lunes, 9 de julio de 2012

Génesis MMXII (Nonagesimus Septimus)

Las vacaciones deben durar sólo el tiempo suficiente para que el jefe te extrañe, y no el tiempo suficiente para que él descubra lo bien que le va sin ti (Jacob Morton)


A las siete menos veinte de este lunes nueve de julio, día perfectamente representativo de lo que es un verano en Asturias -ya sabéis a qué me refiero-, comienzo a escribir el Blog. No, no es que me haya retrasado en escribirlo; es que sencillamente acabo de entrar por la puerta. Podréis deducir entonces que la estancia en el hospital hoy se ha alargado un pelín más de lo que tenía en mente. La razón ha sido en que además del Rituximab con el que hemos iniciado el tercer ciclo de R-DHAP, he necesitado de una bolsa de sangre. Así que teniendo en cuenta que con la medicación empezamos pasadas las doce, que son tres horas de infusión, y que la bolsa de sangre son otra hora y media... Pues eso, que me eché prácticamente el día entero.


Pero tampoco penséis que me aburrí. Para empezar desde que volví de desayunar tras hacer la analítica, estuve dormitando hasta que me trajeron el Rituximab. Después comí algo porque estaba claro que de lo contrario estaría en ayunas hasta las seis. Más tarde me puse a ver una de las películas que llevo metidas en el i-Pad y para rematar estuve viendo el final de etapa del Tour. Además, pude disfrutar de la compañía de una chica que ya conozco de hace tiempo y que dentro de poco batirá mi récord de dos trasplantes al disponerse ella a afrontar el tercero. Para que luego alguno diga soy Superman. Ella sí que es Superwoman. De todos modos, y con lo competitivo que sabéis que soy, os garantizo que en este caso doy por perdida esta "competición". Tampoco hay que pasarse, ¿no? Ya veis que los enfermos somos capaces de bromear con cualquier cosa.


Así que mañana a primera hora me toca volver al hospital para quedar ya ingresado durante tres noches. Una pequeñas vacaciones como quien dice. La pena es que finalmente no podré disfrutar de una suite y tendré que conformar con una de las camas del Hospital de Día. La parte buena es que así no tendré que llevar la tele, porque aunque diminuta, ya la hay. La parte menos buena es que que por las mañanas suele haber bastante movimiento y no están tan tranquilo como en una habitación encerrado. Aun así intento ver el lado positivo: estando en el Hospital de Día puedo fugarme de vez en cuando con el pasillo, gotero en mano, y darme algún que otro paseo, cosa que estando en una habitación no se me permitiría.


Y hablando de vacaciones, os comunico que me voy a tomar estos días de verdad como tales, por lo que voy a intentar desconectar de todo un poco, incluyendo en ese todo el Blog. Me cuesta bastante escribir desde el i-Pad -conocéis mi animadversión a los teclados táctiles- y además creo que me vendrá bien. Estoy casi por no llevar ni móvil, pero creo que le daría un mal a mi madre. Así que el próximo post espero escribirlo este viernes, que sería el día en que si todo va bien volvería a casa. Podéis estar tranquilos que estaré perfectamente, cuidado a las mil maravillas y mimado a más no poder.


Tengo además en mente ponerme con un tema que tengo ahí aparcado y que no hay forma de echarlo a andar.  Voy a ver si con tres días de "ejercicios espirituales" consigo que me llegue la inspiración, divina o no divina, y me centro. Ya os contaré qué tal me ha ido. De momento no digo nada más, que luego me comprometo y quedo mal si fallo.


Nada más por hoy. Espero que tengáis una semana lo mejor posible, sobre todo aquellos a los que todavía no os han tocado vacaciones. Un fuerte abrazo... "y mañana más".



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