domingo, 31 de julio de 2011

Génesis Día 30

Son casi las diez cuando comienzo a escribir el Blog en este domingo día treinta y uno, último de un mes de julio, que en lo climatológico, al menos por el norte no es que haya sido muy generoso. Ayer sí que hizo un día espectacular pero sin embargo hoy ha amanecido entre nubes que no tienen mucha pinta de retirarse salvo que el viento del Este empiece a apretar lo suyo.

Ayer como el día invitaba a ello, subimos de nuevo a Quintes. Eso sí, por la mañana apenas salí de casa porque el sol cascaba con ganas. Aprovechamos mi mujer y yo para ir a ver a un buen amigo a Quintueles, y que ayer estaba en plenos preparativos para la organización de las famosas Bonitadas de Granderroble y que todos los años congregan a multitud de personas.

Más tarde, me dediqué a montar el circuito de carreras que me habían regalado mis compañeros de trabajo. Decidí subirlo para así tener con qué entretenerme este fin de semana y de paso probarlo en toda su extensión. La verdad es que va como un tiro.

Después de una copiosa comida -copiosa para lo que como yo ahora- y donde cayó mi primer helado de la temporada, no me perdí ni mucho menos la final del campeonato del mundo de waterpolo donde Italia, en un partido que necesitó irse a la prórroga, derrotó a la actual campeona Serbia. Todo un éxito deportivo de gran repercusión en Italia, donde el waterpolo sería algo así como el balonmano aquí.

Naturalmente hubo tiempo también para ese Marino de Luanco Sporting de Gijón, donde por momentos, costaba Dios y ayuda reconocer qué equipo era de Primera y cuál de Segunda B. El tema empieza a preocuparme seriamente porque el Consejo no parece dispuesto a reforzar el equipo y desvía la atención con tonterías como lo de las camisetas o con intentos de negociaciones por jugadores que ya sabemos que no van a venir.

Por la tarde, ya en casa, volví a sentirme al igual que el día anterior extremadamente cansado. Supongo que el calor y el que no hubiera dormido siesta influyó. Hombre, no me preocupa demasiado porque me ayuda a conciliar el sueño nada más que toco la almohada, pero es que es una sensación de vacío total un poco desagradable, como si viniera de correr una maratón.

Y nada más por hoy –mañana ya toca vuelta al hospital-, que a ver qué decide este tiempo y en función de eso irá un poco lo que hagamos, aunque no dejaremos de echarle un ojo a la carrera de F1 a las dos. Un fuerte abrazo…“y mañana más”.

sábado, 30 de julio de 2011

Génesis Día 29

Son las diez menos cuarto de la mañana de este sábado treinta de julio cuando comienzo a escribir el Blog. ¡Arriba esas persianas! El día se presenta espléndido, con un sol que ya estamos disfrutando desde primera hora y que facilitará los entrenamientos de las aeronaves que mañana tomarán parte en la Bahía de San Lorenzo en la tradicional exhibición que todos los años, el último fin de semana de julio, se celebra en nuestra ciudad.

Ayer por la tarde quisimos darles una sorpresa a mis padres y a mis tíos, así que nos plantamos en la huerta que tienen en la Providencia y en la que francamente se está como auténticos marajás. Llevaba muchísimo sin subir por ahí y ver a los gatos –que siguen igual de gordos y mimosones que siempre-, pero lo que me hace especial ilusión es ver los conejos. Siempre hay alguna camada reciente y ver aquellos animalillos tan simpáticos husmeando y descubriendo nuevas sensaciones cuando los posas en el suelo, es algo genial. Son además preciosos. Si pudiera me llevaba uno para casa.

