miércoles, 30 de noviembre de 2011

Génesis Día 152

No son las tres de la mañana de este miércoles, treinta de noviembre, cuando comienzo el Blog. Mañana tocará arrancar la última hoja del calendario y de nuevo nos situaremos un año más en la locura que supone el sprint final de las Navidades. Hoy para ayudarme a que el blog no sea demasiado aburrido, tengo al rey del rock: Elvis Presley. Ya os habréis dado cuenta que en el tema musical soy de lo más variado. En realidad sólo tengo una regla: que sea buena música. Luego lo mismo puedo estar escuchando música dance, que rock, pop, clásica, heavy, o lo que se me ponga por delante.

Anoche de nuevo serían las doce cuando cerré el libro que continuo leyendo con la misma insistencia que lentitud. Pero bueno, piano, piano, me quedan menos de cien hojas de las casi novecientas con que cuenta. Así que en resumen, esta noche he dormido unas tres horitas. Me siento algo cansado, de hecho ayer al acostarme ya lo estaba. Es probable que la disminución en la dosis de corticoides comience a afectarme. O el dichoso virus que hace de las suyas. ¡Quién sabe!

Las que parecen que al menos siguen estables son mi cifras hematológicas. Ayer por la mañana recibí la llamada de mi hematóloga para indicarme que los análisis del lunes no mostraban nada fuera de lo habitual, salvo que mi nivel de inmunosupresión había aumentado por lo que decidió que dejara de tomar la medicación correspondinente un par de días, para permitir que vuelva a estabilizarse. De todos modos hoy en la consulta seguro que entraremos más en detalle.

Y es que esta mañana tengo una agenda de locos. A las diez tengo que estar en Silicosis para realizar el escáner que tengo programado justo ahora que hemos cumplido la primera mitad del número de sesiones previstas de radio. El tema es que la cita es a las diez pero el escáner lo mismo no lo haces hasta las once y media, porque antes tienes que beberte unos cuantos vasos de contraste y esperar a que hagan su efecto. Después del escáner quedé de pasar por radio para ver si tenían un huequecito donde meterme y de este modo ahorrarme el viaje por la tarde. Y para rematar la mañana consulta en Trasplantes, que si todo va más o menos bien, calculo que será hacia la una. Día de hospital por tanto. 

Del día de ayer destacar el largo paseo que nos dimos mi padre y yo cuando la temperatura era ya un poco más agradable. Aprovechamos para sacarnos las entradas del partido que el sábado medirá a los nuestros con el todopoderoso Real Madrid. 

Por la tarde sufrí una siesta interruptus a causa de la entrega de un paquete justo cuando me estaba quedando sopa. De todos modos mereció la pena viendo lo que era: mi pedido anual de turrones y dulces navideños. Ahora sólo me queda esperar por mis panettoni Le atre Marie, de los que tengo pedidos unos cuantos para tirar desde ya mismo hasta pasado Reyes. Caprichos, caprichos... ¿pero cómo negárselos a un pobre enfermo como yo?, ¿no os parece?

Me falta para completar mi particular cesta, la bebida -que ya tengo escogida- y por supuesto la joya de la corona: un señor jamón. Con semejantes mimbres creo que podré sobrevivir y probablemente coger algún kilo, que es lo que sigo buscando.

Hoy me da precisamenete la impresión de que el estómago está algo mejor que ayer. A cambio, se me han infectado dos uñas, una en cada mano, que me obligan escribir aún más lento de lo que habitualmente lo hago en el odioso táctil del iPad. Un poco de betadyne gel durante un par de días y todo resuelto.

La jornada ayer la cerramos con dos nuevos capítulos de Los Soprano. Esta tercera temporada está incluso superando a las dos anteriores en cuanto a la calidad de sus capítulos, más profundos y llenos de matices con los que conviene no perderse.

¡Ah!, me comprometo a que antes de que acabe la semana la Reina y el Duque del cubilete volverán a medir sus fuerzas para alegría de su legión de fans.

Bueno, para acabar quiero agradecer públicamente el regalo que una amiga de la infancia me ha hecho llegar desde Badalona: un par de especialidades de té, ahora que bebo infusiones a todas horas, acompañadas de un décimo de Navidad, acabado en ocho, que si recordáis fue la predicción que anuncié para la terminación del Gordo de este año. Tendría gracia que por segundo año consecutivo acertara.

Que tengáis todos un feliz miércoles... "y mañana más..."

martes, 29 de noviembre de 2011

Génesis Día 151

Aproximándonos a las dos y cuarto de la mañana de este martes veintinueve de noviembre comienzo a escribir el Blog, al tiempo que la voz rasgada de Dolores O'Riordan al frente de la banda irlandesa The Cramberries, me sirve de compañía musical. Acabo de despertar después de haber apagado la luz pasadas las doce, y sin embargo, me encuentro despierto y lúcido -tampoco es que en condiciones normales lo sea mucho- como si hubiera dormido del tirón mis ya olvidadas ocho horas. De hecho a la una ya tuve un primer amago de desvelo, pero conseguí volver a dormir. Ahora, tras el post de hoy, y por supuesto de leer los primeros titulares del día, trataré de sumar alguna hora extra al depósito. Veremos si lo consigo.

Ayer fue un día muy llevadero, salvo por tener que ir dos veces a Oviedo. Por la mañana realicé la analítica a primera hora de la que desconozco absolutamente los resultados. Si no me han llamado quiere decir que todo sigue más o menos estable. Además, yo me encuentro bien y en cualquier caso, mañana en la consulta me darán todos los datos. Mejor no obsesionarse cuando tampoco hay necesidad ninguna a priori para hacerlo. Y por la tarde, en la sesión de radio, del mismo modo fue ir, esperar no más de media hora, realizar el tratamiento y volvernos a Gijón. Diría que ayer pasé apenas una hora en el hospital por las casi dos que emplearíamos en las idas y venidas en coche.

Quizás lo que de nuevo esté volviendo a padecer más es de problemas estomacales, que yo achaco a las pastillas tan fuertes de Ganciclovir que estoy tomando por lo del citomegalovirus. O tal vez sea el propio virus que en uno de sus síntomas, se manifiesta de esta forma. Intento sobrellevar estas molestias de la mejor forma posible, lo que en ningún caso pasa por disminuir mis comidas. Simplemente si el tema veo que amenaza con afectar a mi aceptable calidad de vida, me tomo un comprimido de Codeisán y el problema queda resuelto. El tema es que no puedo abusar tampoco de este remedio pues podría estar enmascarando la evolución del virus, pero bueno, una pastillita cada dos o tres días no va tampoco a ningún lado, por supuesto con conocimiento médico.

Del día de ayer, como os comentaba, poco con lo que sorprenderos. Por la mañana, ya de vuelta de Oviedo, me fui con Mónica -que se había tomado el día libre- a solucionar unos temas que prácticamente nos llevó toda la mañana. Luego, con el buen día que hacía nos fuimos a Quintes donde comimos y descansamos el resto de la tarde hasta que llegó la hora de volver a poner rumbo a la capital. Afortunadamente ayer por ejemplo no fue un día de excesivo tráfico, porque seguro que muchos de vosotros habréis sufrido las descomunales retenciones que con frecuencia se forman a la entrada y salida de Oviedo. Lo curioso es que te pueden pillar lo mismo a las ocho de la mañana como a las cinco de la tarde. En ese aspecto -y en otros muchos por supuesto- creo que Gijón es una ciudad mucho más "ordenada" -que diría un primo mío italiano que ha estado por aquí en alguna ocasión- que la vetusta Oviedo.

Tras la cena -un insuperable pitu de caleya con sus patatines y pimientos- nos decidimos por probar fortuna con una nueva serie con la que intercalar la tercera temporada de Los Soprano. Y la elegida fue una de la que quizás muchos ni hayáis oído hablar: Eureka. Narra la vida en un pueblo muy particular a la que el gobierno norteamericano siguiendo los consejos de Albert Einstein, traslada a los más brillantes científicos para transformar al pueblo en una auténtica fábrica de ideas e inventos que poder aprovechar en todos los ámbitos. Por supuesto que es en el aspecto militar donde surgen la mayoría de las tramas que se irán desarrollando en la serie. Es pronto para valorarla tras ver únicamente el episodio piloto, pero reconozco que sin que creo que vaya a ser una serie para enmarcar, sí que parece entretenida, con su dosis de humor entremezclada con los distintos sucesos que en un lugar tan peculiar se producen a diario y que habrán de ser investigados por el sheriff, una persona por otra parte "normal", pero con buenas dotes de ingenio y sobre todo de paciencia. Ya os iré contando.

Para hoy, y si bien la previsión meteo no es tan buena como la de los dos últimos días, aprovechando que tengo la mañana libre, intentaré salir a dar un paseo, eso sí, muy bien abrigado, que lo que sí se nota es que a cada día que pasa baja un poco más la temperatura. Cualquier día de estos me toca desempolvar los guantes. La bufanda o el foulard ya no lo poso desde que empecé con la radio.

Recordar también a los futboleros despistados que hoy tenemos partido: el Barca jugará frente al Rayo debido al compromiso del equipo culé con el Mundialito de Clubes. Con seis puntos de desventaja en la clasificación imagino que los de Guardiola no estarán para bromas.

Un fuerte abrazo a todos... "y mañana más..."

lunes, 28 de noviembre de 2011

Génesis Día 150

A punto de ser las tres de la mañana de este lunes veintiocho de noviembre, comienzo a escribir el Blog a ritmo de Tears For Fears, uno de esos grupos que triunfaron en los dorados ochenta.

Se acaba noviembre y el resumen que podemos hacer de este mes ha de ser necesariamente positivo. No digamos ya si lo comparamos con el del año pasado, donde a estas alturas me encontraba en pleno tratamiento de segunda línea debido a la recaída. En ocasiones alguno pregunta si releo aquellos post, y la respuesta es que no. Tal vez cuando todo esto acabe... pero de momento, sin olvidarme -¿cómo hacerlo?- de donde vengo, prefiero tener los cinco sentidos puestos en lo que tengo delante.

El día de ayer es fiel reflejo de esa benevolencia con la que noviembre y este otoño un tanto especial, me han tratado. Para comenzar, ya os había anticipado que habíamos quedado con unos amigos para tomar algo antes de la hora de la comida. ¿Y qué mejor sitio para ello que Casa Lalo en Quintes, tranquilamente apostados en una de las mesas de su terraza y disfrutando de sus siempre sorprendentes pinchos?

Lo malo de que ayer el Sporting jugara -lo de jugar es un decir- a las cuatro es que arruinó mi siesta. Bueno, he de confesar que hasta que el Levante nos clavó el primero de los cuatro goles que nos endosó, estuve tirado en el sofá, escuchando más que viendo. No comentaré más del cuatro a cero que nos devuelve a puestos de descenso. Patético.

Y entre medias la F1 con una carrera aburrida a más no poder. El único interés era comprobar si Alonso sería capaz de lograr el subcampeonato, algo que no sólo no se produjo, sino que al final el asturiano se vio relegado a la cuarta posición en el Campeonato del Mundo.

Rematando la jornada deportiva, el tenis, con la sexta victoria en un Master del incombustible Roger Federer. Impresionante el partido del suizo, que por lo visto en este torneo, vuelve por sus fueros y habrá que tenerlo muy presente de cara a la próxima temporada, al concluir ya esta con la disputa la próxima semana de la Copa Davis, entre España y Argentina.

Cenamos ya en Gijón, en mi caso un generoso plato de spaguetti all'oleo y después intentamos ver un capítulo de Los Soprano. Digo intentamos, porque no sé en qué momento mi espíritu se ausentó de mi cuerpo dejándome sumido en un profundo sueño del que desperté prácticamente a media noche.

Para esta mañana toca volver a Oviedo para la analítica de control. Tengo especial interés en conocer además del volumen de plaquetas en sangre, mi nivel de hemoglobina actual, porque este fin de semana sí que es cierto que me he notado un tanto bajo de fuerzas. Subir por ejemplo las escaleras conseguía que mi corazón se acelerara más de lo que venía haciendo en semanas anteriores. Son detalles que uno rápidamente cae en la cuenta.

No sé por qué se me había metido en la cabeza que hoy tenía también la consulta con Trasplantes cuando en realidad ésta es el miércoles. Así que hoy será ir, poner el brazo y volverme a Gijón a desayunar. Luego por la tarde sí que habré de regresar para la correspondiente sesión de radio. Del ganglio por cierto, deciros que me tiene un tanto confundido: hay días que parece haber disminuido en tamaño, y otros en los que lo noto tan inflamado como al inicio del tratamiento. El TAC del miércoles nos sacará de dudas.

