Día XLV

Son las cinco menos diez cuando comienzo a escribir este Blog, en este viernes 3 de diciembre, con el que se da inicio al Puente de la Constitución, puente que este año no lo será tanto puesto que siendo fiesta el próximo lunes y miércoles, apenas quedará el martes para conseguir montar un pequeño puente. Aun sí no está mal, sobre todo después de los últimos años donde coincidieron tanto la festividad de la Constitución como la de Inmaculada Concepción en sábados y domingos. El megapuente nos espera para el 2011, cuando los festivos caerán de martes y jueves, así que guardaros para entonces tres días de vacaciones, que con ellos os podréis montar una escapada de diez días a ese lugar que tanto os apetece visitar pero que nunca habéis tenido la oportunidad. Yo ya estoy haciendo cábalas sobre dónde ir.

El día en lo climatológico ha estado bastante revuelto. Sigue haciendo por lo que parece un frío que pela afuera, aunque como de costumbre en mi habitación no bajo de los veinticuatro, o al menos eso es lo que me jura que hay mi termómetro. Luego, he visto desde la ventana tanto brillar el sol hasta el punto de tener que bajar la persina para que no me achicharrara en la cama, como arreciar la lluvia, tal y como ahora mismo de hecho está sucediendo.

Después del día revuelto que había tenido ayer, el de hoy, parece que quiere darme algo de tregua. Para empezar conseguí dormir prácticamente del tirón. Bueno, para mí dormir del tirón significa despertarme tres o cuatro veces, pero si la primera de ellas es cerca de las cuatro, es que la cosa ha ido bien. Además, el no tener que levantarme con la necesidad de acudir al baño también ayudó lo suyo, unido al hecho de que no tuve fiebre en toda la noche desde que hacia las seis y media de la tarde, cuando sí marcaba 38.5, me dieran un paracetamol.

Hoy por ejemplo llevo sin fiebre todo el día, ni tan siquiera febrícula, sin molestias intestinales, y la inflamación en el brazo izquierdo ha bajado notablemente con sólo dos lavados de Agua de Burow que me aplicaron ayer. De la urticaria apenas quedan restos en forma de pequeños hematomas consecuencia de mis uñas y producto de mis plaquetas tan bajas. Así que todo sumado, puedo decir que no hay motivos para quejarse, salvo el leve detalle de tener que estar aquí ingresado.

Por cierto, que hoy a primera hora me sacaron sangre y no está previsto realizarme ninguna transfusión, así que entiendo que los valores estarán también estables. Teniendo en cuenta que ahora vienen varios días festivos consecutivos, no sé por qué me da que hasta el martes que viene no volverán a controlarme. La médico que me atiende y que hoy pasó a primera hora, me comentó que ella por ejemplo no volverá hasta el jueves, pero por supuesto seguiré estando igual de bien atendido por los médicos de guardia que quedarán durante estos próximos días, y a los que yo creo que conozco prácticamente a todos.

De la visita de la médico me quedo con que ella misma al verme manifestó que me veía muchísimo mejor que ayer. Supongo que la cara de mala leche con la que ayer me encontró no me favorecía demasiado. Hoy sin embargo a parte de sentirme mejor, me encontraba más relajado.

Vamos a seguir para no arriesgar, con la dieta absoluta, aunque como os he comenado, la tripilla parece algo mejor. Así que todavía hoy y ya veremos si mañana, continuaré sobreviviendo a base de líquidos. Es algo que tampoco podemos estirar mucho más porque evidentemente estoy perdiendo peso corporal y sobre todo también, masa muscular. La idea creo que puede ser intentar volver a comer algo de arroz hacia el domingo y ver qué tal se porta la mucosa de mi estómago y si se ha recuperado.

Viéndome como estaba hoy es probable que la médico me elimine uno de los dos antibióticos que me había pautado, el más fuerte de ambos, puesto que una vez controlada la situación, y en apenas veinticuatro horas, está claro que no es necesario seguir así durante ocho días. Es más, sin querer darme muchas esperanzas, porque ya sabemos cómo funciona esto, me ha dicho que pudiera ser factible que anticipáramos el alta al próximo martes sin necesidad de esperar al jueves. Lo dejará todo listo para ello aunque ella no vaya a estar. A mí eso tampoco es que a estas alturas ni me va ni me venga. Día arriba, día abajo.

Esta mañana me ha estado acompañando mi padre leyendo un poco los periódicos mientras yo dormitaba y jugaba luego un poco con el iPad. Justo antes de la hora de la comida -para quien pueda comer- se pasó el psicólogo de la Asociación Contra el Cáncer que se encuentra presenta en el Hospital. Se ve que la médico le habló de mi caso y después de contactar con mi mujer, decidió venir a verme. La verdad es que es un tío muy majo, y encima estudió también el Corazón de María, así que algo más de lo que tenemos que hablar juntos. Yo si os soy sincero siempre he sido bastante receloso respecto a la ayuda que un psicólogo pudiera darme, no sólo para este caso en particular, sino siempre en general, pero bueno, entiendo que alguien como es él que lleva tantos años tratando con pacientes con patologías similares a la mía, siempre puede aportarme algo interesante. Así que he aceptado charlar de vez en cuando con él, charlas totalmente informales sin ningún tipo de psicoanálisis ni rollo raro de por medio. De momento me va a poner en contacto con una chica que ha pasado exactamente por el mismo trance que yo, es decir, un linfoma del mismo tipo, con recaída al poco de realizar el autólogo, y que ahora después de unos tres años se encuentra sino plenamente recuperada, sí al menos realizando una vida normal. Porque esto es algo que debemos tener todos muy claro, yo el primero: la curación total no existe. Que nos digan que estamos curados es decirnos que al menos no se prevé una recaída en un corto período de tiempo. Pero con la mosca detrás de la oreja habrá que aprender a convivir. Pero al final, como un mosquito que trata de despertarte con la noche, a fuerza de acostumbrarte, llegas a olvidarte de que está ahí. Lo peor es volverse loco y levantarse como un poseso zapatilla en mano a su caza cuando sabes que lo único que vas a lograr es desvelarte.

Después de la hora de la comida, quien ha tomado el relevo ha sido mi hermano, y la próxima en llegar será ya mi mujer, que si no hay cambios en el planning, será quien se quede a disfrutar de una maravillosa noche de hospital. Bueno, tengo que decir que si la diarrea no vuelve a aparecer, en realidad las noches ahora no son tan complicadas porque prácticamente me inyectan toda la medicación antes de las doce, con lo que para después, tan sólo me quedo con los sueros que duran hasta las nueve de la mañana, así que en teoría no debería entrar nadie hasta las ocho que empiezan con los controles rutinarios. Además mañana no toca analítica, así que todo se retrasa un poquito más.

En fin, que me despido por hoy de vosotros mientras sigo viendo en la tele el partido de tenis correspondiente a la Final de la Copa Davis entre Serbia y Francia, y en el que los franceses se han anotado ya el primer punto de la eliminatoria. Lo tendrán sin duda mucho más duro en ese segundo con Djokovic de por medio. Disfrutad del sábado y recordad que… “y mañana más”.