Per le tempeste non ho il colore...
Para las tormentas no tengo el color...
(Come un pittore - Modà)
A las doce en punto de este miércoles veintinueve de agosto doy inicio
a este Blog, después de haberos tenido quizás un poco faltos de
información desde el martes pasado, día en el que escribí mi último
post.
La verdad es que tampoco quería preocuparos, porque a veces no sabe
uno si es bueno o malo el exceso de información. Además parece que
cuando transcurre más tiempo se tiene la esperanza de que cuando se
tengan nuevas noticiad éstas serán siempre positivas, puesto que las
mejorías, por lo general, se ven a largo plazo.
Pero la realidad es que desde el viernes pasado estoy ingresado en el
hospital, en el HUCA, en la zona de aislamiento de la Unidad de
Trasplante, con motivo de unas fiebres de origen desconocido, aunque
todo apunta a que sean consecuencia de una aplasia severa que ahora
mismo sufro.
Como os digo el viernes me presenté en la Unidad porque me había
despertado con 38 de fiebre. Llevaba ya unos días con algo de
febrícula, pero tampoco quise darle mayor importancia. Sin embargo al
alcanzar el punto crítico de los 38, como sabéis, no queda otra que
acudir al hospital. Ese mismo viernes, ya en el hospital, la fiebre me
subió hasta los 39.3 con lo que fue necesario un paracetamol y un
nolotil intravenoso para controlarla. Lo que estaba claro es que me
iba a tocar pasar unos cuantos días en el hospital.
Los dos primeros los pasé en el Hospital del Día, aunque en todo
momento tuve la compañía de mis padres y de Mónica. No obstante, para
alivio de todos, el lunes me trasladaron a una de las habitaciones,
con lo que ahora estoy mucho más a mis anchas. La gracia es que me han
asignado la habitación reservada habitualmente para los niños. ¿Qué
diferencia tiene? Una fundamental: la televisión es un pantallón de 42
pulgadas. Ya se sabe que las penas con pulgadas son menos penas...
En fin, que la idea es seguir aquí hasta que la fiebre remita por
completo. Y es que aunque sin llegar a fiebre propiamente dicha, sí
que mantengo una febrícula molesta que me produce dolor de cabeza y
cierto malestar que vamos combatiendo a base de paracetamol.
Por otro lado, también será necesario que suban las cifras. Desde que
ingresé voy a bolsa se plaquetas por día, a lo que hoy por ejemplo se
añaden dos bolsas de sangre. Además, recibo también una inyección
diaria de Neupogen.
Es evidente que este ciclo ha supuesto como la gota que ha colmado el
vaso de mi médula, en el sentido de que ésta es como si se negara a
arrancar de nuevo y salir de esta aplasia. Pero tarde o temprano lo
hará. De eso no tenemos dudas. Lo que haremos después de acuerdo a lo
que me han dicho los médicos es tomarnos unas vacaciones en lo que a
tratamientos se refiere. Tras casi tres años sin dar descanso a la
médula, va siendo hora de que, aunque de forma controlada, la dejemos
descansar de tanta toxicidad
acumulada.
Por ahora nada más. A ver si muy pronto os puedo escribir desde casa.
Mientras dure mi estancia por aquí intentaré no aburrirme demasiado.
Tengo además a mi madre de compañera de habitación, así que
discusiones no me faltan, que siempre son una forma de pasar el tiempo
de forma más amena. Un fuerte abrazo... "y mañana más".
miércoles, 29 de agosto de 2012
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Animo campeón. Esta tormenta pasará y llegaran las merecidas "vacaciones" para coger fuerza. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Fili: Imagino que con fiebre y dolor de cabeza debe resultar difícil escribir en el blog, pero te agradecemos el esfuerzo. Eres fuerte, aunque tengas alma de niño: Menuda pantalla.
ResponderEliminarOtro obstáculo en el camino, y eso exige más paciencia. Tienes un gran equipo médico y el cariño de todos, así que poco a poco pasará. Seguro.
No dejes de escribir, y no te preocupes por si nos preocupamos, porque sí que nos preocuparemos si te preocupas... Te queremos Fili. ¡¡¡Amunt!!! Un abrazo. HONOR Y FUERZA.