Espero que llevéis lo mejor posible este inicio de semana. Yo al menos así lo haré de no haber cambios sustanciales en mi estado. Un fuerte abrazo... "y mañana más..."

domingo, 27 de noviembre de 2011

Génesis Día 149

Pasan escasos minutos de las cinco de la mañana de este domingo veintisiete de noviembre, cuando de la mano de la música de Tina Turner, doy comienzo al Blog.

Antes de que se me pase, repetir lo que ya escribía en uno de los comentarios correspondientes al post de ayer. Y es que estuve probando (de ahí los comentarios que aparecen eliminados) a ver cuál era el misterio que estaba llevando a la desesperación a alguno de vosotros que trataba sin éxito de publicar sus comentarios. De momento creo que lo he solucionado, para lo cual, diría que lo primero que hay que hacer es entrar en blogger.com y con una cuenta de correo de gmail darse de alta. Una vez hecho esto no debería haber mayor problema, pues cuando entréis de nuevo en el blog os aparecerá justo debajo del post del día un enlace donde se puede leer "Comentar como" seguido ya de vuestro nick de Gmail. Podéis además ver si queréis una vista previa de vuestro comentario y luego publicarlo. Ya os digo que con cuenta de Gmail funciona seguro. Desconozoco si será así con otras formas de identificación. De todos modos insistiros todas las veces que sea necesario que os agradezco vuestro interés y que no podéis imaginaros cómo me gusta leer vuestros comentarios aunque sea para meteros -con razón- conmigo, pero que en cualquier caso, me basta con tener la certeza que tengo de saber que estáis ahí, que ya es suficiente molestia para vosotros leer mis homilías diarias.

Dejando al servicio técnico del Blog descansar, y pasando a mi informe del día de ayer -de nuevo soleado a más no poder-, señalar que por la mañana subimos a Quintes en cuanto pudimos. Y mientras Mónica se daba un paseo por el pueblo, yo preferí quedarme probando mi último juguetito: un aparatejo de Philips al que puedes conectar tu IPad, iPod o iPhone, para que al tiempo que se recargan -hasta dos dispositivos al mismo tiempo- puedas escuchar toda la música que tengas en ellos. Cuenta además con radiodespertador y su diminuto mando a distancia. Lo dicho: un gadget más que añadir a la colección.

Lo mejor de la mañana vino cuando antes de la comida me dio por tirarme un poco en el sofá. El "poco" fue que me quedé dormido que ni el móvil fue capaz de sacarle de mi letargo. Dormí así a pierna suelta casi una hora y media. Después de comer una espectacular paella intenté de nuevo dormir algo más, por aquello de recuperar horas perdidas, pero no logré más que quedarme poco más de media hora en un estado de digámoslo así, semiconsciencia. Además, había comenzado el partido entre Ferrer y Federer, así que decidí prestarle toda  mi atención. Como ya sabréis se impuso el suizo que será quien hoy juegue la final frente al irregular francés Tsonga.

Tras el tenis llegaba el turno de la F1 con la enésima demostración de poder de RedBull. Para hoy sólo un milagro podría hacer que viéramos a uno  de dos pilotos de Ferrari en el podium. Espero equivocarme.

Y sin tiempo para el descanso comenzaron los tres partidos de la jornada: vimos así como el Valencia presentaba sus credenciales al batir en Vallecas a un Rayo siempre complicado en su feudo, a un Madrid levantar su partido frente al Atlético, y lo que ha sido no ya la sorpresa de la jornada, sino que diría de lo que llevamos de temporada, la derrota del Barca en Getafe. Quedan ahora los culés a seis puntos de los hombres de Mou.

Os confieso eso sí que apenas vi nada de los partidos, en especial del último, donde estaba mucho más entretenido compartiendo cena, junto con Mónica, con un par de parejas de la pandilla. Anoche incluso nos fuimos a tomar algo tras la cena, lo que hizo que para cuando apagara la luz fueran las dos pasadas. De verdad que fue lo mejor del día.

Para esta mañana ya hemos quedado con una de esas parejas para tomar el vermout así que habrá que intentar descansar un poco más, que hoy con el Sporting a las cuatro, y a continuación la F1 no hay tiempo para siestas...

Un fuerte abrazo dominical a todos... "y mañana más..."

sábado, 26 de noviembre de 2011

Génesis Día 148

Cuando faltan escasos minutos para las dos y media de la mañana de este sábado veintiséis de noviembre, doy comienzo al Blog, al mismo tiempo que escucho al polifacético artista italiano Adriano Celentano, uno de mis cantantes preferidos y uno de los pocos he de decir, que me tolera mi mujer. Reconozco que en ocasiones se me va la mano a la hora de tener música italiana a todas horas por casa, en el coche... Como bien dice Mónica, "si fuera española estarías diciendo que menuda mierda...". No le falta razón... Pero es entonces cuando pongo la vaga excusa de que lo hago por mantener el oído vivo y que no se me olvide el idioma por la falta de práctica.

Acabo de despertar tras casi tres horas de sueño continuo, lo que no está nada mal en mi caso.. Con un poco de suerte antes de levantarme todavía podré dormir algo más, aunque sea en pequeños intervalos, así que en ese sentido podemos decir que ha sido, o va a ser, una buena noche.

Pero empecemos por el día de ayer: por la mañana a las ocho y media estaba con el brazo izquierdo expuesto a la espera del correspondiente pinchazo para la colocación de la vía de cara al tratamiento con inmunoglobulinas. Primer pinchazo en hueso ya que tras penetrar la aguja, la vena se rompe, cosa rarísima en mí. Así que nada, a por el segundo pinchazo con el permiso de la Presidencia. Repetimos brazo en una zona algo más inferior, alejada de la flexión del codo para tener más capacidad de movimiento. Parece que este segundo intento ha sido un éxito, así que toca lo primero administrar la premedicación. Sin embargo algo no va, porque ésta no fluye correctamente. Intentan comprobar la vía con suero y descubrimos que todo el líquido se estravasa, es decir, fluye por fuera del capilar de la vena, con lo que se forma como un pequeño flemón subcutáneo. Segundo pinchazo del día y se escuchan algunos pitos en la plaza. Decidimos cambiar de brazo y nos vamos al derecho. Cambia también "el matador", y se cumple afortunadamente el dicho de que a la tercera va la vencida: vía colocada con éxito. Tímidos aplausos en la plaza.

Es el momento ahora sí de la premeditación, fundamentalmente antihistamínicos, para luego dar paso a la inmunoglobulina, que viene en tres frasquitos de 200ml más un cuarto de 100, para un total de 700ml que guardan estrecha relación con mis casi 70kgs de peso. La administración se realiza a través de la típica bomba de infusión. Como suele suceder en estos casos, se comienza de forma muy lenta, a razón de 50ml/h para ir duplicando esta velocidad cada media hora hasta un máximo de 200 o 250ml/h. Así que entre una cosa y la otra, a la una y cuarto había finalizado. Sinceramente me temía estar más tiempo. De todos modos las cinco horas que estuve me pasaron volando, ya que me dejaron ocupar una cama, y entre el sueño propio de dormir apenas cuatro horas por la noche junto con el antihistamínico, estuve como en un estado de letargo todo el tiempo, que me impedía casi leer y no digamos ponerme a ver una peli.

De Oviedo directo al cielo, o sea, a Quintes, donde después de la comida no perdoné una breve siesta. Después, a contestar emails haciendo tiempo para regresar a Oviedo para una nueva sesión de radio. Ayer iban con un poco de retraso, pero vamos, es que acostumbran a uno mal, que luego diez míseros minutos de retraso te parecen una exageración. ¡Qué fácil nos adaptamos a lo bueno!

Por cierto, que de la analítica que hicimos el jueves por la tarde no hay nada digno de reseñar. Las plaquetas que eran nuestra máxima preocupación apenas han variado, mientras que los resultados correspondientes al CMV aún no estaban disponibles. Los veremos el lunes, que es cuando de nuevo tengo analítica y posterior consulta. El martes quedaría libre por la mañana, mientras que el miércoles sería el día reservado para el TAC. Y el jueves nueva analítica y consulta con radio. No está mal, ¿verdad?

Tras la cena llegaba el momento más importante del día: ¿qué serie comenzamos? Al final la tercera temporada de Los Soprano fue la elegida. Aún tras ella me dio por leer un poco, muy poco, antes de que el sueño se apoderara de mí, de modo que a las once y cuarto estaba durmiendo como un bendito, si bien a las doce y cuarto estaba de nuevo despierto. Después, caí otra vez dormido hasta la tres pasadas, momento que elegí para escribir el presente post.

Para hoy vamos a cruzar los dedos -incluídos los de los pies- para ver sin continuamos disfrutando del sol que ayer nos acompañó durante toda la jornada. Para la noche ya me he encargado de remover un poco el gallinero para ver si nos vamos de cena a algún sitio tranquilo. Pero antes, quedan muchas horas para hacer cosas. El tiempo es oro.

Un fuerte abrazo, feliz finde... "y mañana más..."

viernes, 25 de noviembre de 2011

Génesis Día 147

A la una y media en punto de la madrugada de este viernes veinticinco de noviembre y con la música de la desaparecida Amy Winehouse, doy inicio al Blog. Resulta increíble cómo constantemente asistimos a casos de personas, que bendecidas por algún don innato, llevadas por no se sabe qué perversos hilos cual marioneta sin control propio, acaban por autodestruírse. Y en el otro extremo tenemos a personas, la mayoría de las veces anónimas para el gran público, que luchan por salir adelante aun siendo perfectamente conscientes de lo injusta que esta vida está siendo con ellas. Éstas son las que merecen todo mi respeto y en las que busco aunque sea de forma mínima, poder sentirme reflejado.

Ayer tuvimos un día espléndido de sol como estaba previsto. Eso sí, la temperatura no pasó en todo el día de los catorce grados, que tampoco es para quejarse. Me había levantado con el firme propósito de arrancarme con los ejercicios de la wiifit, y así lo hice. Reconozco que la cosa no empezó muy bien a nivel motivacional que digamos, cuando al iniciarse el programa del juego éste me echaba en cara los más de seiscientos días que llevaba sin hacer nada. ¡Ay, si yo te contara!-pensé. Y luego el siguiente dato demoledor: desde mi última visita había perdido quince kilos, lo que para mayor ironía la maquinita sabionda interpretaba como todo un éxito por mi parte. Apreté los dientes por no tirar la tabla por la ventana y me dispuse a hacer algún ejercicio de estiramiento sencillo y ahí fue cuando sobrevino el descalabro total: mi cuerpo está tan atrofiado que ni siquiera era capaz de realizar el más básico de los esfuerzos. No insistí, admití -raro en mí- la derrota y apagué la consola. Pero como aquello no podía quedar así, llamé a mi padre y me largué a dar un buen paseo con él, si bien durante toda la hora larga que duró no pude quitarme de la cabeza mi fracaso con la wii y cómo podía remediarlo. Porque pienso hacerlo. Ya veremos cómo.

Comí con más apetito si cabe del habitual y tras la siesta estuve escribiendo cosas mías y viendo un poco de tenis, en concreto a a Federer hasta que llegó la hora de irse a Oviedo. Ayer fuimos primero a la décima sesión de radio, para luego pasarnos por Trasplantes de modo que me extrajeran una nueva analítica de la que hoy conoceré los resultados. Se dio la agradabilísima sorpresa de que me encontré por el hospital con uno de mis compañeros que se encontraba trabajando por allí. Siempre resulta agradable ver una cara conocida y más cuando se trata de un buen amigo como lo es él.

De la sesión de radio poco que añadir a lo que siempre os comento: ojalá todos los servicios funcionaran tan bien como este. Lo más reseñable quizás sea que la máscara que me colocan cada vez me queda más apretada como consecuencia de que mi cara está poniéndose progresivamente más regordeta como consecuencia de la mezcla de la propia radiación con los corticoides. Pero bueno, de momento la tolero, así que seguiremos con ella sin falta de cambiar nada.

En cuanto a la analítica fue también visto y no visto. Por supuesto no era cuestión de esperar una hora por los resultados, cuando hoy a primerísima hora estaré otra vez por Oviedo para que me administren la inmonoglobulina. Voy bien preparado con el iPad cargado entre música, películas y cosas que leer para no aburrirme durante las cuatro o cinco horas de media que dura el tratamiento. Seguro que habrá tiempo para alguna cabezadilla.