La idea inicial era dar un paseo desde ahí, pero al final, entre que estuvimos con ellos charlando más de una hora y que tiraba bastante viento, optamos por bajar a dar el paseo por El Muro, un poco más protegidos. Se trata poco a poco de ir cogiendo confianza y de que no me cause tampoco tanta aprensión el verme rodeado de tanta gente yendo y viniendo. No es que hubiera llegado a sentir fobia por las multitudes –no sabía que esta enfermedad se llamaba demofobia- pero sin duda me encontraba mucho más a gusto en lugares tranquilos y poco concurridos.

Esta mañana ha sido un gustazo el poder levantarse sin la tensión de tener que escapar corriendo para el hospital. Así que he disfrutado más que nunca de la placentera ducha y aquí estoy ahora escuchando un poco de música, Dionne Bromfield, la niña de quince años que había sido apadrinada por la malograda Amy Winehouse, y que la verdad que no lo hace nada mal. Ahora que si tengo que escoger, me quedo con Adele. Los años de experiencia se notan, lo que ocurre es que quizás esta tenga más imagen que vender. Y ya se sabe que por desgracia estamos en un mundo donde la imagen lo es todo, o dejémoslo en casi todo.

De mis achaques no os voy a marear, porque sigo más o menos igual. Esto es así y hay que aceptarlo: hay días buenos y otros menos, y dentro de ellos tienes momentos mejores y otros peores. Parece que no avanzas pero cuando miras atrás te das cuenta de que no es así. Y no digamos nada cuando ves a algunas personas que acuden al Hospital de Día. Ayer todavía me dijeron un par de enfermeras al verme llevar el gotero a pulso sin utilizar las ruedas –más que rodar, frenan- que se me notaba que estaba “cachas” (fueron sus palabras). Casi me da la risa… Yo que esta mañana no he pasado de los sesenta y nueve kilos. Pero bueno, es verdad que como digo viendo lo que se ve por ahí, ya se sabe: el tuerto… Aunque tampoco os penséis que toda la gente que va esta mal. Al contrario, hay gente que ya quisiera estar yo como ellos, completamente curados y que simplemente van a revisiones cada equis meses. Ya llegaremos a eso.

Así que nada, seguimos con el mismo planning que ayer, o sea, aprovechar al máximo este fin de semana de sol y buen tiempo, que para el lunes ya se anuncian lluvias. Buen finde…“y mañana más”.

viernes, 29 de julio de 2011

Génesis Día 28

Son la una y cuarto de este viernes soleado veintinueve de julio. ¡Por fin un día de sol, como por otra parte no deja de ser lo normal en estas fechas! Lo más increíble es que parece que durará todo el fin de semana. El lunes los quemazos pueden ser de escándalo. Tanta ansiedad por ponerse morenos no es buena, así que, ¡protección máxima!

Lo que da gusto es la vidilla que un día soleado da a la ciudad. Después de llegar de Oviedo esta mañana del HUCA, he acompañado a mi mujer a un recado nada menos que a la Acerona -de camino por cierto nos hemos encontrado con un compañero mío de trabajo que llevaba sin ver más de un año-. Así que podemos decir que fue un buen paseo desde El Coto, y al volver ya en taxi, he podido contemplar escenas que no recordaba: riadas de coches y personas en dirección a la playa. Esta tarde aquello puede ser como un hormiguero. Menos mal que toca marea baja y habrá algo más de espacio para al menos los amantes de los paseos a la orilla del mar.

Como un hormiguero, pero de otro tipo, estaba hoy también el hospital. De verdad que no sé cómo se pueden apañar para no desatendernos a nadie. Yo por fortuna tomé mis precauciones y llegué el primero con lo que el sillón lo tenía asegurado. A partir de ahí analítica y suero. Tres horitas y pico así que abandoné el centro a eso de las once y media de la mañana. ¡Y ya es bastante!, que para cuando llegué a Gijón ya eran las doce.

En serio, que no me quejo, porque lo importante es que los análisis siguen bien, o sea, estables y que sobre todo no tendré que ir este fin de semana a poner suero porque el riñón parece que se ha relajado un poco con tanto líquido que le hemos metido. Ahora en mi mano está el que no se desmadre otra vez durante el fin de semana y librarme así de no tener que ir toda la semana que viene.

