos y decidió entonces seguirles. Para ello cogió su escoba voladora, llenó una bolsa con dulces y caramelos, y en su camino fue parando en todas las casas por si por alguna de ellas habían pasado los Reyes y de paso hallaba así al niño Jesús, dejando a su paso a los niños que encontraba parte de los dulces y caramelos. Y desde entonces, para hacerse perdonar por no haber acompañado a los Reyes, no ha faltado nunca a su cita con los niños. Pero eso sí, también lleva en el fondo de su saco cenizas y carbón para aquellos que no hayan sido buenos.

Comentaros que ayer pasé una tarde muy buena, sin ni siquiera febrícula y con la pequeña taquicardia que se fue corrigiendo según pasaron las horas. Por lo demás nada digno de mención. Mañana, cuando hagamos de nuevo la analítica antes del tratamiento, comprobaremos si el número de linfocitos sigue disminuyendo, algo que ya pudimos observar en parte en la analítica realizada tras recibir la dosis de 10mg, así que tras recibir ayer la de 30mg lo lógico es pensar que hayan experimentado una disminución aún mayor.

Al destruirse los linfocitos en teoría lo que se espera es que la médula tenga entonces la capacidad al verse liberada, de comenzar a fabricar con mayor facilidad el resto de componentes, para de este modo recuperar unos valores de hemoglobina, defensas y plaquetas más acordes a la normalidad. Lo malo es que como ya habíamos hablado, además de los linfocitos cancerígenos vamos a destruir a los buenos, con lo que en definitiva no tendré glóbulos blancos con los que luchar contra cualquier infección que en mi cuerpo se pudiera desatar. Vamos a confiar en que no sea así.

De momento vamos a disfrutar del día de hoy, y luego ya pensaremos en lo que venga más adelante. El día ha amanecido lluvioso pero la temperatura no es del todo mala. A estas horas tenemos catorce grados. Al final el tiempo es lo de menos. Lo importante es poder estar todos juntos otra vez. ¡Quién lo hubiera dicho hace apenas un mes!

Así que nada, ya me contaréis qué tal los Reyes, que seguro que han sido generosos con lo bien que sé que os habéis portado. Un fuerte abrazo… ”y mañana más”.

1 comentario:

  1. Filipo!!!
    Que historia más guapa la de la bruja.... piruja. (Lo siento, pero no me sale decir sólo bruja sin piruja).
    Los Reyes!!! Que bien!!!! Cuarenta tacos y como si tuviera siete. Ayer cabalgata y nervios, hoy a mi mujer le dieron el alta en cabueñes ( nada grave,acabamos de ser padres de una niña) y pudimos abrir los regalos todos juntos en casa de mis padres.
    Un paquetín quedó pendiente, pero lo abriremos un poco más pa delante, ehh calamar???
    Te mando uno de glóbulos blancos por la red.
    Un abrazo fuerte

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