martes, 20 de noviembre de 2012

Génesis MMXII (Quadrigentis)

Por encima de las nubes brilla siempre el sol
(Schinonero)

Zucchero - È un peccato morir

Cuando nos acercamos a las cinco de la tarde de este martes veinte de noviembre, doy inicio al Blog. Hace bien poco que me he levantado de dormir la siesta. Esta mañana tocó madrugar para ir a Oviedo a la consulta semanal. Afortunadamente luego tuve tiempo de recuperar fuerzas con una buena comida en Quintes. Hoy teníamos además la excusa perfecta para excedernos un poco más de lo habitual: el cumpleaños de mi suegro. Así que por supuesto no faltó la tarta con las velas. Ni los regalos, claro está.

Ahora, con mi té de las cinco todavía abrasando, trato de ordenar mis ideas sobre qué contaros de estos últimos días. Y lo primero que me viene a la cabeza es el partido del pasado viernes en El Molinón. No por lo bueno o entretenido que fue, y menos aún por el resultado, sino porque lo vi en compañía de dos ex compañeros de trabajo con los que siempre que quedo, lo paso genial. Tanto él como ella durante todo este tiempo han sido de esas personas que han estado siempre ahí, siempre pendientes de mí, con una llamada, un correo... lo que sea. Y siempre con una sonrisa para animarme. Con toda la naturalidad y la compresión que a veces hay que tener con alguien que como yo, que en ocasiones no tiene ganas de hablar o paga su mal humor con el primero que pilla. Porque quienes me tratan conmigo a diario saben bien lo difícil que puedo llegar a ser. No es oro todo lo que reluce. Ojalá. Lo cierto es que quedar con ellos el viernes me sirvió para descargar un poco. De vez en cuando como les dije necesitas aflojar un poco la válvula de presión. En esta ocasión les tocó a ellos. Sé que lo hacen gratamente, así que muchas gracias. ¡Ah!, lo mejor de todo fue que después del partido se nos unió otro ex compañero que trabaja por Madrid pero que coincidió que pasaba el finde por Gijón. Un agradable sorpresa.

Y precisamente esta mañana saliendo del hospital me encontré con otra ex compañera del trabajo que se encontraba por ahí visitando a unos clientes. Me alegré un montón de verla -tan guapa como siempre, todo hay que decirlo-, porque además no hace demasiado tiempo que ha sido madre y por supuesto no faltaron los consejos para lo que se me viene encima en nada. Porque como ahora digo, el mes que viene, literalmente, tendremos con nosotros a la peque. No os engaño si os digo que sudo sólo de pensarlo. Pero sé que todo irá bien.

Quizás la llegada inminente de nuestra hija y otras historias que siempre me acechan por la cabeza son las que hacen que últimamente esté durmiendo algo mal. Me cuesta bastante coger el sueño y luego por la mañana me levanto realmente cansado. Intento de todos modos no tener que recurrir a las pastillas porque quiero ir poco a poco desengancharme de tanta medicina.

Por lo que se refiere a las sesiones de radio sigo yendo a diario sin experimentar apenas molestias. En realidad la mayor molestia es que al ser a las cinco me acorta un poco la siesta. Sin embargo, hoy por ejemplo, como tenía visita por la mañana al hospital, me pasé por Radioterapia a ver si me podían colar y como siempre, no pusieron ningún problema. Me tienen un poco consentido, lo admito. Si no llevo mal la cuenta, me deben quedar unas diez sesiones todavía, pero al final cuando quiera darme cuenta, habrán pasado volando.

Otra de las cosas que me apetecía contaros es que ayer me dio por trotar unos minutillos en la cinta. Sé que tampoco tengo que pasarme con eso, que el cuerpo no me responde todavía para grandes esfuerzos, pero lo necesitaba. No fue nada del otro mundo: veinte minutos a ritmo de tortuga. Pero lo suficiente para volver a sentir sensaciones que casi no recordaba. De todas formas podéis estar tranquilos que no me voy a pasar de rosca. Lo que es probable es que me ponga en contacto con un conocido que se dedica a elaborar planes de entrenamiento personalizados y que tiene experiencia con personas que han tenido dificultades de movilidad o que como yo, llevan mucho tiempo oxidados. Porque de lo que estoy seguro conociéndome, es que si me pongo por mi cuenta, lo más fácil es que al segundo día acabe reventado y lo deje.

Volviendo a la actualidad, deciros que los análisis de esta mañana siguen regular. No puedo quejarme y como todavía hoy me repitieron los médicos, sólo tengo que pensar cómo estaba hace un año. Ni ellos mismos se esperaban que ahora me encontrara como estoy. Pero a mí me sigue pareciendo que todo va muy lento. Sobre todo en estas últimas semanas donde las cifras no remontan. Pensaba que dejando la quimio la médula iba a reaccionar más rápido. Pero la toxicidad que arrastra todavía es muy alta y en realidad no sabemos lo que puede tardar en recuperarse. Así que sigo con las plaquetas por debajo de las treinta mil y con las defensas también por debajo de mil neutros. Con las primeras no hay remedios milagrosos. Con las segundas con una inyección de Neupogen vamos a intentar que suban algo para minimizar riesgos. Que con la cantidad de catarros y gripes no conviene estar tan bajo.

También hemos estado hablando de la infusión de linfocitos, que por cierto, puede influir curiosamente en que las cifras bajen temporalmente. Como me dijeron los médicos, si las estoy poniendo es porque realmente piensan que pueden ser efectivas en mi estado actual. De haber sospechas de que no estuviera "limpio" no me las pondrían. Todo esto lógicamente me lo dicen para tranquilizarme, porque me conocen ya de sobra. El plan ahora es realizar una infusión cada mes aproximadamente, de no haber ningún tipo de rechazo; que de momento no lo ha habido.

Bueno, de momento lo dejo aquí. La próxima semana tengo cita para una nueva revisión, también de martes. Para ese día si no recuerdo mal tengo también que pasarme por Medicina Preventiva para otra vacuna. Ya veremos si aguanto una semana sin pasarme por el blog. Igual tenéis esa suerte... Un fuerte abrazo... "y mañana más".

1 comentario:

  1. Hola Fili: Felicidades a tu suegro de nuestra parte. Me alegra ver que todo va bien, aunque sea poco a poco. A ver si en el puente de la Constitución somos nosotros los que podemos verte por el Molinón, por Quintes o por el muro. Paciencia con los médicos, porque tienen razón. Y tú mismo lo dices: llevas mucha medicación, y la médula se recupera poco a poco. Dile a Moo que tengo lotería para pasarla por su barriguita, a ver si nos da suerte. Un abrazo. HONOR Y FUERZA

    ResponderEliminar