miércoles, 29 de febrero de 2012

Génesis MMXII (Vicesimus Sextus)

Credo quia absurdum
Creo porque es absurdo(Tertuliano)

Son las cuatro y media de este veintinueve de febrero, miércoles bisiesto, cuando comienzo a escribir el Blog. Acabo de despertar de la siesta y me siento como si me he hubiera atropellado un autobús. Digamos que las sensaciones no son muy buenas: ha vuelto la fatiga, el dolor en la espalda y la sequedad en la boca, entre otras molestias. Diría que los parches de morfina no es que hoy estén siendo muy efectivos.

Y eso que ayer por la tarde estuve francamente bien y tampoco es que durmiera del todo mal, aunque hacia las cuatro y media me desvelé. No fue por eso extraño que esta mañana, en el hospital, de las cinco horas largas que estuve, más de la mitad me las pasara durmiendo.

Quizás, de entre las molestias que antes os comentaba, ahora se ha unido otra que me está martirizando y es que me da la sensación de que estoy desarrollando una infección urinaria que me hace ir cada poco al baño y siempre con dolor. Estoy un poco mosca con el tema después de la cistitis hemorrágica que tuve durante el trasplante y que mantuvo con sonda durante más de treinta días.

Por otra parte, apenas tengo unas décimas de febrícula, que aun así, tampoco es que ayuden mucho. En la analítica de esta mañana todo ha aparecido más o menos igual,con lo que hemos vuelto a poner plaquetas y una nueva inyección de defensas. Es clave que éstas cuanto antes comiencen a crecer.

Para mañana tengo previsto el último día de tratamiento contra el virus. Se está haciendo todo muy pesado, pero al final se acaba. Esperemos que el próximo análisis podamos comprobar que ha servido para su fin.

Ahora, intentaré seguir descansando. Tal vez cuando Mónica acabe de trabajar, veamos el final de una película que ayer comenzamos por la noche. Un clásico de los años 60: El Tormento y el Éxtasis. La acción se ubica en pleno Renacimiento italiano, principios del siglo XVI. El papa Julio II (interpretado por Rex Harrison) encarga a Miguel Ángel (Charlton Heston) que pinte el techo de la Capilla Sixtina, a lo que el artista se opone inicialmente, al considerarse un escultor y no un pinto. Tras un inicio accidentado de las obras, donde Miguel Ángel, insatisfecho con los resultados destruye su propio trabajo y huye de Roma, finalmente, reaunuda el proyecto entre continuas polemicas por lo novedoso de su enfoque y el rechazo de muchos de los cardenales de la época. Un auténtico peliculón.

Quiero también agradecer públicamente el obsequio que me ha hecho llegar un buen amigo, Paolo Ercolani, vicecónsul de Italia en Oviedo. Se trata de un libro que habla del afán de superación: El Hombre en Busca de su Destino, de Viktor Frankl. Será el próximo que lea en cuanto acabe con el que ahora estoy, Tela de Juicio, de Pedro Jesús Fernández, y que se me está haciendo un poco pesado. Pero bueno, ya puestos, lo acabaremos.

No sé, tal vez me anime por otra parte a intentar pillar el partido de Italia frente a los EEUU que hoy se disputa a las 20:45. Ya veremos.

Un fuerte abrazo... "y mañana más".

1 comentario:

  1. Hola Fili

    poco a poco se acerca el finde...y la remontada :) Espero que puedas descansar esta noche!

    Un besín

    ResponderEliminar