Espero de este modo estar para comer en Quintes a una hora razonable, que me dé tiempo a descansar un poco, para luego hacia las seis y media volver al HUCA para la sesión diaria de radio; si mis plaquetas no lo impiden, claro. Un día cargadito, ¿no os parece? Así que os podéis hacer una idea de las ganas que tengo de que llegue el fin de semana, porque a partir de lunes se presentan otros cinco días con la agenda bien apretada. Pero bueno, yendo bien las cosas lo daremos todo por bien empleado.

Por la noche concluímos con la serie Hermanos de Sangre. Le doy un sobresaliente. Ahora veremos si nos decidimos por continuar con la tercera temporada de Los Soprano, si irnos a la segunda de 24h o incluso ponernos con la cuarta de Chuck. O eso o comenzar con cualquiera de las más de treinta series que tenemos almacenadas en el disco duro, muchas de ellas con todas sus temporadas al completo. No sé, me apetecía algo agradable. ¿Qué tal el entrañable Rex? La primera temporada seguro que ni la vi en su día.

Nada más por este viernes. Simplemente para los que estuvierais siguiendo las informaciones que sobre el master de tenis os iba dejando, deciros que Nadal ha caído eliminado al perder de nuevo ayer, en esta ocasión frente al francés Tsonga. ¡Ah!, y recordaros que ya desde esta tarde a la una con los primeros libres, tenemos fin de semana de F1. Se trata de la última prueba del mundial del campeonato y que se disuputa en el carismático circuito de Interlagos, otrora pista talismán para Felipe Massa. No da la sensación de que el brasileño de Ferrari vaya a ser capaz de evitar ser el primer piloto en la historia del cavallino en completar toda una temporada sin pisar el podium.

Lo dicho: ¡a comeros el viernes!, y luego a disfrutar del finde. Con el violín desgarrador de Vanessa Mae de fondo me despido. Un fuerte abrazo... "y mañana más..."

jueves, 24 de noviembre de 2011

Génesis Día 146

Sin llegar todavía a ser las dos y cuarto, comienzo a escribir el Blog, en este jueves veinticuatro de noviembre. Un día que amanece -aún figuradamente a estas horas, claro está- con la previsión de que tendremos una jornada soleada, con una subida en las temperaturas nada desdeñable. De verdad que no recuerdo un otoño tan variable y caprichoso. No es de extrañar que por todas partes me encuentre con gente pegada a un pañuelo. A poco que te descuides estás pasando de tener calor a sufrir frío, y si no vas preparado con una chaqueta o trapo de más, estás perdido. Yo en ese sentido voy siempre con más capas que una cebolla, de forma que más o menos controlo la temperatura, aunque soy consciente de que eso no me libra de pillar cualquier virus despistado, ¿pero qué voy a hacer?, ¿quedarme en casa? A fin de cuentas de virus voy ya sobrado con el citomegalovirus, así que uno más...

Ayer por la mañana no paró de llover, en ocasiones con fuerza, así que mi padre y yo nos quedamos muy a nuestro pesar enclaustrados. Él aprovechó para pasar la aspiradora y el polvo -no puedo evitar que mi imaginación al verlo en faena vuele al famoso video de Queen, I Want To Break Free-. Yo por mi parte estuve más que entretenido, primero colgado del teléfono por un tema del seguro del coche, y después, escribiendo esas nimiedades que os había comentado me habían solicitado de la empresa para colgar en la Intranet de la empresa. Por cierto, que he recibido también de la empresa la invitación para asistir a la tradicional Cena de Navidad. Todavía queda mucho tiempo y ojalá fuera mañana, porque sin duda iría, pero quién sabe cómo estaré dentro de tres semanas. Seguro que mejor, ¿ no creéis? Ojalá.

Después de comer en casa de mis padres me volví a la mía donde caí frito en el sofá con los primeros titulares del telediario. Dormiría casi una hora, lo que para alguien que no pasa de las cuatro horas durante la noche, es todo un lujo. Entre emails y otras lecturas llegó la hora de irse a Oviedo donde ayer había un ligerísimo retraso, pero nada que impidiera que antes de las ocho y media estuviera ya de vuelta. Hoy tendré que ir más temprano, porque como sabéis, antes de a acudir a la sesión de radio, me pasaré por la Unidad de Trasplantes para que me hagan una analítica con el fin de mantenerme controlado, sobre todo en lo que a mi trombocitopenia se refiere -se entiende como tal el tener menos de cien mil plaquetas por milímetro cúbico de sangre- y en lo referente al citomegalovirus. Tengo que decir que de momento nuestro invitado inesperado no me está dando demasiados problemas. Ni él ni la "comida" que le estoy ofeciendo gentilmente para invitarle a volver a su casa.

Tras la cena esta vez sí admito el haber estado viendo el partido de Champions entre el Milan y el Barca, con victoria final para los culés, no sin apuros. Pero la noticia sin duda la protagonizó el Valencia con su borrachera de goles -siete- ante el Genk. Aunque con todo, de nuevo ha sido el tenis quien merece un punto y aparte, con la enorme victoria del alicantino David Ferrer en su partido frente al número uno, Djokovic. Con sus dos victorias Ferrer se asegura el paso a semifinales, algo por lo que hoy, a eso de las nueve de la noche, tendrá que luchar Nadal en su duelo ante el francés Tsonga.

Mientras escucho una de las baladas más hermosas de Eros, Fábula, me despido de vosotros. Como de costumbre para los que os toca currar, os animo a llevarlo con la ilusión de que ya estamos a jueves. Y para todos, por supuesto mi más sincero abrazo... "y mañana más..."

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Génesis Día 145

No pasan ni diez minutos de la una de la madugada de este miércoles ventitrés de noviembre cuando comienzo con el Blog, mientras que en el iPad suena una de las mejores BSO de la historia del cine: la que acompañaba a la no menos brillante Forrest Gump.

Ayer llovió lo que no está en los escritos, sobre todo cuando a mi padre y a mí os tocó regresar por la tarde de Oviedo. En la antigua carretera que la une con Gijón, por momentos se hacía casi imposible la circulación del agua que caía del cielo, como si se hubieran abierto en él las mayores cascadas que jamás se hayan visto.

Del día en general deciros que no fue demasiado bueno. No porque mi estado se viera mermado en algún aspecto, sino por las noticias que recibí del hospital a primera hora. Y es que si ayer mismo os escribía que el citomegalovirus parecía ya agua pasada, en los análisis praticados el lunes ha vuelto a irrumpir con fuerza. No queda otra que volver a tratarlo de manera inmediata para contener primero su desarrollo y después, devolverlo a su guarida. Lo malo es que como ya sabéis el tratamiento, consistente en pastillas de Ganciclovir, me sienta como una bomba en muchos aspectos, a comenzar por el ya maltrecho estómago. Pero por supuesto haremos lo que se nos indique. Ellos son los médicos.

Por otra parte, y para completar el panorama, voy a necesitar de una sesión completa de infusión de inmunoglobulinas, pues han aparecido en muy bajo nivel en la citada analítica. Sin entrar en detalle deciros que las inmunoglobulinas son un tipo de proteínas plasmáticas que el sistema inmune produce -defensas por tanto al fin y al cao- en respuesta a la presencia de sustancias extrañas (antígenos) potencialmente dañinas como pueden ser virus, hongos o bacterias. Cada uno de los cinco tipos de inmunogloblina (IgA, IgD, IgE, IgG, IgM) es único y defiende al organismo de un tipo específico de antígeno. Hemos quedado para realizar la infusión este mismo viernes. Acudiré más cargado de paciencia que nunca, pues en pasarte por la vena todos los frasquitos tardan entre cuatro y cinco horas.

Como me esperaba, y porque además sé que es cierto, ambas complicaciones ayer detectadas son de lo más habituales en un postrasplante y no tienen por qué suponer ningún problema grave cogidas a tiempo. Vamos a ver si una vez más mi cuerpo reacciona satisfactoriamente a la caña que le estamos metiendo desde hace más de veinte meses.

Así que comprenderéis que mi humor no esté a los niveles de una boyante prima de riesgo, pero tampoco penséis que me he venido abajo; al contrario: estas piedras en el camino me sirven una vez más de estímulo para resistir y seguir avanzando. En mi cabeza se impone una única meta posible: la curación. Y en esa dirección seguimos. Que nadie tenga la menor duda.

Por lo demás, en la consulta de radio que tuve tras la novena sesión de "lámpara" no tuve ninguna novedad. Les puse al corriente de las últimas noticias por mi parte, en especial para que las tengan en cuenta en relación al bajo número de plaquetas que ahora mismo presento en sangre y que de persisitir en su descenso podría requerir de alguna transfusión amén de la suspensión temporal de la radio. Confío en que no lleguemos a ese extremo. De otros efectos secundarios que podría estar ya sufriendo como sequedad en la boca, picores en la lengua, molestias en la garganta o inflamación de la zona radiada, poco que rascar, pues entran también dentro de la normalidad incluso cuando como en mi caso, todavía no hemos llegado a la mitad del tratamiento.

Así que para lo que queda de semana dos son las citas en el calendario además de las visitas diarias para la radiación: el jueves analítica para vigilar mi número de plaquetas y volver a repetir las pruebas del CMV. Eso será por la tarde antes de la sesión de radio. Y el viernes, encuentro con las inmnoglobulinas. Para la siguiente semana quedaría el TAC el miércoles, además de las consultas y análisis programados para el lunes y el jueves. Tengo la agenda como podéis ver que no da para más.

En el plano lúdico y para despedirme por hoy de vosotros, deciros que ayer como os había anticipado nos inclinamos más por seguir viendo en la tele la serie de Hermanos de Sangre que de ver nada de deportes, donde ayer fueron noticia la goleada aplastante del Madrid en Champions, la derrota más que previsible del Villarreal y muy especialmente el palizón sufrido por Nadal en su enfrentamiento frente a Federer en el que cayó por un sonrojante 6-3 6-0 en apenas una hora de partido. Por supuesto no puedo dejar de mencionar el éxtasis que anoche se vivió en el estadio San Paolo de Nápoles con la victoria del equipo partenopeo frente al poderoso Manchester City.

Lo dicho: que tengáis un feliz miércoles -no lloverą ya tanto según se anuncia-, un fuerte abrazo... "y mañana más..."

martes, 22 de noviembre de 2011

Génesis Día 144

A las tres y punto y mientras el gran Frank Sinatra me pide que vuele con él en Come Fly With Me, doy inicio al Blog en este martes ventidós de noviembre. Y han sido esas mismas tres horas... y punto, las que he dormido esta noche después de echarme ayer algo más tarde de lo habitual y de estar todavía leyendo un buen rato. Sé que no os he vuelto a hablar de mis lecturas, pero la razón es que sigo con el mismo libro de El Primer Hombre de Roma. Me está costando bastante porque es muy profundo en el detalle y además, recoozco que no tengo la misma voracidad lectora que tenía hace meses. Supongo que cuando acabe este libro, en lugar de pasar al segundo de la colección, cambie de tercio para no saturarme con el estilo tan particular y documentado de la autora.

Ayer como sabéis tenía a primera hora analítica en Oviedo, de modo que a las ocho en punto salimos mi padre y yo rumbo al HUCA. Tras la pertinente extracción de sangre nos fuimos a desayunar tranquilamente puesto que hasta las once no tenía la consulta para ver entre otras cosas qué tal estaban mis valores hematológicos. Y lo cierto es que sigue todo más o menos igual que la última vez; a saber, una hemoglobina entorno a los nueve puntos y medio, unas defensas en forma de neutrófilos por encima de las mil quinientas y unas plaquetas, ¡ay mis pobres plaquetas!, que siguen erre que erre sin pasar de las veintinco mil, cifra irrisoria, pero que de momento no me está produciendo ningún trastorno en forma de sangrado. ¿Por qué de repente las plaquetas parecen estancadas en unas cifras tan raquíticas? Bueno, lo más probable es que todo tenga que ver con la radioterapia. En cualquier caso, y para asegurarnos bien de que todo va según lo previsto, hemos fijado para el próximo día 30 un nuevo TAC. Además, este mismo jueves volveré a efectuar un nuevo análisis para vigilar que la cifra al menos no empeore.