Para esta tarde si no surgen imprevistos iremos a dar otro paseo, ya veremos por dónde. Depende un poco de por dónde pegue menos el viento, y al mismo tiempo tampoco castigue demasiado el sol, que como sabéis, no puedo ni olerlo salvo que vaya bien cubierto de protección, de F50 para arriba. Esta mañana he estrenado precisamente un nuevo bote, éste de F90. Como pintarte la cara, más o menos. A este paso le pido a Alonso su F150, quien por cierto este fin de semana tendrá en Hungría la oportunidad de seguir recortando diferencias, aunque como no falle Vettel de forma más ostensible, es demasiada su ventaja como para soñar con la remontada. ¡Y cuidado con Hamilton!

Bueno, vamos a ver si el finde se presenta tranquilo y podemos por fin disfrutar de un poquito de aire libre, que falta me hace. Aprovechadlo vosotros también. Buen finde…“y mañana más”.

jueves, 28 de julio de 2011

Génesis Día 27

Son la una menos cuarto de este jueves veintiocho de julio cuando comienzo a escribir el Blog. Acabo de llegar de Oviedo donde me tocaba únicamente poner los dos litros de rigor de suero. Con eso y el litro y tres cuartos de agua que llevo desde la noche tomados, de momento voy más que hidratado. Pero bueno, habrá que seguir luego durante el día, que o tengo mañana el riñón más presentable o pido hablar con el del laboratorio a ver qué narices está haciendo mal.

Menos mal que decidí no retrasarme demasiado porque aquello estaba hoy como un mercado persa. No había un solo sofá libre y había que esperar a que se levantara alguien para poder acomodar a otra persona. Al final como siempre se va solucionando sobre la marcha, pero espero que hayan tomado nota para el nuevo HUCA, nuevo hospital del que por cierto dicen las malas lenguas, o tal vez sea más conveniente decir las lenguas más informadas, que no se sabe ni cuándo se inaugurará porque sencilla y llanamente no hay un duro -no pongamos calificativo delante de duro- para comprar nada. Y mientras, siguen las visitas guiadas.

Como digo, afortunadamente cuando llegué había justo un sofá que quedó libre y ahí me apalanqué con el iPad a hacer un poco de esto y un poco de aquello para hacer tiempo durante las tres horas que dura casi el que pasen los dos litros. Me consuelo en la espera viendo lo que veo ahí a diario, aunque procuro también aislarme un poco. No os lo podéis imaginar y prefiero no contároslo. Mañana sí que me toca sesión completa con analítica y posterior consulta, aunque únicamente será para ver cómo está el riñón. Cruzo los dedos porque pesa sobre mi la espada de Damocles de tener que ir también el fin de semana. Otro día os cuento la curiosa historia –más bien leyenda- de este Damocles, que no era sino un cortesano al que por un día se le ofreció la posibilidad de ostentar el poder.

Por lo que se refiere al día de ayer, volvimos a subir a Quintes. A fin de cuentas había sobrado un montón de comida del día anterior y encima hacía un día precioso. Aunque llegué bastante más tarde que hoy del hospital, aun así paré de nuevo en Casa Kilo, donde volví a tener la oportunidad de saludar a viejos amigos.

Después de la comida, siesta de rigor, y luego a ver un poco los mundiales de natación de China, que no penséis que me los estoy perdiendo. Hoy de hecho a las tres tengo cita con la semifinal de waterpolo masculina entre Italia y Serbia, ¿o era Croacia? ¡Qué incultura la mía! Bueno, para ganarles da igual quienes sean. Mejor será no vacilar demasiado, que ayer las chicas cayeron contra las griegas, también en semifinales.

