martes, 1 de noviembre de 2011

Génesis Día 123

Acercándome a las cinco de la mañana, comienzo a escribir el Blog en este martes, Día de Todos los Santos, con el que da inicio el mes de noviembre, un mes que llega después de un octubre espléndido en lo climatológico, pero que ayer se despedía de nosotros con la llegada de un frente cargado de lluvias y que ya de tarde comenzó a descargar lo suyo.

Como digo, hoy es día festivo, y en él, año tras año, los cementerios de toda España, y de multitud de países se llenarán de personas para honrar a sus seres queridos que ya no están con ellos. En realidad el Día de Todos los Santos, en el caso de la fe católica, es una tradición instituida en honor de todos aquellos Santos -tanto los conocidos como los desconocidos-, por el papa Urbano IV. En realidad en la historia más primitiva del cristianismo se celebraba el aniversario de la muerte de un sólo santo, Paul, mártir, y que se desarrollaba en el lugar de su martirio. Pero luego fue habitual el que los grupos de mártires murieran el mismo día, lo que llevó a una celebración común. En la persecución de Diocleciano el número de mártires llegó a ser tan numeroso que ya no se podía separar de ningún modo un día para cada uno para honrarles, de modo que la Iglesia, que no quería olvidarse de sus mártires fijó un día en común para todos, el uno de noviembre.

Por adentrarnos más en nuestras tradiciones y raíces católicas, comentar que en realidad es el dos de noviembre el día señalado para la celebración de los Fieles Difuntos, que tiene como propósito el rezar por aquellos fieles, familiares o amigos, que han abandonado su vida terrenal y, muy en especial por aquellos que se encuentran aún en estado de purificación en el Purgatorio. En todo caso, Día de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos, cada vez más se han unido en un único día, que es hoy, dado que siendo festivo facilita en mayor medida las mencionadas visitas a los cementerios, donde el ambiente a veces se asemeja más al de una romería, que al de un día tan íntimo como quizás los más puristas consideran que debiera ser. En parte a mí me gusta casi más así. La familia se reúne, a veces después de no haberse visto durante meses, y se crea un ambiente más agradable para todos. Yo creo que si de verdad a los que vamos a visitar nos vieran, estarían más satisfechos de vernos felices todos juntos, que no inundando pañuelos con nuestras lágrimas. Son formas de ver las cosas.

Dejando ya este tema a un lado, que parezco un cura, y centrándonos en "lo nuestro", comentaros que sin tener las cifras concretas, ayer desde el hospital a mediodía, me dijeron que todo estaba estable. Mañana, que será cuando tenga consulta, profundizaremos en todos los detalles, particularmente en el tema del ganglio, que como ya os he dicho noto que mejora, aunque siendo sinceros, todavía está lejos de su estado ideal.

Pero por lo demás, y salvo las archiconocidas molestias estomacales -que algo también he mejorado en ese sentido-, del resto me sigo encontrando bastante bien. Comprobaréis además, que a pesar del madrugón de estas horas a las que escribo, no lo es ya tanto comparándolo con la primera vez que tomé corticoides a saco. De hecho esta noche a las diez estaba KO viendo la tele y me habré despertado a las cuatro y cuarto, de modo que no está mal si a eso añadimos a que hoy seguro que cae una buena siesta.

Ayer, en Quintes, seguimos con las faenas propias de la sidra. Me animé -por fin me dejaron- a hacer alguna cosilla, aunque mínima, y para celebrarlo me tomé un buen culín de sidra antes de la comida. No de sidra dulce, sino de sidra, sidra; la dulce la verdad es que me gustaba más de niño que ahora. Para la comida Mónica se despachó además con una impresionante pizza, incluyendo la preparación de la masa con una harina de sémola de grano duro traída por mi primo de Italia. He bautizado a la pizza con el nombre de rusticana alla dieci stagioni, porque además de ser casera, casera, iba cargada de ingredientes a más no poder, y lo principal, estaba impresionante.

Para hoy y en función del tiempo ya veremos lo que hacemos, aunque seguro que no faltará el típico vermouth que siempre se monta en un día como hoy después -para algunos también antes y durante- de la misa por los Difuntos. ¡Ah!, y sin olvidarnos de que hoy, por extraño que parezca vuelve el fútbol con la Champions. No sé, tal ves prefiramos seguir con la segunda temporada de Los Soprano a la que anoche dimos inicio. Sobre la marcha.

Y hablando de marchar, ahora os dejo. Pasad un agradable día y como siempre... "y mañana más..."

1 comentario:

  1. Hola Fili: También nosotros hoy vamos --como todos los años-- al Cementerio Municipal con mis hermanos y cuñados, y con todos los sobrinos. Luego comeremos en el Llagar del Abuelo, una sidrería Asturiana (las influencias de Lu)Que las buenas sensaciones te sigan acompañando. Dile a la Reina del Cubilete que me debe una de esas pizzas caseras. Un abrazo. HONOR Y FUERZA

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