martes, 2 de octubre de 2012

Génesis MMXII (Trecenti)


Yo se multiplica por tú y se eleva a la máxima potencia en nosotros
(Schino 2012)


A las seis en punto de este martes dos de octubre comienzo a escribir el Blog. Por no perder las buenas costumbres lo hago mientras apuro un té recién hecho, después de una más que justificada siesta y mientras disfruto de un concierto de música que acabo de poner en la tele, escogiendo para ello uno de entre los distintos DVDs de conciertos que he ido coleccionando. La música: sin duda una de mis mejores terapias. Lo mismo te sirve para los malos momentos como para los buenos. Siempre presente.

El otro día pensaba en cómo en ocasiones el consejo de un amigo o de alguien cercano en un momento de tu vida puede hacer que des con el que será luego uno de tus grupos o cantantes favoritos. Otras veces eres tú quien lo descubres al escucharlo en la radio o por casualidad, pero en mi caso creo que ha prevalecido lo primero. Cuando iba a Italia por ejemplo, me dejaba asesorar por mis primos que me decían lo que más sonaba o estaba de moda y yo compraba alguna de sus cassettes -¿os acordáis que antes escuchábamos cassettes?-. De esta forma llegaron a mí cantantes como Eros Ramazzotti, Zucchero, Laura Pausini, Vasco Rossi, Marco Masini, Ligabue y tantos otros. 

Otras influencias me vinieron más de cerca. Fue el caso de cómo conocí por ejemplo a Queen, mi grupo favorito. Recuerdo que en casa éramos socios de Círculo de Lectores y fue mi primo Michele quien me dijo un día: "mira, compra este disco que seguro que a ti y a tu hermano os gusta". Se refería a The Works de Queen. Así escuché por primera vez Radio GaGa o I Want To Break Free, y de ahí el resto. Casi treinta años aficionado a uno de los mejores grupos ingleses de la historia. También fue Michele quien me metió el gusanillo de Led Zeppelin, otra de mis debilidades musicales.

Pero dejemos por el momento el tema musical, que ya sabes que acabo siempre yéndome por las ramas y seguro que os interesa más saber otras cosas. Para empezar os diré que el fin de semana no empezó demasiado bien pues el viernes cuando tenía todo preparado para irme de cena con mis compañeros de trabajo, resultó que de improviso me apareció febrícula. Es como si en ocasiones, cuando tengo algo preparado o alguna cita importante, esté la febrícula unas veces, el estómago otras, esperando para chafarme el plan. Pero así fue. Afortunadamente las décimas me duraron el viernes y el sábado, pudiendo el domingo estar al pie del cañón para asistir al bautizo de mi sobrina, Carla, bautizo donde ya sabéis que yo ejercía como padrino.

¿Qué os voy a contar de una niña de dos meses? Pues que está para comérsela. Así que podéis imaginar mi cara durante la ceremonia... Fue en la Iglesia de San Pedro, con un sol espléndido. Y después por supuesto la correspondiente comida con la familia. Un día de esos que dejan huella y recuerdo para siempre. Os cuento un pequeño secreto pero que nadie se entere: cuando la tengo en mis brazos le susurro algunas cosillas en italiano. No es que quiera influenciarla y además estoy convencido de que le gusta. Estoy además practicando para cuando nazca nuestra pequeña. Pero de esto, mejor que no se entere tampoco su madre, aunque algo sospecha cuando no paro de hacer acopio de cuentos y DVDs en italiano, o de poner en casa todo el rato música en italiano.

Pasando ya a temas menos interesantes, comentaros que esta mañana he estado por Oviedo donde tenía cita con Radioterapia. Allí me han hecho la simulación correspondiente con escáner para que probablemente la semana que viene comencemos con las sesiones de radio. Me han vuelto a comentar que serán unas veinte sesiones a dosis muy baja y llevadera directamente enfocada a los puntos donde tengo esos diminutos nódulos. Aunque puede parecer raro ha sido agradable por otro lado volver a ver a la gente de radioterapia de la que guardaba muy grato recuerdo. 

Después he ido a ver a mi hematóloga quien me ha citado para el próximo martes para una analítica de control. Esto de estar tanto tiempo sin pincharme es algo que desconocía. Mis venas son las primeras en agradecerlo.

Bueno, ahora os dejo, que tengo a Mónica tirando de mí para ir a dar un paseo. Reconozco que me da mucha pereza moverme del sofá, pero también os digo que luego es ella quien casi se cansa más que yo. La barriguita de seis meses ya no perdona.

Un abrazo a todos... "y mañana más..."


1 comentario:

  1. jajaajaj tus casettes las grabábamos en cintas vírgenes y las escuchábamos media clase, yo la primera vez que escuché a Eros Ramazzotti fue en italiano. La cinta copiada de la tuya. Y nos copiabas también las letras en italiano y traducidas. Para que luego digan que ahora se piratea, pues anda que no se copiaron tus cintas de Italy!!! Besitos para los tres!

    ResponderEliminar