sábado, 30 de abril de 2011

Día CXCII

Son apenas las nueve y media de la mañana de este sábado treinta de abril cuando comienzo a escribir el Blog. Las previsiones meteorológicas se han cumplido y al subir la persiana de la habitación he contemplado no sin cierto pesar que la calle estaba mojada. En fin, parece que este fin de semana toca sacar el paraguas de verdad.

Ayer subimos a Quintes a comer, aunque no hubo paseo porque tiraba bastante viento, que refrescaba considerablemente el ambiente. En lugar de esto, me dediqué a leer los periódicos tranquilamente y a entretener un poco al ahijado de mi mujer, que como cualquier pequeño, disfruta más si alguien juega con él -o simplemente viéndolo jugar- que haciéndolo él solo. Además, como ya sé qué es lo que más le gusta en el mundo, con sólo ponerle un video de Mickey Mouse en el iPad ya se queda feliz como unas castañuelas. Aunque eso sí, también hay que verlo con él, porque te va contando lo que sucede, y eso que se los pongo en inglés. Tampoco os creáis, que no me viene a mí nada mal tampoco refrescar el oído con el inglispiquinglis.

Tras un buen cocido de garbanzos, con su chorizo casero incluido, no pude evitar rendirme a una buena siesta, después de la cual, regresamos ya a Gijón. El día seguía medio soleado, pero el viento soplaba si cabe con más fuerza. Además, notaba que mi garganta estaba un poco más tocada de lo habitual. Supongo que el haber estado el día anterior charlando durante tanto tiempo me había afectado un poco. Así que preferimos quedarnos en casa y para empezar, cumplir con nuestra obligación para con el campeonato de Parchís. Nueva victoria para el que esto escribe, con lo que la cosa se pone emocionante por momentos: tres a dos –todavía en contra- y si hoy consigo la victoria todo quedará a expensas de lo que suceda mañana. Se admiten apuestas.

Por la noche lo confieso sin rubor alguno: estuvimos viendo un amplio resumen de la famosa boda. A este paso me voy a hacer un entendido de la alta sociedad… Bueno, como resumen corto y de alguien neófito en estos temas, diré que en primer lugar la novia iba muy guapa, aunque quizás el vestido fuera un poco soso para mi gusto –que no es que tenga mucho, lo reconozco-. El príncipe por su parte iba como tenía que ir, así que poco hay que decir de él, salvo que parecía mucho más nervioso que la que iba a ser su esposa, a la que se veía sueltísima. El que me hizo muchísima gracia fue el hermano del novio: tiene unos andares y unas formas que ni que se hubiera criado en los bajos fondos londinenses. De los invitados destacar sin duda a la que fue la atracción de la ceremonia: la espectacular Filippa, hermana de la novia. Muchos podrán criticar el que fuera vestida de blanco, pero a mí me pareció una idea genial para que al llevar la cola de su hermana, todo fuera como mucho más homogéneo junto a las pequeñas damitas también de blanco, que si hubiera ido vestida de cualquier otro color. Y poco que decir de nuestra representación. La princesa Leticia cada día está más delgada y en esta ocasión su vestido y su peinado no fueron de lo mejor que le hemos visto, por decirlo suavemente.

En fin, que lo que más me llamó la atención es lo feliz que parece hacer a la gente de a pie la felicidad de unas personas que viven en un mundo de privilegios sin límite alguno. Quizás todo sea porque les parece algo mágico el que en una sociedad tan dura, exista un rinconcito para un pequeño mundo de hadas.

Nada más que contaros, salvo que este finde tenemos de nuevo la agenda deportiva de lo más cargada. A los partidos de Liga se añaden las motos, así que podemos decir que al mal tiempo... buen deporte. Que tengáis un fin de semana genial… “y mañana más”.

1 comentario:

  1. Hola Fili: De la boda poco puedo decir, porque poco vi. En general, los ingleses siguen siendo muy elegantes en osaciones, y muy horteras en general. De todo vi. A mi Leticia me pareció elegante y discreta, aunque eso sí, extremadamente delgada. En cuanto a las apuestas por el parchís, yo voy a jugar sobre seguro: La Reina del Cubilete gana 4-3, lo siento FILI, pero es imposible que Moo pierda 3 partidas seguidas. Y mañana el Sporting viene a Valencia para enfrentarse al Levante: apuesto por un empate, que a los dos equipos les vendrá fenomenal (además, Manolo Preciado fue el entrenador que subió al Levante a Primera hace unos años, y por aquí se le tiene mucho cariño) Así que no me extrañaría nada que algo hayan hablado... La lluvia también ha llegado a Valencia. En fin, buscaremos los paraguas... Un abrazo. HONOR Y FUERZA

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