Del resto pocas novedades: el citomegalovirus sigue tranquilo durmiendo en su guarida, la creatinina en estos momentos está controlada y el nivel de inmunodepresión parece también el adecuado. En cuanto al resto del cuadro de molestias que os he descrito, no hay que darle mayor importancia. El insomnio se irá pasando conforme vayamos bajando la dosis de corticoide y con él, probablemente desaparezca el estado de ligero nerviosismo que noto me está afectando en los últimos días. Y es que uno es el primero en darse cuenta cuando no está tranquilo mentalmente y cualquier tontería sirve para que saltes como un resorte al cuello de quien la provoca. Lo malo es que siempre pilla a los mismos como víctimas colaterales.

A mediodía comimos de nuevo por Quintes y la siesta me sirvió para templar en parte ese exceso de adrenalina. Después estuve entretenido con el ordenador hasta que llegó la hora de volver a Oviedo, en este caso para la sexta o séptima -ahora mismo no sabría decirlo- sesión de radio. Curiosamente he notado que la zona del ganglio vuelve a estar ligeramente inflamada e incluso me duele al tacto. Es como si con el fin de semana sin tratamiento hubiera empeorado en parte. De todos modos, justo esta tarde tengo además de la sesión diaria, consulta con ellos, así que saldremos de dudas con lo que puedan decirme. Sé que tengo que ser paciente pues no he llegado siquiera a la mitad de las veintidós sesiones previstas inicialmente y de momento no puedo quejarme, porque aparte del mencionado problema plaquetario y de que noto la garganta algo más reseca de lo normal, por lo demás estoy llevando bien la radiación, o eso creo.

Después de la cena, nuevo capítulo de Hermanos de Sangre. Por más que hayamos visto películas o series sobre la crudeza de la guerra, y en particular de la Segunda Guerra Mundial, resulta impactante el solo imaginarse a personas de poco más de veinte años sometidos a una experiencia imposible de describir, aunque Hermanos de Sangre os aseguro que por momentos lo consigue.

Para el día de hoy tenemos por estas latitudes activada la alerta amarilla por posibilidad de fuertes lluvias. A ver si no es para tanto porque ya es bastante coñazo el tener que coger el coche para irnos a Oviedo de noche, como para que encima lo tengamos que hacer lloviendo. Y es que de verdad, muchos conductores es caer cuatro gotas y ponerse tiesos al volante como si tuvieran que atravesar sin cadenas un puerto nevado. Como si no estuviéramos acostumbrados a la lluvia por aquí.

Y esta noche vuelve la Champions para los futboleros. Turno así para el Madrid que juega en casa frente al Dínamo de Zagreb y para el Villarreal ante el poderoso Bayern, mientras que mañana serán Barcelona y Valencia los que se vean las caras frente al Milan y el Genk respectivamente. Pero sin duda el plato fuerte deportivo que hoy podremos disfrutar será el enésimo enfrentamiento entre Rafa Nadal y Roger Federer, a las 21:00, correspondiente a la segunda jornada del Master de Tenis y después de que ambos jugadores hayan vencido en su debut en el torneo.

Y con esta breve reseña deportiva me despido de vosotros, que no sé cómo lo hago, pero por más que me propongo ser breve siempre acabo por soltaros unas homilías que ni el Papa. Ya lo decía mi abuela que hubiera sido un buen cura.... Un fortísimo abrazo... "y mañana más..."

lunes, 21 de noviembre de 2011

Génesis Día 143

A las dos y veinte de este lunes veintiuno de noviembre, comienzo a escribir el Blog. Lo hago en esta ocasión aompañado por la Creedence Clearwater Revival, uno de esos grupos del que todos conocemos muchas más canciones de las que nos imaginamos.

Anoche no me eché excesivamente tarde; de hecho me fui justo para la cama después del discurso que Rajoy dirigió a sus bases tras realizar ante los periodistas su primera declaración tras conocerse el resultado final de unas elecciones en las que sin duda la noticia triste ha sido la vuelta del terrorismo al Hemiciclo. Enhorabuena a quien o quienes lo hayan hecho posible para escarnio de las víctimas y vergüenza de toda una nación. Por lo demás se cumplieron más o menos los pronósticos aunque tal vez no se esperaba un descalabro semejante en el PSOE. Tanta sangría en sus escaños ha provocado que la mayoría del resto de partidos haya mejorado sus resultados, con mención especial para iU y UPyD que dispondrán de grupo parlamentario propio. Además nuevos partidos minoritarios han entrado en juego, como es el caso de Foro, el partido de Álvarez Cascos. Está bien que aunque PP y PSOE sigan siendo los dos grandes partidos, los pequeños partidos, lejos de desaparecer, aumenten su presencia. Por cerrar el tema Elecciones, me resultó más que curioso el que apenas se hiciera una sola mención a los resultados en el Senado, donde a tenor de los votos válidos, la opción del castigo en forma de voto en blanco fue sin duda la protagonista.

Del resto del día decir que el protagonismo como no podía ser de otra forma, se lo llevó el cumpleaños de mi suegro. Tuvimos así a mediodía una buena comida familiar en Quintes a la que subieron también mis padres. Luego, a echar a correr para El Molinón. Menos mal que aunque por los pelos, los jugadores del Sporting cumplieron con su palabra de regalarle a mi suegro la victoria. Lo del buen juego lo dejaremos para otra ocasión, que todo no se puede pedir.

Con el buen sabor de boca que siempre da la victoria nos volvimos a Quintes para cenar de nuevo todos juntos. Y es que ya se sabe que toda buena fiesta sin comida en abundancia de por medio no es tal. Para ello Mónica preparó una pizza tamaño XXXL que por lo que duró pareció más bien XXXS. No se puede decir que nos cuidemos mal, ni mucho menos.

Así que hoy empiezo una nueva semana con las pilas bien cargadas y con la esperanza de que sea al menos tan buena como la que acabamos de dejar atrás. Por delante me esperan cinco días de visitas al hospital, comenzando esta mañana donde como ya os comenté, tengo analítica a primera hora y posteriormente consulta en la Unidad de Trasplantes. Y por la tarde habré de volver para la correspondiente sesión de radio. En fin, nada por lo que deba quejarme pues lo principal es que sigo sin apenas molestias, salvo las ya conocidas como este insomnio provocado por los corticoides o los trastornos intestinales que desde que realicé el trasplante no han dejado de acompañarme. Quizás ahora lo que más me preocupe es una pequeña afección en la garganta que yo achaco a las sesiones de radio y a este tiempo un tanto variable. Pero vamos a esperar a ver cómo sale hoy el hemograma, comprobar además que nuestro colega el citomegalovirus permanece tranquilo y luego ya de paso, que me echen un ojo a la garganta para ver que no haya ninguna placa ni nada extraño. Lo dudo mucho al no tener febrícula alguna, que sería el primero de los síntomas. Lo que sí me han comentado es que la próxima semana, donde estaré en la mitad del tratamiento con radio, haremos un TAC para valorar cómo estoy respondiendo a las sesiones y en función de esa valoración decidir si hay que variar algo.

Ahora permitidme que intente al menos retomar el sueño, aunque antes aprovecharé todavía para leer algún que otro email atrasado y echarle un ojo a las portadas de los periódicos. Un fuerte abrazo, que tengáis una semana tranquila, libre de primas de riesgo... "y mañana más..."

domingo, 20 de noviembre de 2011

Génesis Día 142

Comienzo este Blog cuando apenas hemos sobrepasado las dos de la madrugada, de este veinte de noviembre, sábado. Una fecha que viene marcada a fuego en el calendario desde que allá por el mes de julio, el presidente del Gobierno, la señaló como la jornada en la que se celebrarían elecciones anticipadas. ¿Fue algo premeditado el que hiciera coincidir esa cita con el aniversario de la muerte de Franco? Vaya usted a saber, porque el presidente de las nubes, en su particular sumisión a su propia Ley de Memoria Histórica otra cosa no, pero no da punta sin hilo. En todo caso me parecería demencial el imaginarme que alguien dentro del Gobierno pudiera siquiera valorar que una coincidencia provocada de este modo, pudiera acarrearle un puñado de votos.

Pero este veinte de noviembre en lo personal es donde para mí de verdad cobra importancia al ser el cumpleaños de mi suegro. Así que un millón de felicidades y hoy lo que nos toca por Quintes es una buena fiesta, y como colofón a la misma, lo tengo todo organizado para que el Sporting venza al Getafe. ¡Que no me fastidien el regalo!

Mientras escucho relajadamente algo de música clásica en la cama, hago memoria sobre los principales acontecimientos del día de ayer. Comencé la jornada como podéis suponer con un buen desayuno, al que contribuyó mi querido primo Michele, quien a primera hora se me presentó con una espléndida tarta de calabaza que él mismo me había prepardo. Desayuné con ganas y eso que notaba aún el estómago un tanto tocado de la cena de la noche anterior. En realidad tengo que decir que hasta mediada la tarde, me encontré un tanto revuelto, como desprovisto de fuerzas. A pesar de ello, y como no soporto sentirme así, uno que es necio, pero necio de verdad, decidió hacer media hora de cinta para ver sin así el cuerpo espabilaba de su letargo. Sin embargo, como tampoco resultaba difícil de adivinar, lo que mejor me vino para recuperarme fueron unos sueñecitos que me eché antes de la comida y después de ésta. Eso, y el volver a respirar el aire limpio de Quintes.

Psicologías mías a un lado, es más que probable que la reducción en la dosis de los corticoides comience a manifestarse en forma de pequeños bajones transitorios. Durante toda esta semana -no recuerdo si ya os lo había contado-, mantendré los días pares la dosis de pico de 60mg, mientras que en los impares tomaré justo la mitad. Espero que además de ir recuperando poco a poco las horas normales de sueño, al bajar la dosis, me desinfle la cara, que ahora la tengo que parezco el Piraña en Verano Azul, con sus mofletes a punto de reventar.

Por Quintes estuvimos hasta cerca de las ocho, justo cuando comenzó a llover con mayor intensidad. Cenamos ya en nuestra casa, y completamos el día con un nuevo episodio de Hermanos de Sangre. De los resultados de Barcelona y Madrid si os digo la verdad me enteré al irme a dormir. Tampoco es que me sorprendieran lo más mínimo.

Hoy no voy a alargarme mucho más, que no quiero robaros tiempo, no vayáis a echarme en cara que luego no vais a votar por mi culpa. Yo ya sabéis que no tengo permitido el voto por mi condición de italiano, pero bueno, ya votaré cuando el próximo año se celebren elecciones también en Italia. Por cierto, que me ha alegrado conocer que una de las primeras medidas presentadas por el recién estrenado gobierno Monti ha sido eliminar la pensión vitalicia a la que tenían derecho los políticos tras completar únicamente una legislatura. A ver si por aquí toman nota también.

Así que nada, un fuerte abrazo, feliz domingo... "y mañana más..."

sábado, 19 de noviembre de 2011

Génesis Día 141

A las tres y cuarto de la mañana -imperdonable el retraso- de este sábado diecinueve de noviembre, comienzo en este día, marcado por la Jornada de Reflexión, a escribir el Blog. Se nota que ayer nos echamos algo más tarde de lo habitual y de este modo, he aguantado un poco más sin despertar. Y eso que fue curioso, pero ayer experimenté un par de minisiestas -por llamarlas de alguna forma-; una previa a la comida y otra tras ésta, en las que con poco más de media hora de sueño, os juro que desperté totalmente desubicado, sin saber ni por asomo ni dónde estaba, qué hora era o si tan siquiera si había ya comido o no. Con todo, ahora que os escribo mientras escucho el directo que Biagio Antonacci grabó en su actuación nada menos que en el Coliseo; ahora digo, me encuentro bastante descansado, aunque para nada descarto el poder dormir algo más antes de saltar de la cama.

Jornada de Reflexión: bonita invitación para no hacer absolutamente nada. ¿Cuántas personas pensáis que le dedican algo de su tiempo al día de hoy para decidir a quién habrán de votar mañana? Yo diría que una o ninguna. Muchos no cambiarían su voto por aquello de que no gane el otro ni aunque se vieran viviendo debajo de un puente, que por cierto, aquí en el del Piles, empieza a notarse cierta sobrepoblación. En esto demostramos seguir siendo una democracia muy poco avanzada frente a la de otros países, donde un partido no es ni una religión ni un equipo de fútbol al que se le rinde pleitesía por los siglos de los siglos. En fin, que dejo aquí el tema no vaya a sancionarme la Junta Electoral por contaminar la absurda Jornada de Reflexión. Eso sí, con lo que me gustan las porras, aquí os dejo la mía para mañana: 188 para peperos y 123 para los de la rosa.

