sábado, 12 de enero de 2013

Génesis MMXIII (Nadaya 00.01.01)


Tú, que lo mereces todo, aunque todo te ofrezca, será siempre poco
(Schin 2013)


Justo a las tres y media de esta madrugada del viernes al sábado doce de diciembre, mientras escucho de fondo la música de André Rieu -hoy os traigo como propuesta uno de sus mejores conciertos-, comienzo a escribir el Blog.

Os preguntaréis cómo es que a estas horas me dedico a escribir en lugar de estar durmiendo como debería... La respuesta es muy sencilla: los corticoides me mantienen activos como si estuviera permanentemente dopado y como si eso no fuera bastante, a esto se le une mi inutilidad para ver la hora. ¡Me levanté pensando que eran las seis y cuarto en lugar de las tres y cuarto que eran en realidad! Y bueno, una vez levantado -menos mal que no me puse por el desayuno-, pues aquí me tenéis. Así gano algo de tiempo para más tarde, porque espero con todo poder echar una cabezaduca en cuanto acabe con este post. 

Antes de ir a las aventuras de Nadaya o a las más aburridas historias de su padre, quisiera tener un recuerdo especial para una persona, un amigo con el que coincidí desde mi época de Preescolar hasta acabar la Universidad, y que en el pasado jueves, se cumplía un año de su repentina e inesperada marcha. Cuando ocurre algo así, no existe forma material de llenar el vacío que su ausencia deja en las personas -muchas en este caso- que le querían y apreciaban. No obstante, quedará para su familia y amigos la mínima satisfacción de comprobar cómo el jueves la Iglesia de San Lorenzo estaba llena como si de un domingo se tratara. Es la prueba más evidente del valor que Vicente -que así se llamaba y sigue llamando mi amigo- se había ganado entre quienes tuvimos la suerte de conocerle.

Pero aunque sea un tópico a veces cruel, la vida sigue. La vida al final es una sucesión o combinación de alegrías y tristezas y lo que hemos de tratar es que las primeras, por pequeñas que puedan parecernos, consigan reducir y aplacar a las segundas, por grande que por el contrario éstas puedan ser. Fácil es decirlo; difícil lograrlo. Así pues como digo, la vida sigue y ayer se cumplía precisamente el primer mes de nuestra pequeña Nadaya. Para celebrarlo como se merecía, organizamos una comida familiar en Quintes, donde he de reconocer, quizás se me escapó un poco la mano con el vino, porque cuando acabamos a eso de las cinco, mi cabeza me pedía urgentemente una siesta, como así hice. Pero la ocasión lo merecía, así que por un día en el que cometa un pequeño exceso no pasa nada.

Nadaya cada día la veo más despierta. Con sus enormes ojos intenta explorar todo lo que tiene a su alrededor, y cuando arranca a llorar porque tiene hambre, o porque después de comer, queda por lo que sea mal a gusto, ¡hay que ver el carácter que tiene! Lo demostró ayer en el pediatra donde "a traición" le pusieron una vacuna. Pero por lo demás ella está muy bien. Ha superado ya ligeramente la barrera de los cuatro kilos y su estado es inmejorable.

Por la tarde, recibimos en Quintes la visita de un primo de Mónica con su mujer y con su pequeña de apenas tres años. ¡Qué niña más preciosa e inteligente! Pero además se comportaba como una persona adulta que entiende todo lo que le dices y es capaz de razonar conforme a lo que escucha. Ella en realidad no quería otra cosa que ver cómo Nadaya tomaba su leche y por ella se hubiera quedado con nosotros a pasar toda la noche. Me imagino lo orgullosos que se sentirán sus padres de tener una niña así.

Por lo que a mí se refiere deciros que sigo muy bien. No pude resistir la tentación y llamé a Oviedo por si sabían algo del escáner, pero como era de esperar, todavía no tenían nada. Así que habrá que esperar hasta la semana que viene. Ya os he dicho que no me espero un resultado de diez, pero sí que tengo cierta esperanza de que la cosa se pueda solucionar sin tener que recurrir de nuevo a tratamientos de quimio o sesiones de radio. Como hasta el viernes no tengo la consulta, lo que haré será volver a llamar hacia mediados de semana.

Para este finde, en el que se prevé una bajada considerable de las temperaturas, no tenemos ningún plan especial. En realidad el único y mejor plan posible es estar con Nadaya. De todos modos, si no hace demasiado frío mañana, tal vez me acerque por El Molinón a ver al Sporting que juega a las doce. Pero como el partido será retransmitido por Telecable, tampoco descarto verlo caliente en el sofá.

Y aunque todavía queda una semana por delante, empiezo a valorar la posibilidad de que después de tres años de ausencia, volver a reaparecer en el torneo de mus que cada año organiza la gente de Quintes. Ya veremos. De momento no tengo pareja, pero alguien siempre aparecerá. La última vez que jugué acabamos terceros, pero como como aquello de que "una vez el burro tocó la flauta por casualidad". Tampoco voy a pecar aquí de inmodestia, que fueron muchos años de Universidad dedicados al noble arte del mus, así que mi nivelito tengo, pero lógicamente hay gente que juega mucho mejor que yo. Aunque al final la suerte tenga un alto componente y por ello, nunca se pueda apostar quién podrá llevarse el gato al agua. Bueno, ya veremos. Queda toda una semana por delante para decidirlo.

Ahora os dejo, que no es plan de seguir desvelado a estas horas. Intentaré descansar otro poco. Lo malo es que no puedo tirar de más pastillas porque esta noche había ya tomado dos. Hay que tener cuidado no vaya a acabar como la Carmina Ordoñez.

Por cierto, que si os extraña o os preguntáis qué clase de acertijo encierra la nueva "codificación" de los post, prefiero dejar que os comáis un poco la cabeza pensando qué podrá ser, pero igual que con la adivinanza del nombre, sabía que era algo complicado que descubrierais la solución, en esta ocasión creo que es bastante fácil asociar Nadaya 00.01.01 a lo que significa...

Nada más, os envío un fuerte abrazo, buen fin de semana... "y mañana más".

P.D: os dejo una de esa nuevas "composiciones libres" con las que me entretengo cuando no tengo nada mejor que hacer... En este caso no hace falta ni que os diga a quién va dedicada.

Tú, que lo mereces todo,
Aunque todo te ofrezca,
Será siempre poco.

Pues sin ti me vuelvo loco,
Y tan grande es tu ausencia,
Que sólo deseo estar solo.

Tú, más valiosa que el oro,
Personificas toda mi riqueza,
Que no ose ni soñar otro.

Pues tuyo sería mi trono,
Si existiera un atisbo de realeza,
Digno a la luz de tus ojos.

Tú, que bebo amor por tus poros,
Al clamor de mi alma sedienta,
Que un día liberaste de su foso.

(10/01/13)

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