sábado, 7 de agosto de 2010

Día Cuatro

Son las nueve pasadas de este sábado cuando comienzo a escribir el Blog. ¡Ya es sábado de nuevo! Eso significa que la próxima semana comenzaremos nuestra tercera de estancia en el hospital en la que sin duda las cosas habrán de mejorar mucho si seguimos como hasta ahora cumpliendo todos los parámetros.

Ayer el día fue bastante similar al anterior, con buenos momentos en los que tuvimos tiempos para los juegos y otros no tan buenos en los que aprovechaba para quedarme amodorrado. Aun así no fallé a mis sesiones de bicicleta ni de ejercicios respiratorios. ¡Anda que no habrá ciclistas que suben puertos de alta montaña aquejadazos de una enfermedad! Sin ir más lejos, el italiano Basso llegó a París en el Tour de este año arrastrando una bronquitis durante la última semana. Así que pienso en eso cuando me subo a la bici con alguna decimilla de fiebre.

Sé que es duro para los que leéis el blog el que os cuente si me encuentro regular o mal, pero sería peor engañaros, ¿no? Desde el primer día creo que he sido muy sincero y os he explicado que esto no iban a ser una vacaciones a Torremolinos. Pero siempre está ese gen humano -especialmente desarrollado en las madres- que le lleva pensar a uno “bueno, igual tiene suerte y no es para tanto”. Esto es medicina y aquí no hay historias raras, lo que es es, y punto. Así que lo mismo que sabíamos que íbamos a tener cuatro o cinco días fastidiados, sabemos que a partir del próximo martes o miércoles la cosa mejorará. Pero todas estas fases son absolutamente necesarias para curar.

Así que nada, por resumiros el día de ayer os diría que lo mismo estuve durmiendo un 50 por ciento del tiempo, mientras que el resto lo dedique a los ejercicios y a los juegos con mi mujer.

La comida ayer fue en su línea. Concretamente en la cena teníamos un bonito que estaba más seco que los bolsillos de Carpanta. Y con unos guisantes como para partirte una caries. Y luego quieren que comamos.

Después de la cena hicimos unas llamadas con el Skype, un programa de ordenador que te permite realizar una especie de videoconferencia. Estuvimos así charlando con mis suegros, luego con mis primos de Bruselas y finalmente con Kiko, el primo de mi mujer, o mejor dicho, con su peque, que es su ahijado, y que tiene madera de presentador de telediario por lo bien que se desenvuelve frente a las cámaras.

Bueno, y que como quien no quiere la cosa ya hemos llegado al fin de semana. Para mí es un hito muy importante porque estoy convencido que a partir de la próxima semana seguro que todo irá a mejor.

Hoy ha amanecido soleadete. No sé si es que nos hemos acostumbrado ya a estas temeraturas, pero lo cierto es que lo llevamos bien. Creo que hicimos bien no cambiando de habitación. Y mientras escribo estas líneas, os prometo –me prometo- una cosa: “y mañana más…”

2 comentarios:

  1. Buenos días,pues ya está aquí el finde así que para el Lunes hay que ponerse las pilas,repostar...,lo que tú quieras,pero a mejorarse se ha dicho!!!.
    Fili,como bien dices,claro que es duro para nosotros,pero...sabes la lección que nos estás dando??,aun así nos tienes enganchados,jejej.
    Un beso

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  2. Si, a veces es duro, pero más duro sería no saber nada de ti, ni de tu evolución!

    Mucho ánimo, y piensa que el martes ya está a la vuelta de la esquina! ;-)

    1 beso chicos!

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