miércoles, 20 de abril de 2011

Día CLXXXIII

Son las cuatro y media de la tarde de este miércoles veinte de abril cuando comienzo a escribir el Blog, mientras aprovecho al mismo tiempo para preparar una deliciosa infusión de rooibós con sabor a naranja y canela. Acabo de levantarme de la siesta, que hoy necesitaba más que nunca, después de haber madrugado esta mañana para acudir a Oviedo a primera hora.

Así, a las ocho y media, estábamos mi hermano y yo los dos con el brazo puesto para la correspondiente analítica. Luego nos fuimos a recuperar fuerzas –que a mí me habían sacado un montón de tubitos; a él alguno menos- con un buen desayuno. La espera se hizo un poco larga hasta que llegaron los resultados cerca de las doce. De todos modos ya contábamos con pasar la mañana por el hospital; y además lo importante es por encima de todo ir cubriendo los pasos necesarios para el trasplante.

En la consulta nos mostraron los resultados de la analítica. Ningún problema en el caso de mi hermano como era de esperar, mientras que por mi parte mantengo los parámetros de lo más estables. Aun así, como los neutrófilos siguen bastante bajos, optaron por ponerme una inyección de Neupogen para “animarlos” un poco. Espero que no me revuelva como lo hizo la última vez, aunque para prevenirlo me dieron también algo de paracetamol. Por lo que se refiere a la hemoglobina sigo por encima de los trece puntos, y eso que la EPO la hemos vuelto a reducir a una dosis mínima cada quince días. Finalmente las plaquetas se han estancado entorno a las cincuenta mil, cifra como todos sabéis baja, pero que para mí es un nivel más que aceptable. Todavía recuerdo aquellos tiempos en los que apenas superaba las cinco mil.

Siguiendo el mismo procedimiento que en el caso del trasplante autólogo que realicé el año pasado, hemos pedido cita para una serie de pruebas que comenzaré ya la próxima semana. Básicamente se trata de una prueba de capacidad pulmonar, una revisión bucodental y una nueva ecocardiografía.

Paralelamente y con el fin de mantenerme en este estado actual hasta que llegue mi ingreso en la Unidad de Trasplantes, haremos alguna sesión extra con el tratamiento que tan buen resultado nos ha dado. El lunes que viene tengo consulta en Cabueñes y fijaremos los días para reiniciar dicho tratamiento. Confío en cualquier caso en que no sean necesarias demasiadas sesiones, porque eso sería sinónimo de que el ingreso sería más pronto que tarde. De momento no tenemos todavía ninguna fecha, aunque lo cierto es que se baraja como pronto la semana del dieciséis de mayo, si bien podría darse alguna circunstancia que lo adelantara. También nos han comentado que la duración del ingreso, dependiendo de cómo se desarrolle, oscilará entre las cuatro semanas en el mejor de los casos, y las seis si hubiera complicaciones. Firmemos cinco y todos contentos, ¿no? ¡Pues no!, que yo como competitivo que soy voy a por las cuatro. Es broma por supuesto: que aquí el verdadero éxito es lograr la curación y no el tiempo empleado en ello. Pero bueno, quedaros por si acaso en la cabeza con lo de las cuatro semanas...

Para que todo esté “en su punto” para cuando llegue el momento, mi hermano tendrá que pasar por el mismo procedimiento de aféresis que yo tuve en su día que pasar para la extracción de las células madre. Si recordáis, es algo parecido a una máquina de diálisis, en la que te enchufan un tubo por cada brazo de modo que por uno te extraen la sangre, pasando ésta por una máquina que retiene las células madres, mientras que luego, por el otro tubo te la devuelve al cuerpo. Indoloro totalmente aunque bastante tedioso por las tres horas que requiere el proceso.

Bueno, de momento vamos a seguir disfrutando de estos días de relax absoluto, y si el tiempo lo permite –que menuda Semana Santa están teniendo las cofradías de media España- aprovecharemos para seguir de turismo en mi propia ciudad. El otro día, haciendo un poco el tonto y simulando ser un turista, le pedí a un matrimonio que nos sacara una foto a mi mujer y a mí, poniendo en mi voz un acento andaluz, diría que más próximo a Cádiz que a Sevilla. Que me perdonen los andaluces, mi madre la primera.

Lo dicho, que a disfrutar todos de estos días de asueto, y en cuanto al partido de esta noche, que Dios reparte suerte. Yo como dije el otro día –por cierto acerté el empate en Liga- creo que hoy la victoria va a tener sabor a merengue. Quizás la cercanía del Bollo hace que piense en dulce. Un fuerte abrazo…“y mañana más”.

2 comentarios:

  1. Hola Fili: Como siempre digo, poco a poco. Hay que ir día a día, pero lo cierto es que todos tenemos buenas sensaciones. En cuanto al partido de hoy, estoy hasta las orejas de ver por las calles a madridistas y culés, coreando, etc... En fin, paciencia. Sólo espero que nadie se acuerde del árbitro. Y para que quede por escrito: yo creo que la Copa siempre la pierde el equipo favorito: así que, en contra de nuestros intereses valencianistas, creo que el próximo sábado habrá que hacer pasillo al R. Madrid cuando vuelva a jugar en Mestalla, como Campeón de la Copa. Ya veremos. Un abrazo. HONOR Y FUERZA

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  2. No te quites tu acento real, que mucho te las das de italiano pero eres un carabayón con acentó Cordobés. Eah!! Besotes.

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