Pero como digo, mejor me dedicaré a reflexionar en qué se me fue el tiempo ayer, un día de verdad espléndido en cuanto a lo meteorológico, aunque no es menos cierto que con algo más de fresco en el ambiente. Y la buena noticia es que parece que hoy se repetirá.

Lo más destacado de la mañana fue sin discusión mi paso por la oficina para dejar pagados los décimos de lotería que cada año jugamos para Navidad, y que año tras año también, acaban en la papelera, en lo que representa lo que en estadísica sería considerado un suceso imposible. ¿Cómo es posible que en diez años y en ocasiones jugando dos números no hayamos rascado ni lo jugado? Pero a ver quién es el valiente que se queda sin jugarla un año... Ya sabemos qué pasaría entonces... Fue como digo lo mejor de la mañana pues pude charlar un rato con la gente que se pasó por la entrada mientras estuve por ahí.

Después, carretera y pa Quintes. ¡Qué ganas tenía de salir un poco de la ciudad! Estuve leyendo y releyendo los periódicos hasta que como os comentaba al inicio me quedé dormido en el sofá. La comida, después, al llegar ya Mónica, consistió en un contundente pote asturiano, que casi que me obligó a volver a dormir un rato al acabar; el potaje y las castañas a la plancha que comí como postre. Una comida de lo más ligero, ¿no os parece? No es de extrañar que últimamente haya recuperado un par de kilitos y esté casi, casi, tocando con la yema de los dedos los setenta kilos.

Llegó así la hora de irnos a Oviedo para la sesión de radio y otra vez tengo que repetir que da gusto lo bien qué funciona aquello: fue llegar y sin tiempo ni para quitarme la chaqueta me pasaron, y eso que por el poco tráfico que nos encontramos, habíamos llegado con casi media hora de antelación.

No tuvimos así ningún problema para llegar puntuales a la cita que teníamos para cenar con una de las parejas de la pandilla. La sorpresa fue cuando al llegar al lugar acordado, nos encontramos allí con otra que por casualidad habían parado a tomar algo. Así que al final fuimos seis a cenar, y aunque reconozco que a última hora me encontraba un tanto cansado, e incluso un poco destemplado, lo pasé genial. Sólo pido que este estado de inestable estabilidad, como yo lo defino, se mantenga lo más posible para poder seguir disfrutando de la cercanía de las personas a las que más aprecio, más allá de emails y llamadas telefónicas.

Con la cena todavía centrifugando en mi estómago, me despido por hoy. Buen fin de semana, y que mañana gane no ya el mejor, sino quien de verdad lo merece. Estoy hablando para que nadie se confunda de mi Sporting. ¿Qué os habíais pensado? Un fuerte abrazo... "y mañana más..."

viernes, 18 de noviembre de 2011

Génesis Día 140

A la una y punto de la madrugada de este viernes dieciocho de noviembre, no sin cierta dificultad, mis dedos teclean las primeras palabras del Blog. Si en el último post os confensaba haberme quedado grogui al final del capítulo de Hermanos de Sangre, esta noche mi ignominía ha ido mucho más lejos, pues apenas superé con los ojos abiertos los créditos inciales. Si os soy sincero, esa hora en la que caigo profundamente dormido, mientras Mónica soporta estoicamente todos mis ronquidos, tratando de distinguirlos en este caso de las bombas alemanas, es para mí la mejor de todas cuantas luego logro dormir a lo largo de la jornada. La pena, es que como veis, echándome con menos pilas que un zombie a las once, antes de la una ya me despierto como si fuese el Conde Drácula, listo para darle un buen mordisco a lo que se me ponga por delante.

Para este post me acompañan los mejores temas de Sir Elton John, uno de esos cantantes que siempre me ha gustado, pero al que le ha faltado algo, desconozco el qué, para transformarse en uno de mis favoritos. Sería un buen motivo para un estudio el descubrir qué motivos son los que hacen que empaticemos con unos cantantes más que con otros, cuya calidad de música objetivamente es incluso mejor. Sí, ya sé: para gustos de hicieron colores. Pero yo creo que tiene que haber algo más para que para mí por ejemplo Queen sea el grupo por excelencia del rock, y sin embargo, sea incapaz de escuchar dos canciones seguidas de Los Beatles, o tres de los Rolling Stones.

Pero vayamos con la música a otra parte y centrémonos en este particular piccolo hermano, en el que a veces tengo la sensación que degenera el blog. Ayer por la mañana tocó otra vez arreglar algunas cosillas por el banco, aunque en realidad lo primero que hice fue pasarme por el taller a ver si habían sido capaces de resolver el problema que me había surgido con los sensores de aparcamiento. La avería estaba sin embargo sin solucionar, pero no porque no supieran su origen, sino porque en este caso, para calibrar los sensores habría que pasar igualmente por la casa, con lo que al final la reparación sería más cara. ¿Y cuál era su origen? Mejor no lo dejo por escrito para no dar ideas a nadie... pero os diría que en un 70% fue algo deliberado. Si alguien tiene especial interés no tiene más que enviarme un email y gustosamente le explico en qué consiste la "broma" en cuestión. Broma que afortunadamente no saldrá cara reparar.

Una vez realizados los recados mañaneros, con el día de sol que hacía, y encontrándome como de costumbre con muchas ganas, subimos a Quintes a comer. No faltó la siesta en mi sofá mágico, el té de las cuatro y media, ni la lectura de prensa, con la prima de riesgo como reina por doquier. ¡Dichosa prima de riesgo! Tampoco será para tanto, que recuerdo bien a una prima de un viejo amigo del colegio que aquella más que riesgo tenía peligro en estado puro. Menos mal que uno siempre fue de lo más formal, o quizás demasiado tímido.

Al bajar de Quintes nos fuimos a hacer una visita a la pequeña Laura, la hermanita de Diego, el ahijado de Mónica. Estaban con sus orgullosos padres -no es para menos- en el parque que tienen justo debajo de su casa. Aquello estaba a tope de niños entre dos y cinco años. Tranquilos que el mundo no se acaba... Fue un subidón volver a verles.

Llegó así la hora de irnos para Oviedo a por la quinta sesión de radio. Bueno, ya llevamos el 25% de las mismas y de momento no siento ninguna molestia de importancia, salvo quizás la boca algo más reseca de lo normal y una ligera carraspera. El bajón en las plaquetas podría tener algo que ver también con la radioterapia, aunque siendo honestos, con tan pocas sesiones y siendo tan cortas y localizadas se antoja complicado conjugar ambas circunstancias.

Para la próxima semana pronto veremos la tendencia de estas plaquetas, puesto que ya el mismo lunes tengo revisión y posterior consulta en Trasplantes. Luego el martes, ya de tarde, tocaría la consulta semanal radio, justo antes de la sesión correspondiente.

Para hoy, si volvemos a tener suerte con el tiempo subiremos probablemente a Quintes para pasar por ahí el día, hasta que llegue la hora de arrancar para Oviedo. Y como nos lo merecemos y es viernes, quién sabe, lo mismo a la vuelta nos planteamos cenar fuera de casa, como solíamos hacer antes de que comenzaran mis particulares aventuras con la Sanidad. Y es que Mónicay yo no perdíamos oportunidad de salir viernes y sábado. Volveremos a ello: prometido aquí queda.

Un fuerte abrazo para todos, a por todas que es viernes... "y mañana más..."

jueves, 17 de noviembre de 2011

Génesis Día 139

Sin ser casi la una de la madrugada y después de dos horas de sueño que me han parecido ocho, comienzo a escribir el Blog en este jueves diecisiete de noviembre. Anoche tengo que reconocer que caí rendido en el sofá justo al final del capítulo de Hermanos de Sangre que estábamos viendo. ¡Y mira que me gusta la serie! Pero cuando me entra esa brisilla característica no puedo resistirme a ella: primero opto por cerrar los ojos y simplemente escuchar con la promesa de abrirlos si ocurre algo que lo merezca, después... después uno se encuentra de frente a los créditos con cierto sentimiento de culpabilidad. ¡Yo que en toda la vida jamás me dormía viendo la tele!

En fin, la verdad es que el día había sido bastante largo, sin lugar siquiera para una simple siesta, así que hasta cierto punto es lógico que pudiera llegar tan fuera de combate a las postrimerías del día. Y es que ayer, como ya os dije, para comenzar tenía analítica de control en Oviedo a primera hora, de modo que a las ocho y media estábamos disfrutando de los ocho grados que la capital del Principado ofrecía a sus viandantes a esa hora. Después de cumplir con los vampiros, tocaba nuestro habitual desayuno en el Centro Cívico. Casi se saben de memoria el mío sin necesidad de pedirlo: café mediano templado, croissant a la plancha con mermelada, yogur natural, canapé de tortilla y si todavía hay cabida para él, un delicioso trozo de bizcocho casero. Acompaño las pastillas con botellín de agua del tiempo, sin vaso. Es como una especie de ritual que llevo repitiendo muchos meses.

Estuvimos luego haciendo algo de tiempo primero allí, leyendo la prensa del día, y posteriormente por el Calatrava viendo tiendas, y donde cayó algún caprichito, nada fuera de madre. Pero es que si vas de tiendas, vas de tiendas. ¿O no? Es como si sales a pescar oricios y como no los encuentras te vuelves con el cesto vacío sin ni siquiera haberlo llenado con algunas llámparas. Bueno, tal vez los lectores de tierra firme no entiendan esta metáfora tan particular. Tampoco es vital para el desarrollo del blog, así que descubriràn igualmente quién es el asesino.

Bromas aparte, a las doce menos cuarto teníamos la consulta con Radioterapia, quienes nos recibieron sin apenas retraso, y eso que aquello estaba a reventar. De momento marcha todo según lo previsto y es pronto para evaluar el resultado del tratamiento. No llevamos ni la cuarta parte del mismo, así que por lo menos habrá que esperar otra semana para extraer las primeras conclusiones. La doctora en cuestión me revisó la herida de la boca, que sin estar curada al cien por cien, podemos decir que falta poco. Me palpó además el ganglio y casi coincidía conmigo en la percepción de que pudiera haber ya disminuido aunque de forma casi inapreciable. Por último aprovechó para ver en su ordenador los resultados del hemograma practicado a las ocho y media. En él quizás lo peor fue comprobar que de nuevo las plaquetas han visto su número decrecer considerablemente, estableciéndose por debajo de las veinticinco mil. Aun así, manteniéndome sin sangrados, no hay motivos para alarmarse ni previsión de nuevas trasfusiones. Por lo que se refiere a las defensas, al haber dejado de inyectarme el Factor de Crecimiento, también han bajado, situándose no obstante en un nivel de seguridad relativamente aceptable. Finalmente, lo que sigue estable de verdad es mi nivel de hemoglobina, que supera por los pelos los nueve puntos. Ayer me tocaba además poner la EPO, así que es más que probable que ahora mismo esa cifra se quede corta. Tras la consulta quedamos en volver a vernos la semana que viene, concretamente el martes.

Me fui entonces de vuelta a la Unidad de Trasplantes para recoger mi dosis de EPO, que muy diligentemente y para ahorrarme trabajo, me colocaron allí sobre la marcha. Hoy es cuando tengo con ellos la consulta y cuando entraremos más en detalle sobre mi estado actual. Yo como no me canso de repetir me encuentro muy bien pero hay ciertos aspectos que me gusta siempre discutir con ellos, en el buen sentido de la palabra.

Como a eso de la una andábamos ya de vuelta por Gijón, nos fuimos hasta el Supercor a comprar algo de agua, que estaba entrando en reserva en casa. Yo no sé si os pasará mucho a vosotros, pero yo ya puedo entrar a por unos botellines de agua, que cuando paso por caja el carrito está siempre a rebosar.

Os había dicho que ayer no hubo siesta, y no la hubo porque a las tres tenía que llevar el coche para que le echaran un vistazo a los sensores de aparcamiento, que de repente han dejado de funcionar -cualquier fusible seguro- y de paso cambiar las escobillas de los limpias que estaban más secas que las arcas del Estado.

El resto de la tarde fue ya más tranquilo hasta que llegó la hora de volver a Oviedo para la sesión de radio. Como siempre me ha sucedido hasta ahora, fue todo perfecto, y en poco más de media hora estábamos de nuevo en ruta, en esta ocasión con las miras puestas en unas jugosas hamburguesas que nos estaban esperando calentitas en la mesa.

