miércoles, 2 de mayo de 2012

Génesis MMXII (Unus et Sexagésimus)

Lo que distingue al hombre de los otros animales son las preocupaciones financieras (Jules Renard)

Comienzo a escribir el Blog cuando son las cuatro menos cuarto de este miércoles dos de mayo. Después de un puente, Día del Trabajador mediante, he vuelto a la rutina con mi paso esta mañana por el HUCA donde he comenzado con el cuarto ciclo. En concreto, como en anteriores ciclos he empezado con el Rituximab.

Así que hoy me tocó madrugar después de una noche en la que no dormí demasiado bien. Puede que influyera el pequeño disgusto del partido de ayer del Sporting, que con su derrota frente a Villarreal ha consumado en un 99% su descenso a Segunda y que esta noche podría certificarse. Casi como si me temiera que podía ser la última vez que viera, quién sabe hasta cuándo, al Sporting en primera, o tal vez con la esperanza de asistir a la continuación de un sueño, lo cierto es que me animé a ir a El Molinón. No obstante, al descanso, como comenzaba a hacer algo de frío, decidí que era más prudente ver la segunda parte en casa.

Pero bueno, que al final el fútbol es eso: sólo fútbol. En lo que a mí realmente me preocupa, comentaros que los análisis de hoy han mostrado que sigo estable, por lo que mis condiciones para este cuarto ciclo son prácticamente las mismas que tenía antes de comenzar el segundo o el tercer ciclo. Por ello confío en que al igual que éstos este cuarto ciclo sea relativamente llevadero.

De momento esta mañana todo ha ido perfecto, si bien se me hizo un poco largo -llegué a casa pasadas las tres-. No obstante el tiempo lo pasé entre la lectura, echar una cabezadita y ver una películas de esas que merecen la pena ver y que por una cosa o por otra, yo nunca había tenido oportunidad de hacerlo: Sospechosos Habituales. Además tuve la suerte de que hoy coincidí con mi gran compañero de batallas, Pablo. Pablo es un niño de seis años que sólo tiene un defecto: que es del Oviedo. Así que hoy me ha tocado aguantar sus chanzas. Pero ahora en serio: para mí hablar con él es como un soplo de aire fresco y siempre que lo hago parece como si por un instante mis problemas desaparecieran. Es increíble la naturalidad con la que los niños aceptan una situación que para algunos adultos se nos antoja como un muro infranqueable. Son un ejemplo de madurez que no dejará nunca de sorprenderme y que me llena de admiración.

En cuanto a los resultados del TAC, seguimos a la espera de los mismos. Se están retrasando más de lo que suponíamos pero es entendible teniendo en cuenta que nos ha pillado el puente por medio. Es curioso, pero no sé cómo me arreglo que cada vez que estoy a la espera de unos resultados siempre cae de por medio un puente, unas vacaciones de Semana Santa, Navidad... No sé, puede que sea mera coincidencia, o puede que de verdad en este país tengamos demasiadas vacaciones. Esto último lo digo en confianza, sin que se salga de aquí, no vayan a recortar también eso.

Para lo que queda de semana la agenda sería mañana descanso, y luego viernes, sábado y domingo tratamiento de quimio. El día más largo será el viernes todo el día, prácticamente -o sin prácticamente- de ocho a ocho, y luego sábado y domingo serán hasta las cinco, hora arriba, hora abajo.

De estos últimos días no tengo mucho que contaros, salvo que como podéis imaginaros estuve por Quintes intentando disfrutar del aire fresco, y de la lluvia, que hay que ver lo que ha llovido. Ayer sin embargo hizo un día muy bueno, lo mismo que hoy hasta mediodía. Para esta tarde ya nos vuelven a hablar de lluvias, así que parece que mayo comienza del mismo modo que acabó abril. A pesar del mal tiempo que os comentaba, tuve aun así la oportunidad el sábado de verme con mis amigos de pandilla, que organizaron una comida en casa de uno de ellos. Fue divertido volver a encontrarme con ellos después de algún tiempo. Y ayer mismo recibí la visita de otros buenos amigos, quienes por cierto, me obsequiaron con dos libros que por su argumento, tienen toda la pinta de ser de esos que enganchan. Bueno, uno ya tiene todos los boletos para hacerlo, porque es de un autor italiano y la acción comienza con la final del Mundial de España en el 82. Recuerdo todavía esa final y la emoción que vivimos en mi casa como si hubiera sido ayer. En realidad fue casi ayer: hace treinta años. ¿Qué eso? Un suspiro.

En fin, que no me alargo más que cuando me pongo parezco el abuelo cebolleta. Como mañana no habrá blog aprovecho para mandar un cariñoso saludo a mi fiel amigo Soli, quien mañana entrará en ese selecto club de los cuarentones. Felicidades amigo. ¡Ah!, no penséis que yo es que sea muy detallista con esto de las fechas. Básicamente es que coincide con mi santo. Lo digo por si alguien quiere "estirarse". Es broma. Ya me conocéis. El humor es lo último que uno puede perder. Y mira que yo siempre he sido de perder cosas. Pero eso lo dejo para otro día.

Un fuerte abrazo... "y mañana más".

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