lunes, 1 de noviembre de 2010

Día XIII

Son poco más de las once de este lunes, Día de Todos los Santos, cuando comienzo a escribir el Blog. El día ha amanecido gris, después de una noche en la que ha llovido con mucha intensidad y en la que también ha habido importantes rachas de viento. Para hoy según los pronósticos seguiremos con las precipitaciones, aunque a partir ya de mañana mejorará la cosa hasta… casualmente el próximo fin de semana, donde parece que recibiremos la visita de otro frente.

La noche aparte de las veces que me desperté por los chaparrones que caían fuera, no ha sido del todo mala. Volví a leer un buen rato antes de apagar la luz, hasta más allá de las doce y esta mañana me habré levantado cerca de las nueve, así que no puedo quejarme.

Empiezo el día con las mismas sensaciones con las que ayer lo hacía: una pequeña fatiga que hace que mi corazón se acelere a poco que me muevo, o que me cabreo; porque aunque penséis que no, ¡vaya si me pillo de vez en cuando algún que otro cabreo! Son por tonterías sin ninguna importancia, lo reconozco, la mayoría de las veces porque mi umbral de paciencia no es el que era y porque queráis o no, mi cuerpo está nervioso. Intentaré controlarlo porque lo principal es mantener la tranquilidad. ¡Anda!, justo ahora que os hablo de tranquilidad está sonando por mi cadena musical el Canon de Pachelbel. ¡Qué gozada! Y es que tengo puesto en ella El Mejor Álbum de Relajación del Mundo, una recopilación que reúne alguna de las mejores piezas de música clásica, todas con un denominador común: la enorme relajación que produce el mero de cerrar los ojos y escucharlas.

Recuerdo cuando de pequeño comencé mis clases de solfeo. Como todos los niños en el colegio, en quinto de EGB teníamos una asignatura de música, en la que tocábamos la flauta dulce. Tenía relativo buen oído y se me daba bastante bien aquel instrumento, así que al poco mis padres me regalaron una melódica. Para quienes no lo conozcáis, es como un teclado que sujetas con la mano izquierda por un asa que lleva bajo el mismo, mientras con la derecha tocas a la vez que soplas por un tubo que va en la parte superior del teclado. Como aquello seguía gustándome, pronto mis padres me animaron a que me apuntara a clases de solfeo, que se de daban en el propio colegio. Aquello ya no me pareció tan interesante. Era todo muy teórico y el piano, que era para lo que supuestamente íbamos, ni lo olíamos.

Aun así aguanté en total unos cuantos años -tres o cuatro-, aunque tras los primeros fracasos en los exámenes del Conservatorio, que había que realizar en Oviedo, mis padres me cambiaron a una academia donde además de solfeo, sí que te iban iniciando en el piano. Conseguí de todos modos poca cosa porque no pasé de tercero de solfeo y primero de piano. Aquello de suspender era una sensación demasiado desagradable -humillante diría- para alguien como yo acostumbrado a las buenas notas en el colegio. Influía también mucho mi vergüenza a tocar y cantar en público, que hacía que en aquellos exámenes del Conservatorio, delante de tanta gente, me pusiera más nervioso de lo que jamás había estado. De modo que un buen día decidí dejar de estudiar música. Ha sido la peor decisión que jamás he tomado. La prueba es que sigo echándolo en falta y desde que hace unos años le regalé a mi mujer un piano electrónico –ella sí que se maneja bastante bien sin necesidad de haber estudiado solfeo-, alguna vez saco mis viejos libros y toco alguna sonatina sencilla, pero que me devuelve un poco a aquella infancia.

Mañana como ya os he comentado tengo revisión en Cabueñes. Vamos a ver qué tal sigue todo, y aprovecharemos para realizar las transfusiones que determinen los médicos. Hoy ando un poco preocupado con una muela que me está dando algo de fastidio, y que de hecho hizo que sangrara anoche por la encía. Espero que no sea nada de importancia y que podamos esperar a que las defensas se recuperen para hacer una nueva revisión en profundidad antes de meternos ya en el segundo ciclo de quimio. Por otra parte la garganta sí que me ha mejorado bastante, pero prefiero seguir cuidándola y no ponerme ahora a llamar a diestro y siniestro.