Para completar el día, recibí un correo sorpresa de una de las personas que siguen a diario este blog, en el que me anexaba un pequeño relato que con catorce años yo había escrito de mi puño y letra, aunque me costara reconocer ésta. Fue muy emocionante volver a leerlo pues no recordaba en absoluto la historia. De lo que no cabe duda es de que a esa edad yo al menos tenía un estilo mucho más suelto y natural que con el ahora por ejemplo pongo en práctica para escribir este post. ¡Mil gracias Eva!

Y eso es todo por hoy. Ahora toca leer la prensa y en concreto echarle un ojo a ese gobierno de tecnócratas que han tomado las riendas en Italia. ¿Mi pronóstico? El mismo que para España: como todos no seamos capaces de asumir una serie sacrificios, llamémosles recortes o como queráis llamarlo, de muy poco servirá el conocimiento de los que han sido llamados a salvar la patria. Nos iríamos como una manada de bisontes desbocados hacia el precipicio de la bancarrota total, y con ella seguro que no habría que preocuparse por los recortes, sencilamente porque no habría nada ya que recortar.

Abrigaros bien, que seguimos con tendencias de descenso acusado en muchas regiones. No parece no obstante que vayana llover mucho salvo tal vez en Galicia, parte oriental de Asturias y zonas del noreste de la Península. Un fuerte abrazo a todos... " y mañana más..."

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Génesis Día 138

Con apenas tres horas de sueño, cuando son las dos en punto de la madrugada de este dieciséis de noviembre, comienzo a escribir el Blog. Hoy me acompañan Los Eagles para hacerme más relajado el momento escuchando un poco de música. Por lo que he sabido, el día se presenta bastante similar en lo climatológico al de ayer, con predominio de nubes, algún chubasco muy aislado y manteniéndose las temperaturas de modo que el mercurio no pasará de los quince grados. Donde según parece está lloviendo y seguirá haciéndolo como el día que enterraron al Bigotes es por Cataluña. ¿Qué quién era ese tal Bigotes? Ni idea; cualquier paisano de un remoto pueblo asturiano del que lo único que nos ha llegado es que el día de su entierro llovió a mares. Es una pequeña bobada que siempre oía que contaban divertidas las personas mayores cada vez que nos visitaba una borrasca de las buenas. Y nunca se cansaban de hacerlo. Bueno, ahora ya se oye menos, así que por eso la he traído a colación.

Pero vayamos a mi relato particular sobre el día de ayer, justo mientras los primeros acordes de Hotel California me transportan a tiempos tan felices como triste es el significado de la canción. Digamos que la mañana la reservé básicamente para hacer algunas compras aprovechando el día que hacía, sin amenaza de lluvias. A mi padre lo traigo medio loco, entre la marcheta que pongo y mis paradas repentinas en esta o en aquella tienda. Y al final la mayoría de las veces no compro asolutamente nada, pero sólo verme entrar por la puerta, tarjeta en mano, creo que le provoca sudores. Entre nosotros y que no se entere: lo hago también por provocarle un poco.

En el plano físico sigo encontrándome por tanto muy bien, salvo por las habituales molestias intestinales a las que ya creo que casi me he acostumbrado. El tema de la sequedad en la boca, asociada a cierta afonía lo comentaré hoy en la consulta de radio que tengo a media mañana en Oviedo. Otra de las cosas curiosas que me está sucediendo en las últimas semanas, sin motivo aparente, es que se me están despoblando de nuevo de pelo las cejas y las pestañas. Es extraño cuando llevo ya tanto tiempo sin quimio ni radio intensiva. Pero bueno, me parece que no deja de ser una especie de muda, porque no es a lo bestia, y diría que por debajo de los pelillos que caen, asoman otros nuevos.

Tras devorar para la comida un buen plato de garbanzos con bacalao pude descansar media hora larga antes de seguir con mi lectura habitual de la prensa. Esta semana por razones que todos conocemos lo que sobra es información y he de reconocer que con este tipo de acontecimientos disfruto especialmente estando a la última de todo cuanto ocurre.

A la sesión de radio nos fuimos como de costumbre hacia las siete menos cuarto y en esta ocasión todavía todo fue más rápido al no haber nadie, absolutamente nadie, en la sala de espera. De este modo, y a pesar del odioso tráfico que Oviedo siempre regala en sus entradas y salidas a la ciudad, me encontré poco antes de las nueve sentado delante de una irresistible chopa a la plancha, recién "destetada" de nuestro prolífico -no tanto como quisiéramos- Cantábrico.

Esta madrugada me he enterado por otra parte del empate in extremis de España en su encuentro frente a Costa Rica. Lo cierto es que no vimos ni un minuto del partido, y preferimos dedicarnos a nuestro paraíso de series grabadas, retomando así Hermanos de Sangre, que habíamos dejado allá por el capítulo tres de su única temporada. Por cierto, que nadie se piense que sólo hablo de los tropiezos -sin importancia por otro lado- de la Roja; ayer Italia cayó en casa frente a la cada vez más prometedora Uruguay, aunque quizás el resultado más llamativo se produjo en el amistoso entre Alemania y Holanda donde los germanos golearon a la otrora naranja mecánica por tres a cero. ¿Tendría algo que ver la prima de riesgo en todo esto?

Finalmente, y como me gusta responder a los capotazos que en ocasiones algún fiel lector del Blog me lanza, no dejaré sin respuesta un comentario que ayer se escribía en defensa de la empresa pública a raíz de mis quejas sobre el mal servicio al cliente que había recibido por parte de la empresa de telefonía con la que tengo contratado absolutamemente todo. Sin pretender enrrollarme con el tema, no creo que un buen servicio -postventa en este caso- dependa de si la empresa es pública o privada, sino de las personas que trabajan en él. La diferencia sustancial es que en la privada existen procedimientos para tratar de que los agentes nocivos para la salubrilidad de la empresa sean "despachados" con el consiguiente beneficio tanto para el cliente como para la empresa, que en ningún caso es una ONG. En la pública no existe feedback casi nunca entre el cliente y el dador del servicio, o si lo hay, no tiene repercusión alguna. ¿Y qué más da si la empresa es deficitaria? Vendemos que tenemos miles de puestos de trabajo creados, que dan por supuesto un óptimo servicio y a fin de cuentas ese "pequeño" desfase presupuestario es admisible para unas arcas tan boyantes como las nuestras. Yo siempre he defendido que lo público, gestionado de forma coherente, ha de ser igual de eficiente que lo privado, pero quien defienda que esto es así en la actualidad me parece que tiene una venda en los ojos. Y es que somos también los usuarios de los servicios públicos los primeros en abusar de ellos y de este modo transformarlos en poco competitivos. No recurramos tampoco al fácil chascarrillo sobre la labor del funcionariado, que en echar las culpas al resto los latinos siempre hemos sido unos maestros.

Y hecho este paréntesis que espero no haya molestado a nadie, por concluir ahora sí con el post de hoy, comentaros que esta mañana a primera hora me toca la analítica, que confío en que no me dé ninguna sorpresa que no sea agradable. Luego mi padre y yo nos daremos nuestro particular homenaje desayunando en el Centro Cívico o en el Calatrava para volver al hospital a las once y media que es cuando tengo la consulta programada con la gente de Radioterapia.

Un fuerte abrazo a todos... "y mañana más..."

martes, 15 de noviembre de 2011

Génesis Día 137

Aproximándonos a las dos y cuarto de la mañana de este martes quince de noviembre doy inicio al Blog. Y dado que ayer nos fuimos a dormir después de despachar -así se diría en el argot para referirnos a finiquitar, a liquidar...- la segunda temporada de Los Soprano, para acompañarme en estas primeras líneas, he escogido precisamente la banda sonora de la espléndida serie producida por la HBO.

En cuanto acabe con el blog, me pondré a hojear las primeras ediciones de algunos periódicos y luego, quién sabe, lo mismo repito mi truco de ayer cuando me puse a leer la documentación del master y a la media hora estaba otra vez entregado al mundo de los sueños. Sueños que por otro lado siguen siendo bastante placenteros, aunque alguno de ellos ciertamente muy raro, y en la mayoría de los casos siendo plenamente consiciente de que estoy soñando. Tal vez por ello despierto con tanta facilidad. Pero aun así doy gracias porque raras son, muy raras, las pesadillas.

Del día de ayer comentaros que lo más interesante de la mañana fueron las casi dos horas que me pasé en el banco. Lo digo en serio, pero tiene truco el tema: las pasé en compañía de una prima mía que trabaja en él. El tema está en que con todos mis gastos, un banco se me queda pequeño y necesitaba otro para dar rienda suelta a todos mis caprichos. Lo malo es que como cualquier banco como no tengas la libretita llena, me temo que lo de gastar lo llevas igual de crudo. Pero bueno, bromas aparte, de verdad que nunca me sentí tan a gusto en un banco, cuando por lo general mis visitas a él, son para protestar sobre alguna comisión de más, o fuera por lo que fuera, siempre acababa hasta las narices con tanta cola de una parte del mostrador y con tanta parsimonia de la otra.

El resto de la mañana aunque no lo creáis, me lo pasé colgado al teléfono intentando solucionar un problema con mi móvil, que por la razón que fuera, no recibía sms. No sé, debe ser todo supercomplicado, porque de lo contrario no se entiende que tuviera que llamar como cinco veces hasta dar con una persona que me solucionó el problema. Y para que nadie me acuse injustamente de lo que no soy, no haré comentarios sobre las dificultades que a veces tengo para comunicarme con ciertas personas en los callcenters de asistencia, cuyo castellano roza límites que no llego a alcanzar o comprender, lo que consigue que todavía me estrese más.

Volví a comer con mis padres, como siempre con muy buen apetito, y tras una aceptable siesta retomé la lectura de los periódicos saboreando un buen té hasta que llegó la hora de irse a Oviedo para la sesión diaria de radio. De nuevo todo fue sobre ruedas -empezando por el viaje en el que fuimos concretamente sobre cuatro; chiste malo, perdón-. Pero en serio, la única dificultad que encontramos fue que el aparcamiento estaba a tope, y encima dimos con un estúpido -por no pasarme con el calificativo- al que en el fondo agradezco su actitud porque sirvió para que descargara un poco de adrenalina, que no me viene mal. El tipo se había plantado en mitad del carril del aparcamiento sin dejar pasar a una parte de éste a la espera de que en él quedara libre alguna plaza. ¡Coño!, te echas a un lado, dejas paso y si te coincide uno que sale pues lo aprovechas y si no, te... La suerte fue que justo cuando "educadamente" le trataba de hacer caer en la cuenta de su comportamiento absurdo, vi cómo justo por el lateral del aparcamiento que no tenía bloqueado, salía un coche, con lo que a por él me fui de cabeza, dejando al especimen en cuestión con sus espumarajos en la boca y su coche en mitad de la nada, mientras yo aparcaba tranquilamente el mío. De verdad que como decía aquel torero: hay gente pa tó.

Pero lo que fue el tratamiento en sí volvió a ser muy rápido y sin incidencias. Tanto fue así que teniendo cita a las ocho menos cuarto, a las ocho estábamos ya saliendo por la puerta. En cuanto a efectos secundarios de momento lo único que podría mencionaros es que tengo quizás la garganta más reseca de lo que ya de por sí la tenía, así que me paso el día bebiendo, algo que por otra parte me viene muy bien por el tema del riñón.

Hoy me toca volver a la misma hora, pero el resto del día lo tendré libre. Mañana sí que me tocará doble sesión con analítica y consulta de radio por la mañana y el tratamiento por la tarde. Y el jueves repetiría con la consulta de trasplante por la mañana y de nuevo la radio por la tarde. Bueno, paciencia, que lo importante es el objetivo que vamos a lograr seguro. Si os digo la verdad, y aunque ni yo mismo me lo crea, diría que el ganglio ha disminuido en parte con estas primeras tres sesiones que llevo realizadas. Así que hasta veintidós que tengo programadas...

Me despido de vosotros ahora, que tengo ganas de leer en la prensa cómo han valorado el primer día de Gobierno del nuevo Primer Ministro italiano, Mario Monti, apodado como Supermario. Y es que como era de esperar su efecto a corto plazo apenas ha resistido el primer día. Tal vez alguno pensaba que era Papá Noel y no Supermario el que venía a solucionar los problemas del país transalpino. Pero bueno, yo confío en que a medio plazo -el largo no se lo puede permitir- puedan acometerse las medidas necesarias que devuelvan a la tercera economía de la UE del coma profundo en el que ahora se haya.

