jueves, 13 de septiembre de 2012

Génesis MMXII (Duecentis sextus)

Cuando un hombre traiciona su palabra, no vale nada
(Ezra Pound)

Luciano Pavarotti & U2 - Miss Sarajevo

A las cinco en punto de este jueves trece de septiembre doy inicio al Blog. Tras un despertar del día con algunas nubes a estas horas luce el sol y aunque las temperaturas han bajado, el tiempo todavía invita a salir y aprovechar para dar un paseo y tomar el aire.

Hoy tenía pensado hablaros de lo bien que he pasado estos días desde que os escribiera el último blog. Tenía pensado contaros que he vuelto a El Molinón a ver el Sporting, que el sábado estuve de cena por Gijón, que tanto en el cumpleaños de Mónica, como en el de mi hermano y en el de mi madre disfruté como si fuera el mío. De todo eso y de otras cosas tenía pensado escribiros, pero la noticia que recibí esta mañana en el HUCA ha dejado todo eso en un segundo plano. Un pequeño gran amigo se ha ido. Tenía el presentimiento de ello después de haber leído una carta a La Nueva España hace algunos días, pero hoy tras mucho pensarlo, decidí descubrir la verdad y por desgracia mis peores presentimientos se cumplieron.

No había cumplido los diez años y compartí con él estancia durante mi último trasplante. Luego, entablé con él una bonita relación cada vez que coincidíamos en nuestras revisiones. Bromeábamos sobre fútbol donde nuestros equipos del alma eran rivales irreconciliábiles. Le tenía un profundo cariño, tanto a él como también a sus padres, siempre a su lado y siempre optimistas.

En estos momentos un sentimiento de rabia incontenible me recorre por dentro. Es un sentimiento que supera al de la pena que siento. Es difícil de explicar pero duele, te corroe. Sientes que no es justo, que no hay respuestas para tantas preguntas. Sientes más que nunca asco por el egoísmo que todos mostramos en nuestras vidas. Siempre inconformistas, siempre queriendo más. No valorando lo que tenemos, lo principal de todo: la vida.

Muchos de vosotros cuando habláis conmigo me trasmitís vuestra admiración sobre cómo afronto esta enfermedad. Quiero deciros que no me siento ningún superhéroe, que me produce sonrojo el que siquiera penséis eso. No me considero ejemplo de nada y por supuesto no soy ningún valiente. Al contrario, el miedo es lo que me hace seguir adelante. El miedo a perder lo más valioso que se nos ha concedido. Por eso estoy convencido de que cualquiera en mi lugar haría exactamente lo mismo que yo hago. Luego, el que uno pueda tener éxito o no en su lucha, depende de la suerte, del destino, o de lo que algunos llaman Providencia. En días como estos es cuando más débil y vulnerable te sientes. Pero al mismo tiempo esa rabia incontenible te hace más fuerte. Como os decía, es difícil de explicar lo contradictorio de todos los sentimientos que te inundan.

Así que poco importa el hecho de que hoy haya empezado con el tratamiento de Rituximab. El que todo ha ido según lo previsto. Las cifras están más o menos estables y hasta el miércoles que viene si no hay novedades no habré de volver. Probablemente la próxima semana me someta también a un PET/TAC para tener toda la información necesaria para establecer el camino a seguir a partir de ahora.

Un fuerte abrazo a todos, en especial a mi pequeño gran amigo allí donde esté... "y mañana más..."

4 comentarios:

  1. Tengo un hijo que acaba de cumplir 10 años. Gracias por recordarme lo que es realmente importante. Ojalá la vida no fuera tan puta a veces. Un abrazo amigo.

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  2. Es increible como con tan pocas palabras eres capaz de trasmitir uma emocion. Una pena que no te dediques a escribir, y una pena lo que a veces tenemos que vivir.
    un beso.

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  3. Hola Fili: Esta tarde viniendo al despacho me preguntaba si algo no iba bien... y a veces parece que las personas conectamos aunque no hablemos. Tu actitud ante la enfermedad si que resulta de admirar, aunque tú no lo veas así. El miedo a muchos los hunde en poco tiempo, pero a no a nuestro Fili. De verdad que todos te admiramos mucho, quizá porque tenemos más miedo que tú. La vida siempre es corta, tanto si se acaba a los diez años como si acaba a los cincuenta. Cada día es el primero del resto de tu vida, de modo que cada día volvemos a nacer. Y es lo que todos queremos, y sabemos que no siempre es así. A veces tienes tiempo de despedirte, y a veces te vas viendo la televisión, o durmiendo una siesta. Pero mientras no llegue ese momento, hay que disfrutar de lo que realmente vale la pena. Y eso tú lo haces muy bien. No puedes evitar la rabia incontenible por la marcha de tu amigo de diez años, pero mañana volveremos a nacer, y volverá a salir el sol, y volveremos a confiar en que puedas superar esta puñetera enfermedad. ¡¡¡Arriba Fili, estamos contigo!!! Así que no dejes de escribir a pesar de las dificultades, y recupera pronto el ánimo. Tú, como Contador: a ganar tu Vuelta. Un abrazo. HONOR Y FUERZA.

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  4. Un fuerte abrazo. No puedo decir más.

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