Lo que me amargó un poco la tarde fue el no poder ver el nuevo ridículo del Sporting, esta vez en Ponferrada, donde no pasamos del empate. Y mientras, el presidente reuniéndose con los dirigentes de Kappa por la dichosa camiseta. Mejor insisto se reunía con representantes de jugadores porque este equipo tiene una pinta que huele a Segunda que tira patrás. Preciado ya ha hecho malabarismos con las anteriores plantillas, pero al mejor malabarista llega un día que si complica demasiado el número también se le caen al suelo sus utensilios. Por cierto, que no sabía yo que lo del malabarismo –por darle un poco de historia al asunto- viene de allá de Egipto, más o menos del 1790a.c. y eran mujeres las pioneras en ese arte.

Bueno, menos rollos que se me acaba el espacio. Disfrutad de este día, de nuevo soleado –esperemos que dure-… “y mañana más”.

miércoles, 27 de julio de 2011

Génesis Día 26

Son la una y veinte de este miércoles veintisiete de julio cuando comienzo a escribir el Blog. Y lo hago desde no esperaba estar ni por asomo a estas horas: desde el Hospital de Día poniendo suero. ¡Qué pesadilla! De verdad que no me lo esperaba después de que para empezar se suponía que habíamos cambiado el inmunosupresor a uno menos dañino para el riñón, y para seguir, justo cuando en los dos últimos días, no sin mucho esfuerzo había logrado superar aunque por los pelos, los tres litros de agua. Así que cuando esta mañana me dijeron que la creatinina me había subido y que tendría que poner suero hasta el viernes, pues como que se me rompieron los esquemas. Son de esas cosas que escapan a tu control y hay que aceptarlas como son. Pero yo es que no hay cosa que más odie que aquello que se me escapa a mi control. Con lo fácil que sería "si bebes, riñón OK, si no bebes, riñón KO ". ¡Pues no! Se ve que hay otras variables juguetonas que hacen de las suyas, pero en este caso para mal.

Así que aquí me tenéis, conectado a mi iPad, escribiendo el blog y escuchando música oriental de relajación, porque de lo contrario estas cerca de tres horas podrían hacérseme eternas. Luego probablemente cuando acabe me ponga con alguna peli. ¡Puf!, son cuatro bolsas y estamos en mitad de la primera...

En fin, que por contaros cosas más positivas deciros que ayer celebré Santa Ana con una comida con mi mujer, mis padres y mis suegros, en casa de estos. Incluso me lancé a darme un garbeo por Casa Kilo -como siempre a reventar- y pude así reencontrarme con un montón de gente a la que no veía desde un año. Porque justo ayer día de Santa Ana, hace un año, fue cuando ingresé para el primer trasplante. Sea como fuere, lo de ver a tantos amigos y caras conocidas fue sin duda lo más satisfactorio del día y mereció mil veces el esfuerzo sólo por comprobar la alegría con la que me recibían como si el tiempo no hubiera pasado.

En la comida lógicamente fui muy comedido y no faltó tampoco luego la siesta de rigor para intentar así aguantar un poquito mejor la tarde. Al final entre una cosa y la otra bajamos pasadas las ocho. Sentí cierta mezcla entre nostalgia y rabia al pasar por delante del prao de la fiesta. ¡Lo que hubiera dado por estar anoche allí saltando, charrando y bebiendo sidra, siempre acompañado de mi fiel paquete de pipas! El año que viene no puedo fallar. No creo que sea un objetivo muy ambicioso, aunque siempre me digan que no me plantee grandes logros y que busque más los pequeños objetivos del día a día. El problema es que estos no me motivan igual.

