Génesis MMXII (Quinguagésimus Octavus)

El secreto de la vida es la honestidad y el juego limpio; si puedes simular eso, lo has conseguido
(Groucho Marx)

Mientras en el televisor me entretengo con el canal musical VH1, con su programa para nostálgicos Wild 80's, doy inicio al Blog en este lunes veintitrés de abril. No hace ni diez minutos que he despertado de una improvisada siesta en el sofá. La necesitaba más que nunca después de haber pasado toda la mañana en Oviedo.

Para comenzar el día, me desperté un poco antes de lo habitual, puesto que quería llegar pronto al hospital dado que después de la analítica tenía consulta en oftalmología a las ocho y media. Así que a las ocho ya estaba en el Hospital de Día para la extracción de sangre. De ahí rápido a Oftalmología donde apenas tardaron unos minutos en llamarme. Después de una revisión exhaustiva, confirmaron el diagnóstico que la semana pasada habían emitido Los Vega: renitis provocada por citomegalovirus, en estado activo. Me han comentado que aun estando activa, al ser pequeña y estar bastante periférica en el globo ocular, no hay peligro de pérdida de visión. En cualquier caso también recomendaron seguimiento. Al comentarlo posteriormente con mi hematóloga en la consulta, ésta quedó en hablar con el oftalmólogo y entre los dos tomar la decisión de si es preciso tratarlo de forma inmediata o si es posible esperar un tiempo para ver su evolución. Yo me inclino por esto último, ya que tratarlo significaría volver al Foscavir, que si recordáis, es bastante tóxico para la médula y para el riñón. El miércoles, que es cuando tengo la próxima cita, será cuando me den la respuesta.

Por lo que se refiere a los resultados de la analítica, tal y como esperaba, han mostrado que me encuentro en plena aplasia dentro del ciclo. Todos los valores están por los suelos y hemos puesto dos bolsas de sangre y una de plaquetas. Además, habré de seguir unos cuantos días con las inyecciones de Neupogen, al menos hasta que las defensas se recuperen en parte.

Así que entre consultas y las bolsas que me transfundieron, para cuando acabé eran las dos y media. No sé si es la costumbre, pero no se me hizo demasiado pesado. Estuve primero leyendo un rato el libro que siempre llevo conmigo al hospital, el de Vicente Ferrer, y después, mientras me pasaba la sangre, vi una película, Munich. Para aquellos a los que no os suene, deciros que es una película dirigida por Steven Spielberg en el 2005, y que partiendo de los asesinatos de atletas judíos en las Olimpiadas de Munich72, se centra en la historia de un comando del Mossad cuya misión será la de acabar con once palestinos pertenecientes a Septiembre Negro, la organización terrorista autora de los asesinatos. Para ello, los agentes israelíes se saltarán cualquier ley y trabajarán de forma autónoma sin que ni siquiera la inmesa mayoría del Mossad conozca de su existencia. Interesante película, con Daniel Craig -el actual James Bond- en uno de los papeles protagonistas, y que ciertamente invita a la reflexión.

Como podéis imaginar, cuando llegué a casa, lo hice con un hambre que devoraba lo que se me pusiera por delante, además de estar bastante cansado. Unas buenas lentejas con un entrecot sirvieron para recuperar fuerzas.

Del fin de semana no hay mucho que contaros. Con el tiempo que hizo lo pasé prácticamente metido en casa, eso sí, en Quintes, que tampoco es como estar en un piso. Disfruté con la victoria del Sporting que todavía nos da un poco de esperanza, sufrí con el mal rendimiento de los Ferrari en Bahrein, me divertí con el partido entre el Barca y el Madrid, con la clásica de ciclismo Lieja-Baston-Lieja, con el tenis y la victoria de Nadal en Montecarlo... Un fin de semana deportivo podemos decir.

Lo cierto es que estos días estoy notando esa parte central del ciclo, con sus efectos secundarios, pero de momento los estoy llevando bastante bien. La boca quizás es lo que más me moleste, y algunos dolores puntuales, aparte de ese cansancio asociado a las cifras tan bajas. En teoría, a partir de mitad de semana debería empezar a remontar. El jueves es cuando tengo el TAC que dictaminará si es necesario un cuarto ciclo. Lo más probable es que para evitar sorpresas lo hagamos. Tampoco me importa llegado el caso. Lo importante es eliminar cualquier posibilidad de recaída.

Nada más por hoy. La semana se presenta de momento con las citas del miércoles y el jueves, aunque es más que factible que se le una el viernes. Como siempre lo llevaremos con calma. Un fuerte abrazo... "y mañana más".