lunes, 5 de marzo de 2012

Génesis MMXII (Unus et Tricesimus)

No creas nada de lo que oigas y ni la mitad de lo que veas (Tony Soprano - Los Soprano)

Son las siete menos cuarto de este lunes cinco de marzo cuando comienzo a escribir el Blog, recién llegado del hospital donde a eso de las cinco y media me dieron el alta. Así que por supuesto la primera sensación es de alegría de volver a estar en mi burbujita particular, con mi portátil, viendo la tele y mirando por la ventana del salón para comprobar que todo sigue igual.

Tanto la noche como el día de hoy no fue del todo malo. No es que dormiera muy bien porque me pasé con febrícula todo el tiempo y despertando cada poco, pero me sentí bastante bien a pesar de todo. No obstante tenía mis dudas sobre la posibilidad que me dieran el alta puesto que por un lado, además de la febrícula, que llegó a 37,7 a mediodía, el que las defensas no hayan aumentado todo lo deseable y el que persistiera la hematuria en la orina, no eran cartas que jugaran a mi favor.

No obstante cuando vino la médico a su visita diaria me sorprendió diciéndome que con todo, si yo me encontraba con fuerzas, por su parte estaba más por darme el alta que no tenerme metido en el hospital. En realidad, los problemas que puedan surgirme aquí en casa, puedo solventarlos si no se agravan, así que por este motivo, decidí que lo mejor sería recoger el petate.

Pusimos una bolsa de plaquetas para ver si de este modo corregimos en parte la hematuria. También me infundieron una bolsa de sangre para subir la hemoglobina. Y por último, recibí la dosis diaria de Neupogen para las defensas. Así que digamos que vengo reforzado al máximo. Espero que sea suficiente para pasar el día de hoy y mañana, puesto que de ser así, hasta el miércoles no tendría que pasar por el hospital para seguir con el tratamiento contra el virus, que ahora, únicamente recibiré cada 48 horas.

A los medicamentos que ya tenía pautados hemos añadido ahora un par de antibióticos durante cinco días a modo de profilaxis, además de los famosos parches contra el dolor general y los chupachups para el dolor en particular de la boca. Por lo que se refiere a ésta, la verdad es que hoy me encuentro algo mejor, pero tengo una zona totalmente pelada que hace que cualquier cosa que esté un poco más salada de la cuenta, me abrase. Tendré que contenerme durante una temporada con el jamón.

Hablando de jamón, sin duda lo que más alegría me produce mi vuelta a casa, es volver a comer, porque lo del hospital no era normal. Todavía esta mañana me tocó un puré de lentejas con no sé qué, que aquello era para morirse. Peor le fue a Mónica, a quien además del puré, le pusieron un pescado frito que todavía estamos investigando si es de origen terrícola o extraterrestre.

Así que nada, a descansar, disfrutar de la tranquilidad de estar en casa y a olvidarme de hospitales hasta el miércoles. Un fuerte abrazo... "y mañana más".

1 comentario:

  1. Jajajajajajaj el pescado de los hospitales es expediente X. Me alegro de saber que ya estás en casa.

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