miércoles, 12 de enero de 2011

Día LXXXV

Son las cuatro pasadas de este miércoles doce de enero cuando comienzo a escribir el Blog. Acabo de comer ya que hoy he regresado un poco más tarde de lo habitual. Como me he pasado buena parte del tiempo allí transcurrido durmiendo me encuentro descansado y prefiero no dormir la siesta, no vaya luego por la noche a quedarme en vela. En lugar de eso me estoy tomando un té con limón mientras escucho algo de música, concretamente la banda sonora de la película Crazy Herat, interpretada por Jeff Bridges, y que ganara los óscars al mejor actor y a la mejor canción en el 2009. Es música country ya que la película narra la historia de una vieja gloria de este género de música, que vaga por garitos sobreviviendo a base de alcohol y recuerdos que no volverán. La película realmente me gustó. Quizás influyera el que aun sin saber el motivo y aunque pueda sonar extraño, siempre me ha encantado la música country. Creo que uno de mis sueños sería estar perdido en uno de esos bares de carretera, en mitad de la nada, de los que abundan por la geografía norteamericana y sólo vemos en las películas, rodeado de personajes de lo más variopinto, escuchando un buen concierto de country en directo mientras saboreo una cerveza.

Esta noche supongo que en buena parte por los nervios de tener hoy que ir de nuevo al hospital no dormí demasiado bien. De hecho volví a sudar bastante, cosa que llevaba tiempo sin hacer, o al menos no tanto. Pero bueno, esto también guarda relación con la enfermedad y sirve para recordarme que sigue ahí. Luego, no sé bien a qué hora, y sigo sin entender muy bien cómo, golpeé con la frente en el borde de la cabecera de mi cama. Digo que no lo entiendo porque el borde estará como a cuarenta centímetros de altura respecto a la almohada, así que el giro que debí hacer incorporándome al mismo tiempo tuvo que ser de campeonato. No me hice nada, simplemente un raspón que apenas se nota. Siempre he tenido afición a eso de darme golpes mientras duermo, con la mesita, con la pared si tengo alguna cerca, o a caerme incluso de la cama en uno de los cientos de giros que me doy cada noche. Recuerdo cuando tenía poco más de ocho años que tuve que ir a que me dieran unos cuantos puntos de sutura precisamente por abrirme la ceja contra la esquina de mi mesita. Tuve suerte que mi hermano se percató de la sangre en la almohada gracias a que se encontraba todavía leyendo cuando yo, quien sabe si emulando a mi ídolo Quini, golpeaba con fuerza el mueble traicioneramente pegado a mi cama.

Por lo que se refiere a esta mañana, para empezar los análisis siguen mostrando una ligera caída de las defensas mientras que la hemoglobina y las plaquetas resisten de momento el envite. Lo cierto es que el nivel que ahora mismo tengo de neutrófilos está al límite y si el viernes no remontan o por lo menos se mantienen, tal vez tengamos que suspender por precaución la sesión y dejarla para el lunes a la espera de que mejoren. Confío en que reaccionarán a tiempo.

La mala suerte que tuvimos hoy fue que cuando bajamos al Hospital de Día todas las camas estaban ocupadas, así que hubo que esperar a que se liberara una, con lo que perdimos casi una hora. Fue por ese motivo por el que hemos llegado tan tarde a casa, porque en realidad, lo que es el tratamiento en sí, fue como siempre, salvo por el hecho de que al concluirlo me añadieron una bolsita de suero que tardaría unos veinte minutos en pasar, para prevenir en parte que pudiera repetirse el episodio que sufrí el lunes cuando llegué a casa. No sé si por el suero, o porque hemos vuelto a la dosis de corticoides de 300mg –el lunes pusimos sólo 200mg- hoy no he notado nada raro en absoluto y a estas horas me encuentro francamente bien.

Así que nada, lo que toca es descansar bien toda la tarde, disfrutando aunque sea desde detrás de una ventana de este día de sol. Parece que no o tal vez sea sensación mía, pero ya empieza a notarse poco a poco cómo van creciendo los días. En un mes lo notaremos muchísimo más. Además febrero es el típico mes que pasa rápido, casi como si no existiera. Es increíble lo que pueden notarse esos tres días de menos. O quizás sean las prisas que todos tenemos porque llegue la primavera; o las que teníamos en tiempos porque pasaran los dichosos exámenes.

Bueno, que noto que estoy desvariando demasiado y por hoy es suficiente. Un fuerte abrazo … ”y mañana más”.

4 comentarios:

  1. ANIMO FILI .
    ENSEGUIDA VUELVO YO A DARLE A LA QUIMIO TAMBIEN, QUE YA LLEVABA CUATRO MESES DE RELAX...
    YA NOS CONTARAS COMO VAS TU Y YA TE CONTARE COMO VOY YO.
    UN SALUDO PARA TI Y PARA TU MUJER

    ResponderEliminar
  2. Sigo por aquí leyendo y animando. Tengo hasta vestido de animadora por si hace falta jejejejej :) Besotes a todos.

    ResponderEliminar
  3. Hola Fili. Vaya folpe. Veo que tienes un dormir muy activo... A mi también me gusta la música country, asi que en cuanto podamos, nos tomaremos unas cervezas al ritmo de las canciones de América, Los Eagles, Poco o cualquier otro. HONOR Y FUERZA

    ResponderEliminar
  4. Hola Fili,

    Ya me he puesto al día de nuevo. Es curioso como a pesar de los años que nos conocemos y lo que hemos vivido, gracias al blog estoy descubriendo muchas más cosas sobre tí y tus gustos. Un ejemplo, a mi también me gusta la música Country y me encantaría disfrutar de un concierto en Nashville, la que dicen es la cuna del Country....Creo que el cine me influye demasiado ;)

    Por cierto, menos mal que la cama de matrimonio es grande porque con tanta agitación nocturna, Monica tendría que ponerse hasta chaleco antibalas.

    HONOR Yy FUERZA!!

    ResponderEliminar