Y nada más. Hoy por lo menos tenemos el sol que luce en el cielo y eso es algo que siempre anima. A ver si nos dura. Un fuerte abrazo a todos... " y mañana más".

martes, 26 de julio de 2011

Génesis Día 25

Son las diez y cuarto de este martes veintiséis de julio, Día de Santa Ana, cuando comienzo a escribir el Blog. Hoy sin duda es un día muy especial para mí porque son incontables las fiestas que tal día como hoy tuve la suerte de poder disfrutar en Quintes en compañía de familia y amigos, pueblo donde hoy es Día Grande. Un poco de morriña sí tengo que reconocer que me viene, o tal vez más bien nostalgia.

Como todos sabéis –lo diré por si alguno fuera al Atrapa un Millón no fallara esto- Santa Ana es, o mejor dicho fue, la madre de la Virgen María y por tanto la abuela de Jesús. Entre otras Santa Ana es patrona de las mujeres trabajadoras y los mineros, pues se considera a Jesús el oro y a María la plata; también es patrona de las mujeres embarazadas a la hora del parto.

Historias milenarias aparte, yo lo que más recuerdo de esos días de Santa Ana es sin duda estar ya a las once y media o doce metido en casa Kilo tomando sidras con los amigos y familia, en la terracita de atrás si el tiempo lo permitía hasta que llegaba la hora de comer a eso de las tres. Y entonces en casa ya era la locura de gente. Mesas enormes para dar cabida a treinta, cuarenta personas… Sidra a esgaya, comida digna de un banquete medieval, con tal número de postres que me sería imposible numerarlos. Y luego por supuesto el café con los chupitos. De eso me encargaba yo –de los chupitos sobre todo- para que hubiera buena mercancía. La sobremesa se cerraba como no podía ser de otro modo con la correspondiente partida al mus hasta que el cuerpo pedía un mínimo descanso para estar a punto para una cena antes de salir volando hacia el prao de la fiesta para pasar ahí la madrugada hasta que la orquesta tocara la última canción. En realidad más allá. Habíendo sidra casi que no hacía falta música.

Y así tres días seguidos… Bueno, ahora desde hace unos años que tan sólo se celebra en dos días, que los cuerpos de ahora no son los de antes, claro, y la gente joven viene peor de fábrica. Los mayores nos regulábamos mejor.

Bromas a un lado, y dejando también apartadas ya las fiestas de Santa Ana, comentaros que esta mañana he empezado con el nuevo tratamiento inmunosupresor para ver si no resulta tan nocivo para mi riñón. Si fuera por el tamaño de las pastillas no tendría la más mínima duda porque hay que ver la diferencia entre unas y otras. Las que tomaba antes eran como supositorios para elefante y estas son poco más que la cabeza de un alfiler.

Además, esta noche aprovechando que desperté un millón de veces conseguí beber al final un litro exacto, así que llevo bien encaminados los tres litros que me piden. Mañana veremos en la analítica si es así.

La última reseña quiero dedicársela a toda la gente de la Felguera, porque tal día como hoy justamente, en 1857 –casi nada- en La Felguera precisamente se constituye oficialmente la Fábrica Duro y Compañía, actual Duro Felguera, y que llegó a ser el centro siderúrgico más importante de España. Culturilla general.

Bueno, pues a ver si mejora un poco el tiempo y nos deja disfrutar de este Día de Santa Ana, que de momento la lluvia está siendo triste protagonista no invitada. Un fuerte abrazo… “y mañana más”.

lunes, 25 de julio de 2011

Génesis Día 24

Son las tres menos cuarto de este lunes veinticinco de julio, fiesta de Santiago, cuando comienzo a escribir el Blog. Hoy no me he despistado con el día, porque no sé por qué narices ayer me dio por poner que era veintiocho. Serán las prisas porque vayan pasando los días.

Acabo de comer hace media hora después de pasar la mañana en el hospital. Así que he preferido escribir ahora el blog y luego si acaso, dormir la siesta; que anoche volvió a ser un día de los de dormir más bien poco y mal. Aunque también reconozco que me eché tarde por ver la carrera de Laguna Seca.