Así que in boca al lupo signore Monti -que es como se desea suerte en italiano-, que la va a necesitar en esa bañera plagada de piráñas que es el Parlamento italiano. Yo por mi parte, le saludo además como al resto de los aquí presentes, deseándole un muy provechoso martes... "y mañana más..."

lunes, 14 de noviembre de 2011

Génesis Día 136

Justo a las dos de la mañana de este lunes, otra vez lunes, catorce de noviembre, comienzo a escribir el Blog, al tiempo que escucho el último trabajo de Laura Pausini, Inédito. La Pausini es otro de esos casos que como en el de Eros, conocí de sus primeros pinitos casi con un año de antelación respecto a su posterior aterrizaje en España. Recuerdo que cuando descubría algo que me gustaba, lo que hacía era comprarme el cassette correspondiente en el mercado que los lunes se organizaba en Grottaminarda, el pueblo de mi padre, y luego, provisto con aquellas "armas", aterrorizaba a mis amigos a base de ponerles todos los días aquellas grabaciones de andar por casa.

Respecto al día de ayer, lo primero comentaros que mi estado sigue siendo más que estable, lo cual, ayuda sin duda a llevarlo mucho mejor todo. Por la mañana hubo sesión dominguera de vermouth por Viesques, a la que nos acompañó una buena amiga común. Luego, Mónica y yo nos quedamos a comer por la zona, en un local bastante conocido por su particular nombre y sobre todo, buena cocina. Tuvimos eso sí la oportunidad antes, de ver la salida y las primeras vueltas del GP de F1 de Abu Dhabi. Pintaba muy bien la cosa para Ferrari cuando nos fuimos a comer, como se confirmó a nuestra salida del restaurante: segundo puesto para Alonso y quinto para Massa. Lástima que la carrera la ganara Hamilton, con Button también por delante de Massa, porque de este modo se hace casi imposible alcanzar el segundo puesto en el Mundial de Constructores, que aunque la gente no le dé valor, para las escuderías resulta fundamental pues en él se basa buena parte de los ingresos que reciben de la FIA. Y estamos hablando como podéis imaginaros de millones de euros de diferencia de quedar segundo a hacerlo tercero.

Una pequeña siesta precedió a un nuevo intento por mi parte de salir airoso en nuestro particular duelo al Parchís, pero tampoco ayer fue mi día. Hay mucho nivel enfrente, pero ya me conocéis: no pienso ahora cejar hasta volver a saborear las mieles del triunfo y poder venir así a plasmarlo en el post correspondiente.

Antes de la cena, y dado que no había nada interesante que ver por la tele, nos vimos un nuevo capítulo de Los Soprano, que rematamos con un segundo tras la cena. Nos quedan de este modo únicamente dos para poner fin a la segunda temporada, que por mi parte, merece un notable alto al igual que la primera.

Mientras Mónica se quedaba a ver Crepúsculo que anoche estrenaban por A3, yo, algo ya cansado y habiendo visto hace tiempo la trilogía hasta ahora estrenada, preferí leer un poco y apagar pronto la luz. De este modo hoy habrán sido unas tres horas y media las que habré dedicado a mis dulces sueños. Bueno, en la media. De todos modos, hacia las cinco suele darme un pequeño bajón que hace que consiga medio dormir -no lo llamaría ni eso- aunque sea tirones, otro par de horas.

Para hoy nada especial. Por la mañana tengo algún recado que resolver, mientras que por la tarde tengo libre hasta las siete que será cuando nos vayamos al HUCA para la tercera sesión de "lámpara". Algunos me preguntáis si me está revolviendo en algún aspecto y lo cierto es que en absoluto. También me advirtieron que de aparecer cualquier molestia, lo habitual sería después de al menos de las diez primeras sesiones. Ya os iré contando.

Que tengáis una buena semana, y que no nos atoren mucho con el 20N. Un fuerte abrazo... "y mañana más..."

domingo, 13 de noviembre de 2011

Génesis Día 135

Cuando son las cinco menos cuarto de este domingo, trece de noviembre, doy inicio al Blog. Anoche, como era de prever, la cena y posterior velada, se prolongó hasta bien pasada la una de la madrugada. De modo que para cuando apagué la luz, el despertador de la mesita marcaba las dos. He tratado ahora de prolongar un poco más aunque fuera, el sueño, pero ha resultado del todo inútil: al insomnio provocado por los corticoides se le ha aliado la copiosa cena que disfrutamos, y que todavía a estas horas, mi estómago está tratando de digerir. Si tuviera que apostar os diría que ojalá tuviera tan claro que lo va a conseguir como que mis oídos en estos momentos disfrutan de la música de la canadiense Alanis Morissette, que es quien me acompaña en estas primeras horas de este domingo de noviembre. Aunque los dieciséis grados que teníamos anoche al volver a casa, nos pudieran hacer pensar que seguimos en octubre, o incluso, en septiembre.

Es una pena que aún no se haya inventado un sistema de procesador de texto que permitiera escuchar además de leer, todo lo que durante la redacción de un post ocurre. De este modo habría podido compartir con vosotros todos mis improperios dirigidos a este maldito iPad cuando sin querer he clicado sobre la condenada tecla de Deshacer, cargándome más de medio post que tenía ya redactado. ¿Pero a qué lumbreras de Apple se le ocurrió colocarla de forma tan accesible? En fin, que me toca volver a rehacer lo deshecho, aunque seguramente no tendrá ya mucho que ver con la primera versión. Cosas del directo.

Os decía más o menos, que ayer al final nos quedamos todo el día en Gijón, dado que mi suegra andaba con algunas molestias en la garganta, y decidimos entonces aplicar aquello que ya os he comentado en más de una ocasión de que más vale prevenir que tener que lamentar. Aprovechamos entonces la mañana para hacer algo de limpieza -¡vale, lo admito!, Mónica se encargó en un 90% de la misma-, y todavía tuvimos tiempo de salir a dar un más que agradable paseo, con parada final en un nuevo local que han abierto en Viesques y que es muy frecuentado por los jugadores del Sporting que en buen número, viven por la zona.

Tras comer con mis padres, pasó lo que tenía que pasar: que cayó una siesta reglamentaria de cuarenta y cinco minutos. Justo antes pude reafirmarme en mi convicción de que tampoco éste va a ser el fin de semana de Ferrari. Pero es que viendo la superioridad de RedBull no sé por qué me da que no lo será este finde ni ninguno de los de la próxima temporada.

Llegó así la hora del partido entre Inglaterra y España, al cual, os confieso que no presté excesiva atención por lo aburrido del juego. Me dediqué más a leer toda la prensa que tenía pendiente y de vez en cuando levantaba la vista hacia el televisor si por las voces del comentarista intuía alguna ocasión de peligro. Es lo que tienen los amistosos.

Hablando de noticias, se ha confirmado la dimisión de Silvio Berlusconi al frente del Gobierno de Italia, quien no obstante no sería de extrañar que siguiera en política para escapar así de diversas causas pendientes con la Justicia. A mí lo que más me llama la atención de todo este asunto es cómo la UE, o más concretamente el eje franco-alemán, ha sido capaz de llevarse por delante a unos cuantos gobiernos elegidos democráticamente en distintos países. Algunos verán esto como parte del juego de pertenecer a una UE que mantiene el sueño de transformarse en una especie de Estados Unidos de Europa. Yo no obstante veo cierto peligro en que decisiones tomadas por la ciudadanía de un país -que luego se demuestren equivocadas o no- puedan revocarse desde fuera.

Pero volviendo a lo nuestro, lo mejor del día estaba por llegar con la cena que uno de los de la pandilla había organizado con motivo de su cuarenta cumpleaños. Es el primer cuarentón del grupo, pero en apenas diez días otro se le unirá al grupo. Y después iremos cayendo el resto, aunque a mí todavía me quedan unos cuantos meses hasta julio. Como era de rigor, el brindis fue por el deseo de otros cuarenta años para todos, o por qué no, como se dice en Italia, cent'anni!, que quiere decir que vivamos cien años de felicidad. Hombre, por pedir, ¿no? La cena fue genial; no podía ser de otro modo. Estábamos todos con nuestras parejas y únicamente echamos en falta a mi primo y su novia, que siguen por Bruselas. Para Navidades nos juntaremos todos. Como no nos gustan las sorpresas de última hora ya nos hemos encargado de reservar mesa a un mes vista.

Para el día de hoy vamos a ver si podemos dejarnos caer por Quintes aunque sea después de comer, tal vez después de la carrera de F1. Necesito aire puro para coger fuerzas para la próxima semana, en la que tendré que pasarme todos los días por el HUCA para someterme a la radio. Además, tengo consultas el miércoles y el jueves por ls mañana, con Radioterapia y Trasplante respectivamente. Voy a gastar el asfalto de la autopista...

Así que nada, intentando a base de agua completar la digestión de la cena, me despido de vosotros. Aprovechad al máximo el día... "y mañana más..."

sábado, 12 de noviembre de 2011

Génesis Día 134

Cuando van a ser las tres y diez de la mañana de este sábado doce de noviembre, donde por cierto volveremos a disfrutar de temperaturas entorno a los veinte grados, comienzo a escribir el Blog. Me encuentro muy descansado después de haber dormido apenas cuatro horas, así que hoy volverá a ser uno de esos días de veinte horas que últimamente suelo disfrutar. Dicen que hay gente que se pasa la vida durmiendo prácticamente nada. En realidad, si no se resiente su salud, no deja de ser un don, aunque seguro que no lo es tanto para quienes le rodean.

¿Tuvisteis ayer alguna experiencia paranormal con la famosa fecha de marras que nos metieron hasta en la sopa? Yo tengo que confesaros que lo más cerca que estuve de ello fue al saborear para la comida una deliciosa tapa de paletilla ibérica acompañada de su correspondiente queso manchego curado. Pero aparte de eso... ¡Qué obsesión tienen muchas personas por sentir que están viviendo algo histórico!, algo único. Pero vamos a ver, eso de que no habrá otro once del once del once es como decir que tampoco habrá otro doce del once del once, o sea, hoy. Cada día es único en nuestras vidas; cada hora, cada minuto, cada segundo... Que luego resulte que salga una cifra más o menos curiosa es algo insustancial. A fin de cuentas es un simple contador al que un buen día, alguien decidió darle al botón de inicio. Como siempre por la red encontraréis cantidad de información sobre el tema, pero os aconsejo el siguiente artículo, que comulga con mi percepción del asunto: http://zenon.en-getafe.org/2011/06/27/El-absurdo-anumerismo

Dejando los números a un lado, comentaros lo primero, que ayer no recibí llamada alguna del HUCA en relación al análisis que realicé el jueves si recordáis, para ver si esas pequeñas trazas del citomegalovirus que habían aparecido, no dejaban de ser una falsa alarma. Que no me hayan llamado puede significar dos cosas: una, que sencillamente se hayan olvidado -que me extrañaría- o dos, que tal y como era de esperar, el resultado del cultivo tomado ha sido negativo, o lo que es lo mismo, que de virus nada de nada.

De la jornada de ayer poco que comentaros en realidad. Por la mañana la dediqué a pequeñas gestiones, que no sé como, pero resultan luego las que más tiempo te consumen, mientras que por la tarde, y tras una mínima siesta, estuve leyendo toda la prensa que había comprado a primera hora. En realidad donde me más me centro además de en los más importantes titulares, que a fin de cuentas son idénticos leas el periódico que leas, es en las columnas de opinión, que para mí son como pequeñas lecciones o talleres de escritura con independencia de su contenido. Ya sabéis lo que me gusta escribir y para intentar mejorar, nada mejor que leer cómo escriben los demás, cada uno con su estilo particular.

