jueves, 8 de marzo de 2012

Génesis MMXII (Quartus et tricesimus)

El silencio es el grito más fuerte
(Schopenhauer)


Son las diez en punto de este ocho de marzo, jueves, Día de la Mujer Trabajadora cuando comienzo a escribir el Blog. Así que, aunque a mí no me va mucho esto de dedicarle un día en especial a algo que en realidad merecería ser celebrado y sobre todo tenido en cuenta durante todo el año, vaya desde aquí mi más sincera celebración a las mujeres trabajadoras, empezando por mi madre.

Ayer por la noche, ya antes de la cena, comencé a sentirme bastante cansado. Y eso que como os había comentado la hemoglobina no es precisamente lo que peor está dentro de mis cifras. Después, estuvimos viendo un episodio de Chuck, aquella serie de la que habíamos visto hace tiempo las tres primeras temporadas, y que ahora hemos retomado en lo que es la cuarta y última.

Intenté leer algo antes de apagar la luz, pero prácticamente me dormí con el libro abierto sobre la cara. La noche no fue del todo mala, aunque desperté en multitud de ocasiones, de modo que a las seis decidí enchufarme ya al ordenador. Después, una vez Mónica se fue a trabajar, me volví al sobre y he dormido hasta hace apenas un cuarto de hora. Es curioso, pero estas pequeñas "siestas" me reconfortan más y me sientan mejor que las cuatro o cinco horas que puedo dormir por la noche.

Hoy la verdad es que se hace un poco raro no tener que ir al Hospital. De momento visto como me encuentro esta mañana no parece que vaya a ser necesario. La hematuria parece controlada lo mismo que la fiebre. Nos tocaba además colocar el parche de Fentalino, un agonista opioide utilizado en analgesia y anestesia, de gran potencia a la hora de combatir el dolor. Es exactamente el mismo compuesto que llevan los chupachups de los que os hablé para aliviar el dolor de la mucositis.

Lo que hoy no voy a poner es Neupogen para las defensas. Ayer tenía una cifra aceptable y dado que mañana vuelvo por la consulta, vamos a ver si mi cuerpo por sí mismo ya es capaz de mantenerlas sin necesidad de apoyos externos.

Al final, y dado, que el pelo comenzaba a caerme en exceso, después de un par de cortes intermedios, he alcanzado ya el corte definitivo, estilo marine, sin duda el más cómodo para no ir dejando por ahí pelos como si fuera un gato persa.

Para lo que queda de día tengo previstos un par de textos a escribir y proseguir con la tercera parte del máster, que espero que no sea tan infumable como la segunda que ayer de tarde acabé.

Por supuesto habrá tiempo para el fútbol, hoy con la Europa League. E incluso ya veremos si me echo a caminar un poco en la cinta, que parte de la debilidad que siento proviene sin duda de la inactividad en la que llevo inmerso casi tres semanas.

Nada más que contaros por este jueves. En nada ya tenemos otro fin de semana con nosotros. Un fuerte abrazo... "y mañana más".

1 comentario:

  1. Bueno, después de la tormenta parece que llega la calma poco a poco. Paciencia

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