Son las tres y media de este jueves quince de marzo cuando doy comienzo al Blog. Lo hago desde una de las dos camas del Hospital de día de la unidad de trasplantes, donde hoy tenía tratamiento y consulta, pero donde todavía a estas horas sigo debido a que esta mañana al llegar sufrí un episodio de escalofríos y tiritona con lo que después de tomarme los cultivos de rigor, me tienen en observación. A estas horas no tengo ni idea de cuánto tiempo más tendré que estar aquí, y ni tan siquiera sé si esta noche dormiré en casa.
La analítica en principio está bien. De hecho mis cifras incluso han mejorado, pero es evidente que hay algo que me está afectando de algún modo para provocarme esas subidas de temperatura puntuales.
Hemos puesto suero, paracetamol, antibiótico y el antiviral, y ahora sigo con más suero a la espera que me digan algo. Esto se hace realmente insoportable. Llega un momento a partir del cual los segundos se transforman en minutos y los minutos en horas.
Siempre he tratado de ser sincero y claro, aunque algunas veces quizás os haya edulcorado un poco la información. Pero lo cierto es que estos días están resultando especialmente duros a nivel psicológico. Supongo que el cerebro, como cualquier otro órgano del cuerpo, acaba por fatigarse, y el mío en este caso, si ni lo está ya, se encuentra muy próximo a ello.
La semana que viene debería empezar con el segundo ciclo, pero vistas cómo están las cosas no sé en qué acabará todo. Si os soy sincero creo que he perdido en parte la confianza de que con estos ciclos vayamos a lograr acabar con la enfermedad. Son sensaciones. Puede que logremos retenerla por un tiempo, pero luego... Estos pensamientos me estresan y agobian de forma permanente. Necesitaría un tiempo muerto, como en el deporte, pero no puedo pedirlo. Así que sé lo que tengo que hacer y lo haré.
Voy a ver si consigo que me traigan algo para comer, que llevo sin meter nada en el estómago desde el desayuno. Y tengo que coger fuerzas que si no me dejan aquí fijo.
Espero dormir esta noche en mi cama. Con este deseo me despido de vosotros. Un fuerte abrazo... "y mañana más".
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Hola Fili, mi querido Fili: ¿Cómo no vas a estar cansado?. Si no fuera así, serías de otro planeta, y aunque medio napoliltano, eres uno de los nuestros. Las rampas son más pronunciadas de lo esperado, pero no puedes tirar la toalla. Nadie sabemos qué pasará mañana, por eso sólo hay que pensar en el día a día. Hoy tu objetivo sólo tiene que ser que la fiebre rebaje, y que el malestar consiguiente desaparezca. Si vas a casa mejor, pero si quedas en el hospital, que sea para descansar. No queda otra Fili, y no debes bajar la guardia. Desde el rincón del cuadrilátero no podemos más que animarte a que sigas con confianza, con esperanza, con la tozudez que te caracteriza... Tienes que hacerlo porque todos esperamos que lo hagas, y no puedes defraudarnos. Tenemos pendiente el viaje a Roma, así que tienes que recuperarte. Como me enséñó la Reina del Cubilete: ¡¡Cojonas!! Levanta el ánimo y a superar este momento complicado. Te queremos. Un abrazo. HONOR Y FUERZA
ResponderEliminarVolverás a dormir en tu camita y volverán los segundos a durar un segundo… e incluso a pasar más rápido!. Es comprensible que haya momentos de desesperación y tristeza, pero no pierdas el ánimo ni la fe en que esto también pasará, y merecerá la pena el haber recorrido este camino tan sumamente duro.
ResponderEliminarMe gustaría tener una recete mágica para ayudarte a pasar mejor estos momentos, y que no te empañen los buenos que están por venir...
Un abrazo enooooorme!
El 10 de abril de 2010 comenzaste este blog. Llevas días y días, meses y meses sin quejarte ni una sola vez, sin desfallecer. Es la primera vez que te sinceras como dices a nivel psicológico. Tienes miedos, desconfianza y piensas que puede que algo no salga como todos deseamos. Pero tienes que seguir. Y estamos aquí. Contigo. Espero que te ayude en algo saber que para nosotros eres no un ejemplo, sino un estímulo. Amigo,quiero que vuelvas a tu casa lo más pronto posible. Un beso enorme.
ResponderEliminarEs normal tener dias malos y bajones despues de 2 anios. Si miras hacia atras veras todo lo sufrido y lo conseguido, es mucho. Para adelante aun queda sufrimiento, pero se k lo superaras. Eres un luchador y el premio merece la pena. Ahora mas k nunca animo, animo, animo.
ResponderEliminarLa lucha es tuya, pero nos tienes contigo.
Te queremos. Besos de la familia Solar vega