martes, 1 de enero de 2013

Génesis MMXIII (Nadaya 21)

Si la felicidad puede encontrarte en un simple instante, tenemos más de 300 millones de segundos, de instantes, en este Nuevo Año por delante... ¿te parecen pocos para quejarte?
(Schino 2013)

Van a ser las once de la mañana de este uno de Enero de 2103 cuando comienzo a escribir el Blog. Acabo de levantarme y de hecho no he aún desayunado. Voy a esperar a que se levante Mónica que ahí sigue la pobre con su Nochevieja un tanto especial, que no ha consistido en otra cosa que en darle de comer a Nadaya. Anoche fuimos a cenar los tres a casa de mis padres, donde nos juntamos además con mis suegros. Y puedo decir con orgullo que Nadaya se portó como una señorita de lo más educada: no lloró ni se quejó en ningún momento mientras estuvimos ahí. Eso sí, fue entrar por la puerta de nuestra casa a eso de  la una, y empezar con su particular fiesta. ¡Pero qué alegría da verla cada día! Los que hayáis tenido la suerte de ser padres sabéis a qué me refiero, así que no voy a pecar de señalar no tópicos, sino auténticas verdades que todos conocéis. En mi caso, por mucho mejor que pudiera haber sido el 2012 hay algo que hace de él el mejor año de mi vida: el nacimiento de nuestra pequeña. Y estoy seguro de que todos tenéis un momento, un instante, que por sí mismo, ha hecho que este año pasado haya merecido la pena. Y si no, siempre os podéis quedar con el más modesto, pero al tiempo precioso: que os ha permitido caminarlo para comenzar este 2013.

Esta noche he dormido bastante bien. Ayer os prometo que estaba completamente exhausto. Ya desde primera hora anduve con recados y luego apenas dormí la siesta porque había quedado con una maravillosa amiga, ex compañera del trabajo, para tomar un café. Estuvimos un buen rato charlando y como no podía ser menos viniendo de ella, me apareció con una bolsa para Nadaya. Los que tenéis cuenta en Facebook habréis seguramente conocido a la nueva amiga de Nadaya, una preciosa muñeca que ahora mismo, casi le saca una cabeza. De momento se llevan bien y yo creo que ya se cuentan confidencias sobre chicos.

Después, antes de la cena, teníamos el brindis habitual que hacemos todos los años la pandilla. Alguno llegaba de correr la San Silvestre, algo que no deja de darme mucha envidia lo reconozco. Primer objetivo para este 2013: correr la última carrera del año. A ver si en esta ocasión puedo cumplirlo. Pero dejando el deporte a un lado, lo más divertido de encontrarnos los amigos ahora, es que la familia crece. En el bar donde quedamos juntamos tres carritos que aquello parecía una exposición. La gente que entraba no podía sino quedarse mirando con cara embelesada mientras nosotros lucíamos peques.

Y de la cena poco que comentaros: lo habitual en una cena de Nochevieja, o sea, comida, comida y más comida. Yo reconozco que estuve un poco apagado porque de verdad que notaba que se me habían acabado las baterías. Eso sí, me reí de lo lindo viendo la pinta de Imanol Arias en La Primera. ¿No tiene estilista este hombre? Y como decía un primo mío, ¿qué se había tomado que no hacía sino decir estupideces? ¿Confundiría el maquillaje con otros polvos?

Alguno os preguntaréis si tomé o no las uvas, porque ya sabéis que no soy de ello. Digamos que lo solucioné con doce sorbitos de cava, uno por campanada, y una última uva que me dio Mónica de sus doce. Lo mismo establecemos una nueva tradición...

Para este día de Año Nuevo habrá que hacer otro pequeño esfuerzo, en lo que a la tripa se refiere, porque por supuesto que tenemos otra comida familiar, en este caso por Quintes. De momento el día parece que no será tan lluvioso como lo fue el de ayer.

Y para mañana vuelta al hospital, pero para nada importante. Recordaréis que os dije que tenía pendiente poner inmunoglobulinas, unas defensas un tanto especiales que de vez en cuando me infiltran cuando las tengo un poco bajas. Lo más latoso del asunto es que son casi cuatro horas enchufado a la máquina, pero bueno, ya me llevaré algo para entretenerme. Y aprovecharé para descansar y seguir recuperando sueño.

No quiero dejar pasar este post sin señalar el comentario anónimo que en el último me dejó una persona con el que al parecer coincidí en mi época de universitario. ¡Qué tiempos aquellos! Leyendo su comentario me he reforzado más aún si cabe en que pase lo que pase, tengo que seguir escribiendo. Porque egoístamente en primer lugar me ayuda a mí, pero porque creo -y que no suene presuntuoso- que a alguna gente le puede resultar útil saber que no está sola en este tipo de lucha. En este caso, le diría al amigo de esta persona que me escribe, que tenga la más absoluta de las convicciones que está en las mejores manos, tanto profesionales como personales para superar su enfermedad. Y sobre todo, que va a hacerlo. Habrá momentos buenos y menos buenos, pero siempre habrá un futuro al que aferrarse. Y hay que hacerlo siempre. Luego, que sea la vida, el destino o como queráis llamarlo el que juegue sus cartas. Nosotros tendremos la seguridad de haber jugado las nuestras lo mejor posible. Os dejo aquí el enlace a ese post anterior.

Y nada, que me despido en este primer día de un 2013 que promete. Podrán recortarnos tantas cosas, pero lo que nadie puede es recortarnos nuestra felicidad. Esa es nuestra, y que yo sepa, de momento no se ha encontrado la forma de que pague impuestos por ella. Como cierre a este post os dejo una sugerencia musical y que quiero dedicar a una prima muy especial que en este año que viene se irá a trabajar nada menos que a Cuba. Es el nuevo disco de Zucchero, La Sesión Cubana. Ya sabéis la debilidad que tengo por el artista de Reggio Emilia. Este es el primer single correspondiente a este trabajo: Guantanamera

¡Ah!, deciros eso sí que tal vez en los próximos post introduzca algunas novedades o cambios. Que hay que renovarse para mantener las audiencias. O eso dicen los entendidos...

Un fuerte abrazo a todos, que tengáis de verdad un muy feliz Año Nuevo... "y mañana más".

2 comentarios:

  1. Gracias de nuevo, Filippo, por la respuesta al comentario de ayer.Me quedo con lo de siempre habrá un futuro al que aferrarse.
    Y tienes razón que buenos tiempos los de la Escuela!
    El mundo es muy pequeño: Anoche estuve conversando con un amigo común, ingeniero, que está sin trabajo y lo recordaba ahora mientras leía tu post. Creo que tu filosofía de vida es válida para enfrentarse también a otros problemas. Tomo nota.

    ResponderEliminar
  2. Abrir el blog y leer Archivo de Blog 2010 2011 2012 2013 y en la entrada la palabra Nadaya NO TIENE PRECIO. Lucha, fuerza y siempre adelante.

    ResponderEliminar