Génesis MMXII (Duecentis quartus)

El que busca un amigo sin defectos se queda sin amigos
(Proverbio turco)

Gianluca Grignani - Destinazione Paradiso

A las seis en punto de este lunes tres de septiembre doy inicio al Blog. No hace ni diez minutos que me despertado de la siesta. Lo justo para ver el final de la etapa reina de La Vuelta, con la llegada al Cuitu Negro donde se ha impuesto Dario Cataldo. En lo que se refiere a la general ya hace tiempo que el pescado estaba más que vendido. De hecho diría que el pescado y hasta la carne.

Esta mañana lo que pensaba que iba a ser una revisión rápida en el hospital se alargó hasta las tres. El motivo fue que además de una transfusión de plaquetas, dado que mis niveles de ácido úrico estaban un poco por encima de lo aconsejable, optaron por aprovechar y meterme un litro de suero, lo que en tiempo equivale a tres horitas extra. Pero bueno, todo sea por el riñón. Es verdad que estos últimos días no he bebido todo lo que debiera, así que esto me sirve de aviso.

Pero puedo decir que en líneas generales estoy contento porque salvo el tema de las plaquetas, tanto mis defensas como la hemoglobina han alcanzado valores muy satisfactorios. La médula una vez más, aunque en esta ocasión haya necesitado más tiempo, vuelve a trabajar. De momento esto me va a ahorrar el tener que poner más inyecciones de Neupogen, que siempre te revuelven bastante. El miércoles en una nueva revisión veremos si esta mejoría se asienta y se contagia también a las plaquetas.

Por lo demás me encuentro mucho mejor. Las décimas de febrícula parece que poco a poco van diluyéndose y quizás lo único que me esté ahora importunando es el estómago. Los antibióticos me han dejado la tripa barrida y durante unos cuantos días tendré que estar con la habitual y conocida por todos dieta blanda. Menos mal que a mí por ejemplo el arroz blanco es uno de mis platos favoritos. En este sentido soy bastante sencillo. Con pasta y arroz creo que podría sobrevivir toda la vida...

Del fin de semana poco que contaros que no sea más allá de lo relacionado con el mundo del deporte del que tuve una buena ración. Quizás lo más destacado fue la visita de mi hermano y su mujer con mi pequeña sobrinita a casa de mis suegros. Llevaba días sin verla -desde que ingresé- y ya tenía unas ganas enormes de volver a tenerla conmigo.

En el ámbito de esas anécdotas que un buen hombre jamás reconocerá que le ha pasado a él, deciros que tengo un amigo que este domingo, yendo todavía medio dormido, al ir a repostar con su coche -un Fiat por más datos- en una estación autoservicio, por aquello mítico de "prohibido preguntar no vayan a pensar que eres tonto", llenó su depósito que estaba en reserva, con gasolina 98 en lugar de diésel. El resultado fue que a la vuelta, mientras escuchaba la música de los AC/DC a todo volumen, algo le dijo que aquellos estallidos extraños no provenían de la batería del grupo australiano, sino del tubo de escape del coche, que al tiempo, comenzaba a comportarse a trompicones como un caballo salvaje. Como todo el mundo sabe que los Fiat son coches que por funcionar, lo mismo funcionan con gasolina, con gasóil o con aceite de girasol, lo cierto es que mi amigo consiguió llegar a su destino. Parece que ha tenido suerte y que después recibir la inestimable ayuda de su suegro quien procedió al vacíado del depósito y su posterior llenado con el combustible más idóneo, podrá seguir escuchando a los AC/DC con su batería habitual sin ningún tipo de añadiduras exteriores. Un alivio. Que sirva de lección. Jamás desvelaré el nombre de "mi amigo".

Y por hoy nada más. Que tengáis una feliz semana. Muchos ánimos para quienes os hayáis incorporado de nuevo al trabajo. Un abrazo... "y mañana más".