Respecto a novedades en el hospital la más reseñable es que finalmente han decidido cambiarme el inmunosupresor para ver si así con este que ahora empezaré a tomar, el riñón se porta mejor. En principio es igual de efectivo que el que estaba tomando pero tiene la ventaja de que es menos tóxico para el riñón. Aun así lo de los tres litros de agua no me los quita nadie.

La médico sigue insistiendo en que a ella le preocupa precisamente lo que a mí menos me preocupa y viceversa. Mientras yo me preocupo de las cifras de la sangre, ella sigue insistiendo en que lo principal es el riñón. De todos modos, por comentar un poco, decir que las plaquetas han vuelto a bajar, aunque de forma moderada. Por otra parte se mantiene exactamente el hematocrito mientras que las defensas han aumentado con lo que puedo estar más tranquilo.

Esta tarde si sigue el día sin llover aprovecharemos para dar un paseo, que no me viene nada mal. Tengo las piernas bastante cargadas y cuanto más me mueva mejor. Tampoco es que me pase, pero media horita es lo mínimo que tengo que cominar al día. A ver si de paso bebo así algo más.

Por lo demás me sentiré un poco huérfano sin el Tour, aunque algo siempre habrá para echar la siesta. No me enrollo más, que de verdad que me encuentro pegando cabezazos contra la mesa. Mejor no forzar más.

Espero que tengáis una semana tranquila, y aprovechadla, que en nada comienza ya agosto. A ver si se porta mejor que julio. Un fuerte abrazo… “y mañana más”.

domingo, 24 de julio de 2011

Génesis Día 23

Son las diez pasadas de este domingo veintiocho de julio cuando comienzo a escribir el Blog. Parece que el precioso día de sol que tuvimos ayer fue sólo un espejismo y hoy volvemos a la cruda realidad de las nubes. Aun así a ver si un poco más tarde hay fuerzas para salir a dar un pequeño paseo por los alrededores de casa.

Lo cierto es que ayer fue uno de esos días que muchas veces tengo, en los que después de una mañana más o menos tranquila, de repente por la tarde es como si se me fundieran los plomos y quedara totalmente apagado, apático.

Por la mañana de hecho habíamos estado haciendo recados por Gijón y luego nos animamos a subir a Quintes donde comimos y pasamos la sobremesa. Sin embargo ahí ya empecé a notarme mal a gusto. Es una sensación que no puedo explicaros, porque sólo puede entenderla quien haya pasado por ella. Así que decidimos bajar de nuevo a casa para pasar ahí el resto de la tarde y de la noche.

Casi no pude cenar. Y es que la falta de apetito yo diría que en lugar de corregirse va a más. Encima con la dichosa aguadera me es imposible beber cuatro litros de agua y tener espacio para meter nada sólido. Además la boca no acaba de curar del todo por lo que cualquier cosa que como me molesta como si estuviera muy salado, o muy ácido. La mucosa está claro que sigue sin estar repuesta al cien por cien. El otro día por error me aclaré los dientes con Listerine y ni os cuento lo que bajó del cielo, que este blog también lo leen niños.

Lo que vuelve a ocurrirme es que nos ponemos a ver la tele y como la hora me quedo completamente frito, lo cual agradezco, porque así, casi como un zombie me voy para la cama. Y eso que ayer quería aguantar para ver los entrenos de motos de Laguna Seca que eran a las once de la noche, pero vamos, misión imposible.

En fin, que poco más que contaros en este domingo gris salvo que espero que mañana en la revisión me den alguna noticia que me alegre un poco. Con lo que me está costando beber agua sólo me faltaría que me dijeran que el riñón sigue igual. Entonces sí que me planteo pasarme a la sidra y en cuatro días seguro que está como nuevo.

Disfrutad de este domingo, un abrazo para todos… “y mañana más”.

sábado, 23 de julio de 2011

Génesis Día 22

Son las diez en punto de este sábado, por fin soleado, veintitrés de julio, cuando comienzo a escribir el Blog. Como siempre me he tenido que levantar antes de las nueve para tomar la medicación. En realidad no me molesta porque tampoco iba a estar mucho más en la cama. Y menos después de ver el día espléndido que hace.

