domingo, 30 de enero de 2011

Día CIII

Es la una y cuarto de la tarde de este domingo treinta de enero cuando comienzo a escribir el Blog. Esta mañana de nuevo ha tocado madrugar ya que a las nueve venía la enfermera a colocarme la medicación. Como ésta no pasaba del todo bien por la vía, y parecía tener alguna molestia en ella, finalmente hemos optado por retirarla para prevenir cualquier complicación. Por la tarde cuando vuelva la enfermera me colocará una nueva que espero me dure al menos cuatro o cinco días. Cuanto menos haya que pinchar mejor para las venas. Hay que cuidarlas.

Lo que estoy es encantado con esto de que vengan a tu casa y no tener que ir al Hospital, y mucho menos estar ingresado. Además, el personal que trabaja en la Unidad de Atención Hospitalaria es de lo más agradable y cumplidor. Se les ve muy entregados a su labor y eso que no es fácil, todo el día yendo de acá para allá y siempre pendientes del móvil. Un poco estresante para mi gusto. Pero se ve que lo llevan muy bien, o eso tratan de transmitirte, siempre con una sonrisa para regalarte.

Ayer fue una tarde fantástica. Después de la obligada siesta, pude disfrutar con mi mujer del partido del Sporting. El fútbol tiene estas cosas. ¿Quién hubiera apostado por un 0-4 en Mallorca? En realidad, ¿quién hubiera apostado por una victoria aunque fuera mínima? Siempre se tienen esperanzas, pero de ahí a que luego se cumplan… Con esta victoria el Sporting iguala su mayor goleada fuera de casa en Primera División, aquel mítico 0-4 en el Camp Nou frente al todopoderoso Barcelona. Corría el año 1987. Recuerdo aquella noche escuchando el partido por la radio. ¡Qué locura! Luego el partido lo echaron por la televisión sólo para Asturias, no recuerdo si el mismo lunes, o algún día después. Fue algo histórico.

Pero tengo que reconocer que la alegría de la tarde me la dio un buen amigo del trabajo que se ha adjudicado el concurso de carteles del Antroxu de Gijón. Y no sólo por este hecho en sí mismo, que ya me hubiera alegrado, sino porque en una entrevista que le hicieron en El Comercio, tuvo el enorme detalle de dedicarme su premio. Son cosas que te emocionan y que te hacen sentir muy afortunado por más que las circunstancias sean las que son.

Hoy el día se presenta de lo más relajado. Me he pasado la mañana viendo la tele, primero un documental sobre animales, luego la final del Open de Australia, y ahora estoy enganchado al esquí. Después de comer seguiré realizando mis ejercicios de meditación trascendental sobre la cama, o lo que vulgarmente se conoce como siesta, y luego ya veremos. Supongo que veré un poco el partido del Madrid y tal vez aproveche para hacer un poco de ejercicio en la cinta antes de que llegue la enfermera, que suele hacerlo a eso de las siete aproximadamente.

Mañana haremos la analítica y el control de serología y podremos saber pronto cómo va el tratamiento contra el virus. Espero que cuanto antes podamos librarnos de él y así centrarnos de nuevo en nuestra batalla principal. Aun así lo más probable es que como ya os he comentado, esto pueda dilatarse dos o tres semanas. Habrá que tomárselo como un pequeño descanso obligado.

Bueno, que como es domingo no quiero enrollarme mucho más. Disfrutad de lo que queda de fin de semana… ”y mañana más”.

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