Día XLIV

Son las cinco y cuarto de la tarde de este jueves 2 de diciembre cuando comienzo a escribir el Blog. Y lo hago desde una de las habitaciones de la segunda planta de Cabueñes, la correspondiente a Hematología y Ginecología.

Como sabíais, esta mañana tenía revisión rutinaria, pero después de una noche en la que la diarrea no me ha dado apenas tregua, y que encima he sufrido fiebre por encima de los 38, tenía claro que mis posibilidades de ingresar eran realmente altas, como finalmente así ha sido.

Llegamos a las ocho en punto al Hospital y nada más verme el brazo izquierdo donde tengo un buen hematoma por la vía que me había dado problemas y que ya os había comentado, y referirles mis problemas con la fiebre, además de con la diarrea, no lo dudaron: nos quedaremos una semana y aplicaremos antibióticos por vía venosa para tratar de contener la infección que pudiera de lo contrario extenderse.

Como podréis imaginar ha sido un palo muy fuerte, puesto que no hacía ni tres días que estaba de nuevo en casa. Y ahora de buenas a primeras me encuentro que tengo que pasar otra semana, en el mejor de los casos, ingresado.

A media mañana me asignaron ya una habitación aislada para poder tenerme lo más protegido posible, aunque al final un virus de hospital lo puedes coger donde menos te lo esperas. Así que estaré esta próxima semana en aislamiento, en régimen de visitas restringidas, y con la única compañía puntual de mis padres, mi mujer, mi hermano y alguna vez mis suegros, que esta misma mañana se pasaron ya a verme.

Yo realmente ahora preferiría estar a mi aire, para pensar un poco y sentar las ideas. A veces necesito tiempo para mí solo aunque a la gente le cueste entenderlo. Piensan que nada más que vale para que me martirice, y no, también me sirve para relajarme sin nadie a mi alrededor que esté pendiente hasta de cuando me giro en la cama.

Por la tarde me han transfundido tanto plaquetas como sangre. Además hemos empezado con antibiótico por la vena –uno de los dos que utilizaremos-. Me han lavado también la zona del brazo que antes os comentaba con agua de Burow, lavados que repetirán en los próximos días. Lo cierto es que no acaban de ponerse muy de acuerdo unos y otros sobre si tengo un inicio de flebitis, si simplemente es inflamación con algo de infección con endurecimiento de la zona,,, Pero de lo que yo creo que están convencidos es de que la fiebre proviene de ahí. No sé, igual los hemocultivos que me han extraído esta mañana dictan otra cosa.

Del mismo modo me han colocado otra inyección de Neupogen, con el fin de aumentar mis defensas, y más tarde vendrán a colocarme el EPROX, o sea, la EPO, para subir los hematíes.

Para esta noche en principio tenía pensando quedarme solo, pero me parece que al final no va a ser posible porque va a ser más el disgusto que causaría en mi madre, que lo que a mí me beneficie el capricho de no tener a nadie en la habitación. Bueno, la llamaré luego y a ver en qué quedamos.

Por cierto, que al igual que ayer os anticipaba mi mejoría en la urticaria que me había aparecido en buena parte del tronco, hoy os puedo confirmar que prácticamente ha ya desaparecido. Está bien que por lo menos algo se arregle, aunque ahora quizás fuera el menor de mis problemas.

Lo peor de todo esto es que me va a tocar pasarme el Puente de La Constitución en el hospital, y prefiero ni echar números más allá, porque aparte de no servir para nada, porque una y otra vez se está demostrando que programar algo que pueda cumplirse medianamente es más complicado que elaborar los presupuesto del Estado con cierto rigor, sólo de pensar que el tercer ciclo puedo pasarlo en Nochebuena… en fin, ¡para qué deciros más! Ya habrá tiempo para pensar en ello.

Ahora vamos al presente más inmediato que es a ver si pasamos una buena noche sin que me suba en exceso la fiebre, en cuyo caso me darían un paracetamol. Esta tarde hace un momento tenía 37,7 y normalmente hasta que no pasas de 38 o te entra algo de tiritona prefieren esperar.

Uno pierde por momentos la noción del tiempo cuando se pasa tantas horas en el hospital, pero lo que sé es que mañana es viernes, víspera de un nuevo finde que seguro que todos vosotros estaréis esperando con suma alegría y con un montón de planes en la mochila. Así que nada, os dejo con ellos, y como siempre… “y mañana más”.