No penséis que me he olvidado del partido de ayer del Sporting. ¡Poco más se puede decir! El Sporting es el equipo que una y otra vez tropieza siempre en la misma piedra. Es más, sería capaz de romperla con la cabeza antes de rodearla. Ayer hizo bueno el dicho de que quien perdona acaba pagándolo, y tuvo además que hacerlo en la enésima jugada a balón parado. De verdad que pienso que estos chicos lo de los entrenamientos se lo toman como una pachanga. No explica de otro modo tanto fallo en las estrategias.

¡Ah!, y a todos los que echáis de menos nuestras partidas de Parchís, deciros que ayer mi mujer y yo nos volvimos a enfrentar en duelo. Si os lo estoy contando os podéis imaginar que es porque gané yo, ¿verdad? Pues así es. Lo de que ella me ganó luego al Chinchón lo dejo caer de pasada.

Bueno, disfrutad de este lunes festivo. Yo por mi parte os envío un fuerte abrazo...“y mañana más”.

5 comentarios:

  1. Un besito Fi, mucha suerte mañana en Cabueñes...lo de los enfados..yo creo que ahora te lo perdonan..pero no te acostumbres, que cuando pase todo esto ya no vas a tener excusa :)
    Besis

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  2. Joer Fili, no tenía ni idea de que hubiera estudiado solfeo. Por fin descubro algo en el que soy mejor que tú, jajajajaajja, yo también me ponía muy nerviosa en los exámenes del Conservatorio de Oviedo, eran terroríficos, me rio yo de muchos otros que he pasado vamos... Pero yo normalmente los superaba y con buena nota, jejeejejjejeje... La verdad es que yo en lo que metí la pata fue en el piano. Nunca me gustó ni se me dió bien. Lo mio era el canto. A pesar de no tener una gran voz, si era muy buena afinando, y podía haber hecho una carrera de canto. No la hice, y esa espinita si me la dejo clavada. Hiciste bien en dejar la música si sólo te daba frustración, lo penoso es que en este pais no existan escuelas de música para aficionados, para que lo pasemos bien aprendiendo música y sólo se estudie música para conseguir profesionales frustrados. Pero esta es la realidad... O vales para músico profesional y te enclaustran el resto de tu vida tocando 27 horas al día un instrumento, o te echan del sistema como si fueras un inútil.
    En fins...

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  3. Miles de besinos cariño!! yo voy a dormir una siesta de las buenas que el día está para eso y más después de haberme levantado a las 6 de la mañana!!

    Esa timidez...con lo que a mí me gusta oírte cantar en el karaoke...

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  4. Conservatorio!!! Va de retro!!!!!!!! Fili...qué recuerdos!!! Yo que me sabía las partituras de memoria, las tocaba sin mirar, lo juro!!, y cuanto llegaba al examen (por libre) temblaba tanto que no sabía ni tocar la escala!!!!! 'Señorita', me dijeron una vez...'no está usted sentada demasiado cerca del piano?????' Y yo que sé!!! Me senté donde taba la silla, y creo que si no la hubiera igual hasta hubiera tocao de pie!!! Ay!!! Pa olvidar!! Yo aficionada también :) :) :)

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  5. Hola Fili: Ayer tuviste suerte... estuve tentado de llevar mi gaita y darte un recital desde la calle Feijoo, pero tuve compasión de los vecinos. Pero la próxima vez la llevaré para que me examines tú, ja,ja,ja... En fin, me voy a confesar: Yo también estudié primero de solfeo, nada más, y toqué la flauta dulce, la bandurria, la guitarra, la armónica y al final, la gaita, ja, ja, soy el rey de los mediocres, pero me lo paso bien. Y volviendo al Sporting, creo que les gusta hacerlo difícil, supongo que por imprimir un poco de emoción a una liga aburrida. Pero el Sporting siempre gana su lucha por seguir en Primera. Y tú tienes que luchar para quedarte con nosotros. Así que ánimo, a relajarse, y seguir luchando. Confío que esta noche veas al Valencia contra el Glasgow Rangers. Yo estaré conduciendo camino de casa, así que sólo lo podré escuchar si alguna radio quiere retransmitirlo... Confío en que me envíes al móvil los sucesivos goles que vaya marcando nuestro equipo... Una abrazo fili. HONOR Y FUERZA

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