De las noticias de ayer, y obviando las económicas, que ciertamente no invitan al optimismo, me quedo con ese pequeño revuelo que se ha montado al respecto de las declaraciones del candidato del PP en las que aseguraba que de ganar las elecciones, revisaría la famosa Ley Antitabaco. ¡Pues muy mal Sr. Rajoy! Ahora que la gente se ha habituado a no fumar en el interior de espacios públicos, ¿qué necesidad hay de dar marcha atrás? ¿Ha habido algún fallecimiento constatado porque alguien tuviera que salir a fumar fuera? Yo diría que no. ¿Se trata de volver a que en los locales pequeños era el propietario quien decidía si se permitía fumar o no, con lo que nos encontrábamos con que sí se fumaba en el 90% de éstos siendo generosos? Me parece que la Ley está ahora tal y como tiene que estar. Es más, avanzaría en ella para prohibir también el consumo de tabaco en espacios abiertos pero con gran acumulación de personas, como pueden ser los estadios de fútbol. Porque no nos confudamos con eso de que se recortan los derechos a los fumadores. Lo que se hace es proteger a los que en ocasiones bastante malos humos llevamos por dentro como para que nos ataquen también con ellos desde fuera. Es mi opinión, y por supuesto como tal no será compartida por muchos de los que ahora mismo estáis leyendo este post.

Ya de tarde, a eso de las siete menos cuarto nos fuimos mi mujer y yo al HUCA para la segunda sesión de lámpara. Si el primer día había sido coser y cantar, lo de ayer fue ya la gloria. Y es que con un mínimo retraso de cinco minutos estaba ya tumbado en la camilla, provisto de mi máscara al estilo Conde de Montecristo, y en apenas tres minutos -no os exagero un ápice-, había terminado. Visto y no visto. Otra ventaja añadida, relacionada con el horario, es que aparcas sin ningún problema a la puerta del centro, algo que de haber sido el tratamiento por la mañana sería pura ciencia ficción. No tengo ni qué deciros que por el momento no he notado absolutamente ningún efecto secundario. No obstante, siguiendo las indicaciones que me han dado, antes de acostarme, me echo un poco de crema hidratante por la parte de la zona radiada. La próxima cita será el lunes y si no hay novedades, tendría que volver cada día hasta el viernes.

Total, que antes de las nueve estábamos de vuelta en casa dispuestos para la cena. Más no se puede pedir. Completamos la velada con un nuevo capítulo de Los Soprano y todavía tuve ganas de seguir con la lectura del libro que ya os he citado en repetidas ocasiones. Y es que tengo que reconocer que ya no leo con la misma intensidad que antes, cuando lo mismo me engullía cien o ciento cincuenta páginas cada noche. Ahora con dificultad llegaré a las veinte o treinta antes de que apague la luz.

Para hoy, y sin Liga de por medio, los focos se centrarán primero en la F1 para concluir de noche en el partido amistoso que España disputará en Wembley frente a la pérfida Albión. No sé siquiera si lo veremos, porque tengo un plan infinitamente mejor: una cena con la pandilla. Y contra eso, no hay siquiera final de un Mundial que lo supere.

Feliz fin de semana a todos... "y mañana más..."

viernes, 11 de noviembre de 2011

Génesis Día 133

Son las tres y veinte de este particular viernes, once del once del 2011, cuando comienzo a escribir el Blog. Una fecha cargada por tanto de unos (11/11/11) y que no ha dejado indiferente a muchas personas. Como curiosidad, y para quien disfrute de movilizaciones o celebraciones globales, comentar que existe una aplicación de móvil, Sinfonía Masiva -yo no la he buscado-, que hará que hoy a las 11 horas, 11 minutos y 11 segundos, miles, tal vez cientos de miles de teléfonos móviles que se la hayan descargado por todo el mundo empiecen a reproducir coordinadamente la Sinfonía número 5 de Beethoven. Ayer eran más de 6.000 personas de 100 países diferentes las que se habían bajado la aplicación, de modo que hoy, cuando el reloj atómico de la Tierra marque justamente las once horas, once minutos, once segundos del día once del mes once del año dos mil once, en los móviles de estas personas comenzarán a sonar los últimos compases del primer movimiento de la conocida sinfonía de Beethoven. No sé, igual luego pruebo a bajármela por la tontería.

Me interesa sin embargo más el resultado del sorteo especial que por el mismo motivo ha organizado la ONCE y para el que he comprado algún que otro número. No sé por qué, puesto que debo de ser una de esas personas que nunca ha rascado nada con los cupones de la ONCE y en realidad, en ocasiones es que ni los miro una vez sorteado. Pero, ¿de verdad que le tocan a alguien?

Bromas aparte, ayer fue un día tranquilo a pesar de lo apretado de la agenda, en especial por la mañana. Sin embargo todo fue sobre ruedas. Deciros que tuve antes de la sesión de radio que acudir a que me pincharan en la Unidad de Trasplantes, puesto que en la última analítica, la que realizamos el lunes creo, aparecieron unas pequeñas trazas de nuestro ya famoso amigo el citomegalovirus. Se trataba por tanto de repetir el análisis y hoy sabré si es una falsa alarma o si por el contrario tendré que volver con el tratamiento para acabar con él, que mira que es pesao el tipo. Con ese nombre no me extraña...

Y sobre la radio ningún problema. Lo tienen todo muy organizado de modo que apenas hay retrasos y he de confesaros que durante los escasos diez minutos que duró la sesión propiamente dicha, me quedé frito en la camilla. Yo más que nada lo hice por ellos: como me dijeron que no me moviera... A partir de hoy mismo y durante veintidós sesiones tendré que acudir todos los días -salvo sábados y domingos- a las 19:45 para someterme, como digo yo, a la lámpara. Por supuesto, tal y como era previsible, no sentí ninguna molestia. En realidad la enfermera me ha comentado que de padecer algún efecto secundario -que no siempre es así- sería hacia la segunda o tercera semana. Así que nada, hoy por la tarde segunda sesión. Y luego cada semana tendré también que acudir a Consulta con ellos para que vayan viendo la evolución. Procuraré casarlo todo de modo que minimice en la medida de lo posible mis visitas al HUCA.

Por la tarde, y después de una mínima siesta, ya con mi té preparado sobre la mesa, me dediqué a releer la prensa, centrándome en especial en todo el follón que se está montando -en realidad que está ya más que montado- en Italia. Ayer me preguntaba un amigo que cuántos diarios me leía y lo cierto es que depende del día, pero no suelo bajar de tres impresos y luego de un buen número en su edición digital. La información es poder, ya se sabe.

De noche hubo tiempo para un nuevo capítulo de Los Soprano. Nos queda muy poco para finiquitar la segunda temporada, si bien es probable que durante este fin de semana volvamos con Hermanos de Sangre para no perder tampoco el hilo después de los tres primeros capítulos que habíamos visto de la magnifíca serie producida por Tom Hanks y Steven Spielberg.

Para esta mañana aprovechando que no tengo citas ni compromisos, la dedicaré a hacer algún recadillo por el centro y de paso así, mover un poco las piernas, que no me vendrá nada mal. Y si el tiempo acompaña es probable que de tarde subamos a Quintes hasta que llegue la hora de irme a Oviedo.

Nos encontramos una vez más a las puertas de otro finde, y con el olor de las castañas que se respira en algunos puestos de venta situados en la calle, comienzan ya tímidamente a sentirse también a lo lejos algún tintineo de campana que nos anticipa que a la vuelta de la esquina tenemos a diciembre con sus fiestas navideñas. Yo, tal y como os anuncié el otro día, ya di el pistoletazo de salida con la degustación del primer Panettone. Y siguiendo la tradición, he inaugurado también la primera bandeja de polvorones que inocentemente ha aparecido por casa. El objetivo es claro: comenzar el 2012 con unos 70 kilos de peso. La última vez que me pesé esta semana andaba por los 66. Será "duro" -como el turrón- y habrá que "sacrificarse", pero os prometo no cejar en mi empeño por lograrlo.

Cuando pasan algunos minutos de las cuatro me despido de vosotros, no sin antes desearos un muy buen fin de semana... "y mañana más..."

jueves, 10 de noviembre de 2011

Génesis Día 132

Apenas pasan unos minutos de las dos y media de la mañana cuando comienzo a escribir el Blog en este jueves diez de noviembre. Parece pues que mi insomnio se ha adelantado una hora, aunque probablemente tenga que ver que anoche, a eso de las diez, me encontraba ya completamente sopa en el sofá. Al final habré dormido las tres horas y media o cuatro que de media llevo desde que estoy con los corticoides.

Esta mañana voy a andar un poco a las carreras, puesto que a las doce y media tengo cita con una especie de tribunal de valoración, aquí en Gijón, para que determinen mi nivel de minusvalía -que va más en relación con temas de movilidad-, y que no tiene que ver con el hecho de que como sabéis tenga reconocida una discapacidad absoluta permanente. Luego, el problema es que a la una y cuarto tengo mi primera sesión de radio en Oviedo. Sí, ayer por fin me llamaron para anunciármelo. Así que será pasar por las oficinas que la SS.SS tiene aquí en Gijón en Premio Real para luego salir a toda pastilla para Oviedo. La cosa está justita pero seguro que lo logramos.

Quizás lo apretado de la agenda haya influido en que me haya despertado primero. Y es que desde siempre, cuando al día siguiente tenía un examen, un viaje, o cualquier cosa programada, la noche anterior apenas pegaba ojo. En contra de lo que muchos puedan pensar soy una persona muy nerviosa, obsesionada muchas veces por tenerlo todo bajo control y claro, cuando te encuentras de improviso con algo como a lo que me enfrento, sientes que has perdido en parte el timón del barco que es tu vida. Pero al final sólo se trata de ponerte un buen chubasquero y aferrarte con todas las fuerzas al timón. Creedme que no sin esfuerzo, pero sí que al menos así recuperaréis buena parte del control que pensabais perdido. Luego todos sabemos lo dura y traicionera que es la mar, pero eso no excusa para dejar nuestra nave a su merced, refugiándonos desde el principio en un frágil camarote.

Ayer tuve el gratísimo placer de compartir mesa con el Delegado en Asturias de AEAL. Desde el primer momento de la enfermedad ha estado siempre ahí, día a día siguiendo mi caso, ofreciéndome su apoyo y el de la asociación para lo que fuera necesario. De este modo, hemos desarrollado una amistad primero via email, que se ha visto reforzada luego por las veces que nos hemos encontrado personalmente. Miguel, que es como se llama el personaje -porque es todo un personaje- llevaba tiempo con ganas de comprobar si efectivamente engullo tanto como alardeo de ello al escribir, por lo que se ofreció a ser testigo directo invitándome a una buena comida. El lugar elegido fue El Perro que Fuma en Viesques, y tengo que decir que quedé más que satisfecho. Unas almejas en su jugo sirvieron de entrante para luego dar cuenta de unas carrilleras sobre salsa de mostaza y azafrán. Y de postre una riquísima tartaleta de hojaldre rellena de manzana asada. Notable alto por tanto, ya que el sobresaliente nunca se da a la primera. El sobresaliente sí que lo merece la compañía.

Ya de vuelta en casa me tiré unas cuantas horas escaneando informes médicos para luego imprimirlos, de cara a llevarlos hoy conmigo al tribunal de valoración. Repasando esos informes: mi primer diagnóstico, el primer trasplante, la recaída, los posteriores tratamientos fallidos o el último informe de alta tras el segundo trasplante me ha traído muchos recuerdos a la cabeza. Hemos pasado tantas pruebas, algunas que parecían imposibles de superar, pero lo hicimos. Y aquí me tenéis, mirando con optimismo el futuro, tanto el más inmediato como el más remoto. Recordad el lema: resistir y siempre avanzar.

Ayer por otra parte fue un día muy emotivo para toda la parroquia de Quintes, pues hubo de decirle adiós a uno de sus paisanos más querido y reconocido en el pueblo, en especial por su brillante labor al frente de la Comisión de Festejos. ¡Cuántas verbenas en Santa Ana que disfrutamos gracias a su trabajo! Descanse en paz y que este próximo verano, tenga el homenaje que se merece con las mejores fiestas de Santa Ana que jamás hayan podido celebrarse. Gente dispuesta a ello la hay más que de sobra, y ayer lo demostraron abarrotando como nunca antes se hubiera visto el Tanatorio de Cabueñes.

En fin, que no quiero cerrar este post sin manifestaros mi más que firme propósito de seguir luchando contra esta pequeña dolencia que sufro, a la que seguro que derrotaré con la ayuda y el apoyo de todos vosotros. Y así, algún día, cuando vuelva a leer todos esos informes médicos, pensaré que nunca fueron míos. Y la felicidad que experimentaré con ello será aún mucho mayor que la que ahora mismo siento al poder seguir escribiéndoos estas tonterías mías cada día.

Un fuerte abrazo, sonreíd que ya es jueves,,, "y mañana más..."