lunes, 15 de noviembre de 2010

Día XXVII

Son las cinco y veinte de la tarde en este lunes quince de noviembre, cuando comienzo a escribir el Blog. El día está siendo un poco inestable en lo que al tiempo se refiere, con lluvias ocasionales y un fresquito que te recuerda que el verano va quedando atrás en el olvido.

Esta noche dormí regular, más que nada porque me desperté a las cuatro con una sensación de escalofrío por mi cuerpo que no presagiaba nada bueno, como así fue. A las cinco tenía 38 de fiebre. Me sorprendí bastante porque como sabéis desde que había empezado con los corticoides apenas si tenía unas décimas de febrícula por las mañanas al levantarme, pero nunca más había llegado a tener fiebre; y menos de madrugada. Decidí entonces recurrir a mi ya olvidado paracetamol y la verdad que cumplió con su cometido porque además de hacerme sudar de lo lindo, para cuando me levanté a las siete y media, la fiebre había descendido a los 37.

El resto del día de momento no ha habido más subidas de temperatura -gracias supongo a los corticoides- pero espero que este pico de fiebre que he sufrido esta noche, no vaya a ser servir de tónica para los próximos días. Confiemos en que haya sido una protesta puntual de la enfermedad, ahora que estamos dándole de nuevo donde más le duele.

Por la mañana a las ocho y cuarto estábamos en el Hospital de Día para realizar la analítica y ver en función de ésta, qué transfusiones pudiera necesitar. Hoy ha ido todo lentísimo, hasta el punto de lograr que llegara a exasperarme con tanto retraso. Y es que hasta tres horas después de sacarme la sangre no me colocaron la primera bolsa, la de plaquetas. Luego todavía tuve que esperar por la de hematíes, y para acabar, me pusieron el antibiótico por vena. El resultado fue que para exactamente lo mismo que había realizado el viernes, mientras que en aquella ocasión a las doce y cuarto estaba en casa, hoy he llegado pasadas las tres. Creo que podéis entender que para alguien que hace tiempo que se cansó de estar por los hospitales, el pasarse siete horas metido en uno de ellos, no es que sea la forma mejor de comenzar la semana.

Además tampoco los resultados de los análisis es que hayan sido como para subirme la moral. Las defensas se mantienen en similares valores a los que tenía el viernes, es decir, que han detenido su crecimiento, mientras que plaquetas y hemoglobina siguen sin remontar el vuelo. Realmente me esperaba escuchar algo mucho más halagüeño pero no ha sido así. Tampoco me ha quedado claro si esto es lo que puedo ya esperarme de aquí al inicio del próximo ciclo –que tampoco sé cuándo comenzaré- o si aún en esta próxima semana podría haber alguna mejoría. Casi me conformo ya con que no haya empeoramiento. Pero es ese permamente sentimiento de que las cosas parece como si se comportaran casi a libre albedrío, sin un patrón claro de conducta, lo que me hace estar a veces de muy mal humor. Necesito poder ser yo quien controle a la enfermedad y una y otra vez veo que es ella la que dicta las normas.

En fin, que la única noticia buena que he recibido hoy es que con todo, no tendré que volver al hospital hasta el jueves. Intentaré aprovechar al máximo estos dos próximos días para seguir recuperándome tanto a nivel físico, pero también mental. El segundo ciclo, aunque sin fecha definitiva, está cerca, y con él habrá que volver a pasar una semana ingresado en el hospital, de modo que para afrontarlo con garantías de éxito, tengo que estar con mi estado de ánimo en niveles máximos.

Bueno, para mañana os prometo volver a contaros alguna cosilla o simplemente algún recuerdo de tiempos atrás. Hasta entonces me despido de vosotros con un fuerte abrazo… “y mañana más”.

5 comentarios:

  1. Animo amigo
    Como sabes, las cosa que se hacen esperar se saborean más cuando se consiguen.
    Esto es solo un retraso en tu restablecimiento total.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Hola Fili!
    Vaya...siento oír lo que hoy nos cuentas, más que nada por el 'bajón' que representa. Es normal cuando esperas oír una cosa y al final es otra! Sabíamos que estabas en una situación delicada, y quizás por eso necesites un poco más de tiempo para reaccionar...YO deseo y espero de verdad que poco a poco las cosas vayan mejorando, y si tenemos que esperar una semana más para empezar el 2º ciclo, más fuerzas irás cogiendo con los festines comilones que te pegas en casina!!

    Mucho ánimo Fi! Recuerda que todos, desde aquí estamos contigo y no queremos que te vengas abajo!!! Te lo digo siempre...recuerda que eres muy fuerte!! Muchos más que la mayoría!!

    Un besín muy fuerte!!

    ResponderEliminar
  3. Hola Fili: La verdad es que la gestión de los hospitales podría ser un poco mejor. Ayer mi madre estuvo en urgencias con su hermana desde las 19'00 h, y pasé a recogerlas a las 01'00 de la madrugada. No digo que sea fácil, pero creo que podría hacerse mucho mejor. Así que comprendo tu enfado por la cantidad de horas que te hacen pasar en el hospital, cuando todo podría realizarse en menos tiempo. Pero tienes todo el derecho del mundo a cabrearte, sí señor. Pero en cuanto pase el cabreo a centrarse en el trabajo diario. Tienes que fortalecerte para el próximo ciclo. Recuerda ese 6-0 al Valencia en la Copa, y cómo en Mestalla el Sporting nunca ha perdido desde su ascenso. Así que con esa mentalidad ganadora tienes que afrontar los próximos días. Como diría nuestro apreciado Preciado: ¡¡¡Ese Sr. T es un CANALLA!!! Ánimo Fili. HONOR Y FUERZA.

    ResponderEliminar
  4. Hola cariño!!

    Parece que tendremos que esperar un poquito más para que se animen tus plaquetas y hematíes...a ver si el jueves tenemos buenas noticias. Ahora descansa y recupera fuerzas.
    Yo por fin he acabado las malditas noches...por este mes.
    Mucho ánimo que hay que ir a por todas para el próximo ciclo.
    Miles de besos

    ResponderEliminar
  5. Fili, no controlamos nada de nada. Tampoco la enfermedad te controla. El libre albedrío es general, realmente todo y nada es posible. Mejor hacer lo que te dicen, cuidarte al máximo, cumplir todo el protocolo que te indican, y aprovechar los momentos que la enfermedad te deja tregua para ser feliz con placeres pequeños. No hacer planes ni tener perspectivas que pueden provocarte angustia innecesaria, e intentar que si hay un día malo, intentar creer que pasará y vendrá uno mejor. Es la única opción. Pero no sólo para tí porque estemos enfermos, es la única opción para vivir una vida razonable. Mucho ánimo. Adelante a por esta semana.

    ResponderEliminar