viernes, 11 de noviembre de 2011

Génesis Día 133

Son las tres y veinte de este particular viernes, once del once del 2011, cuando comienzo a escribir el Blog. Una fecha cargada por tanto de unos (11/11/11) y que no ha dejado indiferente a muchas personas. Como curiosidad, y para quien disfrute de movilizaciones o celebraciones globales, comentar que existe una aplicación de móvil, Sinfonía Masiva -yo no la he buscado-, que hará que hoy a las 11 horas, 11 minutos y 11 segundos, miles, tal vez cientos de miles de teléfonos móviles que se la hayan descargado por todo el mundo empiecen a reproducir coordinadamente la Sinfonía número 5 de Beethoven. Ayer eran más de 6.000 personas de 100 países diferentes las que se habían bajado la aplicación, de modo que hoy, cuando el reloj atómico de la Tierra marque justamente las once horas, once minutos, once segundos del día once del mes once del año dos mil once, en los móviles de estas personas comenzarán a sonar los últimos compases del primer movimiento de la conocida sinfonía de Beethoven. No sé, igual luego pruebo a bajármela por la tontería.

Me interesa sin embargo más el resultado del sorteo especial que por el mismo motivo ha organizado la ONCE y para el que he comprado algún que otro número. No sé por qué, puesto que debo de ser una de esas personas que nunca ha rascado nada con los cupones de la ONCE y en realidad, en ocasiones es que ni los miro una vez sorteado. Pero, ¿de verdad que le tocan a alguien?

Bromas aparte, ayer fue un día tranquilo a pesar de lo apretado de la agenda, en especial por la mañana. Sin embargo todo fue sobre ruedas. Deciros que tuve antes de la sesión de radio que acudir a que me pincharan en la Unidad de Trasplantes, puesto que en la última analítica, la que realizamos el lunes creo, aparecieron unas pequeñas trazas de nuestro ya famoso amigo el citomegalovirus. Se trataba por tanto de repetir el análisis y hoy sabré si es una falsa alarma o si por el contrario tendré que volver con el tratamiento para acabar con él, que mira que es pesao el tipo. Con ese nombre no me extraña...

Y sobre la radio ningún problema. Lo tienen todo muy organizado de modo que apenas hay retrasos y he de confesaros que durante los escasos diez minutos que duró la sesión propiamente dicha, me quedé frito en la camilla. Yo más que nada lo hice por ellos: como me dijeron que no me moviera... A partir de hoy mismo y durante veintidós sesiones tendré que acudir todos los días -salvo sábados y domingos- a las 19:45 para someterme, como digo yo, a la lámpara. Por supuesto, tal y como era previsible, no sentí ninguna molestia. En realidad la enfermera me ha comentado que de padecer algún efecto secundario -que no siempre es así- sería hacia la segunda o tercera semana. Así que nada, hoy por la tarde segunda sesión. Y luego cada semana tendré también que acudir a Consulta con ellos para que vayan viendo la evolución. Procuraré casarlo todo de modo que minimice en la medida de lo posible mis visitas al HUCA.

Por la tarde, y después de una mínima siesta, ya con mi té preparado sobre la mesa, me dediqué a releer la prensa, centrándome en especial en todo el follón que se está montando -en realidad que está ya más que montado- en Italia. Ayer me preguntaba un amigo que cuántos diarios me leía y lo cierto es que depende del día, pero no suelo bajar de tres impresos y luego de un buen número en su edición digital. La información es poder, ya se sabe.

De noche hubo tiempo para un nuevo capítulo de Los Soprano. Nos queda muy poco para finiquitar la segunda temporada, si bien es probable que durante este fin de semana volvamos con Hermanos de Sangre para no perder tampoco el hilo después de los tres primeros capítulos que habíamos visto de la magnifíca serie producida por Tom Hanks y Steven Spielberg.

Para esta mañana aprovechando que no tengo citas ni compromisos, la dedicaré a hacer algún recadillo por el centro y de paso así, mover un poco las piernas, que no me vendrá nada mal. Y si el tiempo acompaña es probable que de tarde subamos a Quintes hasta que llegue la hora de irme a Oviedo.

Nos encontramos una vez más a las puertas de otro finde, y con el olor de las castañas que se respira en algunos puestos de venta situados en la calle, comienzan ya tímidamente a sentirse también a lo lejos algún tintineo de campana que nos anticipa que a la vuelta de la esquina tenemos a diciembre con sus fiestas navideñas. Yo, tal y como os anuncié el otro día, ya di el pistoletazo de salida con la degustación del primer Panettone. Y siguiendo la tradición, he inaugurado también la primera bandeja de polvorones que inocentemente ha aparecido por casa. El objetivo es claro: comenzar el 2012 con unos 70 kilos de peso. La última vez que me pesé esta semana andaba por los 66. Será "duro" -como el turrón- y habrá que "sacrificarse", pero os prometo no cejar en mi empeño por lograrlo.

Cuando pasan algunos minutos de las cuatro me despido de vosotros, no sin antes desearos un muy buen fin de semana... "y mañana más..."

1 comentario:

  1. Hola Fili: Al menos la radio no te hace perder tiempos de espera... Empieza la temporada de los dulces de Navidad, así que ganar peso no será tan difícil. Un abrazo. HONOR Y FUERZA

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