jueves, 19 de agosto de 2010

Día Dieciséis

Son las diez menos cuarto cuando comienzo en este jueves a escribir el Blog. La noche ha sido complicada porque a eso de las cuatro me desperté y ya no conseguí dormirme. Supongo que sobre todo será cuestión nerviosa. Antes ya había despertado un par de veces. Lo malo en esta ocasión es que además me dio una pequeña racha de arcadas, más creo yo por la cantidad de agua que ingiero por la garganta seca que por otra cosa. Pero bueno, hacia las cinco y media volví a caer dormido y no me molestaron hasta las siete que entraron a hacerme la extracción del día, que esto es como el sorteo de la ONCE, cada día una extracción, sólo que aquí siempre me toca a mí.

Sigo con algo de moquera, aunque hoy tendremos los resultados ya que ayer por la noche por asegurar me tomaron unas muestras de lavados nasales, más que nada para descartar cualquier cosa, pero están convencidos que no hay nada de lo que preocuparse.

Otro de los problemas que me persiguen ahora son los dolores intestinales cada vez que tengo que ir al baño. Son dolores muy fuertes que a veces parece que te va a reventar la tripa, pero una vez más –para variar- son normales. La mucositis que me afectó a la boca, no se queda sólo ahí, sino que afecta a toda la membrana que va desde la boca hasta donde la espalda pierde su honorable nombre... Así que este tipo de problemas es habitual que se mantengan al menos durante tres o cuatro semanas.

Hoy es un día en el que se piensan muchas cosas, y aunque este Blog no vaya de lo que hoy pasa por mi cabeza, lo cierto es que prácticamente es lo mismo que ayer tenía metido entre ceja y ceja. Primero te pasas mucho tiempo pensando en que algo no se tuerza y que por una tontería tengas que alargar estas “maravillosas” vacaciones. Yo soy el primero concienciado en que cuando esté en casa no será la panacea, pero sin duda, mi estado anímico mejorará de forma sustancial y ello repercutirá necesariamente en una mayor velocidad a la hora de recuperarme.

Pero en segundo lugar también piensas cosas más profundas, como que la vida muchas veces es muy dura con algunos a los que no les ofrece una segunda oportunidad. No tenemos más que echarle un ojo a la prensa o a la tele. En mi caso, dentro de las circunstancias, puedo considerarme afortunado por tener esta segunda oportunidad, que por supuesto no voy a desaprovechar. También piensas como es lógico si tal vez algún día haya que recurrir a una tercera oportunidad, pero ese es un pensamiento que ahora no aporta nada y que además, ya sería tema para otro Blog, no para este.

Los médicos pasaron casi cuando acabé mi sesión de bici. Pocas novedades. Todo sigue según lo previsto y ahora mismo ya ingiero toda la medicación por vía oral. Es más que probable que incluso hoy me quiten la vía venosa y mañana me saquen la sangre “como toda la vida”, con aguja. ¡Tengo unas ganas de librarme del palo este de peregrino!

Por la tarde apenas dormimos media hora después de ver nuestro episodio diario y luego ya volvimos cada uno con nuestros “vicios”: Mónica está enganchadísima al Plants&Zombies, y yo me dedico a internetear y escuchar música sin más. Pero por supuesto tuvimos nuestra sesión de juegos. Para empezar perdí ya al Scrabble, para luego sufrir otra derrota humillante al Parchís. Pero eso sí, vencí una partidilla al Cuatro en Raya –otro de los juegos que me he bajado para el iPad-. Eso me dio la alegría del día porque vamos, a Mónica le gano una de cada diez. Así que por supuesto no acepté revancha alguna que pudiera amargar aquel dulzor que quedó en mi boca.

Por la tarde después de la cena llegaba la maxisesión de fútbol, primero con el Sporting de Braga Sevilla, valedero para la Champions, y luego con la semifinal del Trofeo Colombino que enfrentaba a Sporting y Atlético de Madrid. Lo confieso: del partido del Sporting que empezaba a las diez y media apenas vi la primera parte. Sin embargo me llevé una alegría esta mañana al ver que al final ganaron uno cero y jugarán esta noche la final frente al Recre.

De nuevo ayer comí y cené de forma bastante aceptable, aunque la báscula sigue traicionándome y ahora mismo marca 68 kgs. Cuando entré hace un mes estaba en 73 kgs. Pero bueno, como dije ayer, eso en una semana o dos se soluciona. Además, menudo cuerpito de Adonis que me he echado sin falta de entrenar, ¿no? Lástima que no pueda ir a lucirlo a la playa. Más que nada por igual se me caen los bañadores.

Hoy ha amanecido nubladete. Se supone que es nuestro último día completo en esta habitación y eso hace como si el sol entrará con toda su fuerza. Y mientras escribo estas líneas, os prometo –me prometo- una cosa: “y mañana más…”

2 comentarios:

  1. Ya estoy con los dedos cruzados para que no se tuerza nada, y esperando que el blog de mañana sea desde Gijón!!

    1 besazo chicos!

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  2. ya verás como recuperas enseguida los kilitos, estaran las cocineras ansiosas esperandote!jeje

    bsitos!
    carmen.

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