jueves, 17 de noviembre de 2011

Génesis Día 139

Sin ser casi la una de la madrugada y después de dos horas de sueño que me han parecido ocho, comienzo a escribir el Blog en este jueves diecisiete de noviembre. Anoche tengo que reconocer que caí rendido en el sofá justo al final del capítulo de Hermanos de Sangre que estábamos viendo. ¡Y mira que me gusta la serie! Pero cuando me entra esa brisilla característica no puedo resistirme a ella: primero opto por cerrar los ojos y simplemente escuchar con la promesa de abrirlos si ocurre algo que lo merezca, después... después uno se encuentra de frente a los créditos con cierto sentimiento de culpabilidad. ¡Yo que en toda la vida jamás me dormía viendo la tele!

En fin, la verdad es que el día había sido bastante largo, sin lugar siquiera para una simple siesta, así que hasta cierto punto es lógico que pudiera llegar tan fuera de combate a las postrimerías del día. Y es que ayer, como ya os dije, para comenzar tenía analítica de control en Oviedo a primera hora, de modo que a las ocho y media estábamos disfrutando de los ocho grados que la capital del Principado ofrecía a sus viandantes a esa hora. Después de cumplir con los vampiros, tocaba nuestro habitual desayuno en el Centro Cívico. Casi se saben de memoria el mío sin necesidad de pedirlo: café mediano templado, croissant a la plancha con mermelada, yogur natural, canapé de tortilla y si todavía hay cabida para él, un delicioso trozo de bizcocho casero. Acompaño las pastillas con botellín de agua del tiempo, sin vaso. Es como una especie de ritual que llevo repitiendo muchos meses.

Estuvimos luego haciendo algo de tiempo primero allí, leyendo la prensa del día, y posteriormente por el Calatrava viendo tiendas, y donde cayó algún caprichito, nada fuera de madre. Pero es que si vas de tiendas, vas de tiendas. ¿O no? Es como si sales a pescar oricios y como no los encuentras te vuelves con el cesto vacío sin ni siquiera haberlo llenado con algunas llámparas. Bueno, tal vez los lectores de tierra firme no entiendan esta metáfora tan particular. Tampoco es vital para el desarrollo del blog, así que descubriràn igualmente quién es el asesino.

Bromas aparte, a las doce menos cuarto teníamos la consulta con Radioterapia, quienes nos recibieron sin apenas retraso, y eso que aquello estaba a reventar. De momento marcha todo según lo previsto y es pronto para evaluar el resultado del tratamiento. No llevamos ni la cuarta parte del mismo, así que por lo menos habrá que esperar otra semana para extraer las primeras conclusiones. La doctora en cuestión me revisó la herida de la boca, que sin estar curada al cien por cien, podemos decir que falta poco. Me palpó además el ganglio y casi coincidía conmigo en la percepción de que pudiera haber ya disminuido aunque de forma casi inapreciable. Por último aprovechó para ver en su ordenador los resultados del hemograma practicado a las ocho y media. En él quizás lo peor fue comprobar que de nuevo las plaquetas han visto su número decrecer considerablemente, estableciéndose por debajo de las veinticinco mil. Aun así, manteniéndome sin sangrados, no hay motivos para alarmarse ni previsión de nuevas trasfusiones. Por lo que se refiere a las defensas, al haber dejado de inyectarme el Factor de Crecimiento, también han bajado, situándose no obstante en un nivel de seguridad relativamente aceptable. Finalmente, lo que sigue estable de verdad es mi nivel de hemoglobina, que supera por los pelos los nueve puntos. Ayer me tocaba además poner la EPO, así que es más que probable que ahora mismo esa cifra se quede corta. Tras la consulta quedamos en volver a vernos la semana que viene, concretamente el martes.

Me fui entonces de vuelta a la Unidad de Trasplantes para recoger mi dosis de EPO, que muy diligentemente y para ahorrarme trabajo, me colocaron allí sobre la marcha. Hoy es cuando tengo con ellos la consulta y cuando entraremos más en detalle sobre mi estado actual. Yo como no me canso de repetir me encuentro muy bien pero hay ciertos aspectos que me gusta siempre discutir con ellos, en el buen sentido de la palabra.

Como a eso de la una andábamos ya de vuelta por Gijón, nos fuimos hasta el Supercor a comprar algo de agua, que estaba entrando en reserva en casa. Yo no sé si os pasará mucho a vosotros, pero yo ya puedo entrar a por unos botellines de agua, que cuando paso por caja el carrito está siempre a rebosar.

Os había dicho que ayer no hubo siesta, y no la hubo porque a las tres tenía que llevar el coche para que le echaran un vistazo a los sensores de aparcamiento, que de repente han dejado de funcionar -cualquier fusible seguro- y de paso cambiar las escobillas de los limpias que estaban más secas que las arcas del Estado.

El resto de la tarde fue ya más tranquilo hasta que llegó la hora de volver a Oviedo para la sesión de radio. Como siempre me ha sucedido hasta ahora, fue todo perfecto, y en poco más de media hora estábamos de nuevo en ruta, en esta ocasión con las miras puestas en unas jugosas hamburguesas que nos estaban esperando calentitas en la mesa.

Para completar el día, recibí un correo sorpresa de una de las personas que siguen a diario este blog, en el que me anexaba un pequeño relato que con catorce años yo había escrito de mi puño y letra, aunque me costara reconocer ésta. Fue muy emocionante volver a leerlo pues no recordaba en absoluto la historia. De lo que no cabe duda es de que a esa edad yo al menos tenía un estilo mucho más suelto y natural que con el ahora por ejemplo pongo en práctica para escribir este post. ¡Mil gracias Eva!

Y eso es todo por hoy. Ahora toca leer la prensa y en concreto echarle un ojo a ese gobierno de tecnócratas que han tomado las riendas en Italia. ¿Mi pronóstico? El mismo que para España: como todos no seamos capaces de asumir una serie sacrificios, llamémosles recortes o como queráis llamarlo, de muy poco servirá el conocimiento de los que han sido llamados a salvar la patria. Nos iríamos como una manada de bisontes desbocados hacia el precipicio de la bancarrota total, y con ella seguro que no habría que preocuparse por los recortes, sencilamente porque no habría nada ya que recortar.

Abrigaros bien, que seguimos con tendencias de descenso acusado en muchas regiones. No parece no obstante que vayana llover mucho salvo tal vez en Galicia, parte oriental de Asturias y zonas del noreste de la Península. Un fuerte abrazo a todos... " y mañana más..."

1 comentario:

  1. Hola Fili: Comenzando por el final, por la ciudad de Valencia está lloviendo... así que las previsiones yerran. Resulta gratificante leer que los niveles de la analítica son aceptables. Sigue así. Y en cuanto al gobierno italiano... sólo espero que todos tengan sentido común y sentido de la responsabilidad, pero visto lo visto parece que es mucho pedir. Ya verás como los de siempre, que han estado tranquilitos mientras el paro rompía todos los récords, ahora saldrán a la calle en cuanto sospechen que posiblemente en el futuro se estudie la posibilidad de ajustar los presupuestos. Pero lo importante de verdad, es que el sábado noche mi equipo tiene que pararle los piés al actual líder de Primera, lo que resulta bastante pretencioso, pero también Costa Rica empató con la Campeona del Mundo... Un abrazo. HONOR Y FUERZA

    ResponderEliminar