domingo, 24 de abril de 2011

Día CLXXXVI

Son las diez y media de la mañana de este Domingo de Pascua, veinticuatro de abril, cuando comienzo a escribir el Blog. Nos despertamos como ayer con un día nublado, a la espera de que tal vez podamos ver algunos claros con el transcurrir de la mañana como ha sucedido en los últimos días. La temperatura sigue siendo en cualquier caso muy agradable.

Ayer por la mañana habíamos quedado con una pareja de amigos para dar un paseo y tener así la oportunidad de vernos un poco, que hacía mucho que no lo hacíamos, ya que viven fuera. Recorrimos así parte de El Muro, adentrándonos en los nuevos túneles subterráneos que unen el Parque con el Muro y el Kilometrín, con esa explanada en medio, que como mi buen amigo Pepe bromeaba, cuando entras en ella da la sensación de que lo hicieras a un circo romano, al más puro estilo Gladiator. A mí lo que me da la sensación es que efectivamente ahí va a haber mucho "circo", pero en forma de botellón; al tiempo. No faltó la visita al Molinón, para que pudieran ver también las nueva cara que ofrece el vetusto estadio gijonés. Coincidieron con nosotros en que en general ha quedado un tanto insulso, con demasiado predominio del gris -¡qué diferencia con el proyecto original!-. Lo que no tiene sentido además es que el escudo del club haya quedado relegado al Fondo Norte, que es el que menos visión tiene, salvo que salgas de la Feria de Muestras. Lo lógico habría sido colocarlo en la entrada principal, en el Fondo Sur con la Tribuna Este –impresionante sería su vista al llegar de la ronda y entrar en la ciudad- o en el Sur con la Oeste. En fin, ya veremos si todavía nos dan alguna sorpresa.

Subimos más tarde a Quintes a comer y después de la siesta y de ver incrédulo la goleada del Madrid al Valencia, bajamos de vuelta a Gijón puesto que ahí nos esperaba dilucidar posiblemente el campeonato semanal de Parchís. Y así fue, ya que con mi derrota, la partida de hoy no cambiará el resultado global de la semana, que en esta ocasión –recuerdo para evitar burlas que la semana pasada no fue así- se ha adjudicado mi mujer.

Hoy, Día del Bollu, pasaremos a ver a mi ahijada y hacerle entrega de su primer bollu, ya que el año pasado coincidió justo con mi ingreso y habíamos decidido posponerlo para mi recuperación. Quien ya lo ha recibido ha sido el ahijado de mi mujer. Se lo dimos ayer aprovechando que pasaban también por Quintes y hoy no lo harían. Con sus tres añitos a punto de cumplir ya entiende un montón de cosas, y por supuesto bien que sabía que aquella tarta con su figurita de chocolate era para él. ¡Qué cara de felicidad tenía!

Para la tarde nos espera también el partido del Sporting a las cinco en El Molinón. Había incluso dudado con la posibilidad de acudir al estadio viendo la buena temperatura que hace, pero finalmente he decidido verlo tranquilamente en casa. Tal vez para el de dentro de quince días, si no está demasiado próximo ya el ingreso para el trasplante. Lo importante lo vea en casa o en el estadio, es que consigamos la victoria.

Y bueno, nada más por hoy; como es tradición en Italia, os deseo una feliz Pascua, un fuerte abrazo…“y mañana más”.

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