Génesis MMXII (Nonagesimus et tertius)

El fútbol es una guerra simbólica
(Mariano Grondona, periodista, ensayista y pensador argentino)

http://www.youtube.com/watch?v=Rx0DHVB2mNo

Cuando van a ser las cinco y media de la tarde de este treinta de junio, recién levantado de la siesta, doy inicio al Blog. Después de una noche en la que no dormí demasiado bien, y de pasarme toda la mañana en el hospital, necesitaba descansar un poco.

Lo de no dormir bien es algo a lo que como todo, uno casi acaba por acostumbrarse, aunque hoy en la consulta, el jefe de la Unidad, Dr. Vallejo, que era quien estaba de guardia, me insistió en la importancia de conseguir dormir, pero sobre todo descansar con el sueño, cosa que es lo que precisamente no consigo al despertarme numerosas veces durante la noche. Vamos a intentar solucionarlo con la ayuda de alguna pastillita extra y si no experimento mejoría, habría que probar con algún otro medicamento.

Soy consciente de que en gran parte todo tiene que ver con el estrés y la tensión que voy acumulando durante el día y que por la noche se libera provocándome sueños como el que esta noche recuerdo que me despertó a eso de las cuatro y pico. En él, tan real como parecen los sueños profundos, me encontraba en mitad de un partido de fútbol. Recibí el balón como miles de veces lo había hecho en el pasado, pegado a la banda y en las proximidades de la línea de fondo. Inicié la carrera con el balón en los pies, y cuando estaba a punto de verme superado por el lateral, con una ligera carga lo dejé en el suelo en la misma raya de fondo, me adentré en el área, vi venir al central, y con ligero quiebro él se fue por la derecha mientras yo y el balón lo hicimos por la izquierda. Y ahí estaba yo, con el portero vencido en el primer palo y toda la portería libre en el segundo. No podía fallar. Dejé caer mi cuerpo ligeramente hacia la derecha para acomodar el disparo con la zurda, golpeé el balón con toda el alma y... desperté al sentir un dolor agudo en mi empeine. En realidad había golpeado contra el pie de madera de la cama produciéndome un generoso hematoma que ahora luzco con cierta pesadumbre por aquello de no saber por lo menos si el balón llegó a entrar o si mi trallazo se quedó incrustado en el sólido pie de la cama.

Por lo demás, en la analítica que hicimos no hubo grandes novedades. Sigo en situación de aplasia y de nuevo requerí de plaquetas. Debería además haber puesto un par de bolsas de sangre, pero decidimos que no era plan de echarme ahí todo el día, así que como tampoco es algo urgente, las hemos dejado ya pedidas para el próximo lunes. En cuanto a las defensas, he de continuar con las preceptivas inyecciones de Neupogen al mantenerse aún  muy bajas. En cualquier caso, siguen diciéndome que estoy tolerando muy bien el ciclo y que esta aplasia, tal y como siempre os comento, es absolutamente normal. Lo esperable ahora es que a partir del lunes comience a remitir.

Un tema que hoy ha salido durante la consulta es la posibilidad -dadas las fechas en las que estamos- de que pueda darme algún paseo por la arena e incluso probar de nuevo la sensación de un buen baño en el mar. En su día me habían dicho que no podía por el riesgo a que pudiera pillar cualquier cosa. Sin embargo ahora, dado que llevo mucho tiempo sin tomar inmunosupresores, parece ser que podría hacerlo, lo que sin duda me ha producido una enorme satisfacción. Por supuesto tendré que tener cuidado de ir bien protegido con crema de máximo factor y en cuanto a los baños, evitar coger frío al salir del agua o dentro de ella. Al final lo que se trata es de no arriesgarse con cambios bruscos de temperaturas que pudieran ocasionarme algún resfriado o catarro. Por lo demás, via libre.

En otro orden de cosas, he confirmado lo que el otro día supuse al ver una cara nueva por la Unidad. El hematólogo del que os había hablado cuya incorporación había sido vetada unilateralmente por el actual Jefe de Servicio de Hematología, finalmente está ya trabajando en la Unidad. Se ha impuesto la lógica y la voluntad tanto de él como el deseo de la Unidad. Se trata además de un hematólogo cuyas referencias son inmejorables y que seguro que será un óptimo refuerzo y un alivio para los actuales miembros de la Unidad, así como la de los pacientes que acudimos a la misma.

Nada más que escribiros este sábado. Eso sí, no quiero cerrar el post sin anunciar que mañana a partir de las nueve menos cuarto tendré apagado mi móvil. Ya os podéis imaginar el motivo... Como se suele decir, que gane el mejor... De ser así, tal vez a las diez y media lo vuelva a encender...

Buen fin de semana... "y mañana más".