Así que me duchado, he desayunado y aquí me tenéis, delante del ordenador, escuchando a Massimo Ranieri –un cantante italiano de la vieja guardia- y pensando qué contaros hoy.

Porque la verdad es que del día de ayer podría contaros un montón de cosas. Al igual que el año pasado ocurriera, de nuevo este cumpleaños fue in crescendo a medida que transcurrió el día. Como os había comentado, después de ver el Tour –otra etapa preciosa y hoy la crono definitiva- llegó la primera de las sorpresas en forma de regalo de mis compañeros de empresa. Se nota que fueron los chicos los que se encargaron de elegir el regalo porque acertaron de pleno con el sueño de cualquier adulto como yo que se niega a dejar de ser niño a pesar de sus treinta y nueve abriles. Nada menos que un circuito de carreras –estilo Scalextric para entendernos-, enorme, de más de catorce metros de pistas. Voy a tener que ocupar todo el salón para montarlo, pero vamos, ¡menudas carreras que me voy a marcar! Y cuando esté bien entrenado ya os invitaré para daros unas buenas palizas...

Después llegaron ya mis padres y mis suegros, así que tocó comer otro pedacito de tarta y volver a soplar las velas. Estuvimos un buen rato porque cuando nos dimos cuenta, casi era nuestra hora de cenar, pero vamos, cualquiera se ponía a cenar después de haber comido tarta apenas una hora y media antes. Así que cuando se fueron, preferimos echar un parchís. Aquí sí que no me vi favorecido porque fuera mi cumpleaños y perdí a lo grande, porque las cosas se hacen a lo grande o no se hacen,,, hasta las derrotas.

No os voy a negar que para esa hora me sentía ya bastante cansado, pero todavía quedaba la visita de mi hermano y su mujer que se presentaron nada menos que trayéndome el nuevo chándal del Sporting, que de verdad que es precioso. La pena es que mientras que la chaqueta me va perfecta, incluso un pelín holgada, el pantalón me queda en plan heavy-metal. Y es que aunque haya adelgazado lo mío, el que tiene muslos tiene muslos. Ya lo decía mi abuela cuando me cogía en cuello de crío y me pellizcaba las pantorrillas: “¡hay que ver qué piernas tiene este niño!”. Pero bueno, esta mañana iremos a ver si podemos cambiar el pantalón nada más y si no ya veremos qué hacemos.

Tras la cena, como no era plan de echarse al momento, aproveché para revisar por última vez el correo y contestar algunos mails pendientes. Y ahí me encontré con una sorpresa que sin duda fue la que me hizo sonreír con más ganas en todo el día: un video de Paula –la niña de cuatro años que estaba ingresada en la habitación de al lado- y de su hermanita Teresa de seis, enviándome su felicitación particular. ¡Qué gozada y qué detalle!

Y para acabar el día lo más divertido: una grabación que mis compañeros de trabajo me habían mandado en una USB junto con el circuito y un pedazo de tarjetón de felicitación. La grabación en cuestión es un video divertidísimo en el que cada uno a su manera me desea un feliz cumpleaños y una pronta recuperación. Fue emocionante ver de nuevo sus caras aunque fuera de ese modo, al tiempo que recorría el interior de las oficinas. ¡Y hay que ver cómo ha cambiado alguno! Ya no hablo de las tres compañeras embarazadas, que eso ya es otro tema.

En fin, que para cuando nos echamos eran más de las doce y hoy sí que dormí a pierna suelta, aunque despertara mis veces de rigor. Para esta mañana habrá que aprovechar el día, que para uno bueno que nos viene… De nuevo muchas gracias a todos por haber conseguido que ayer fuera un cumpleaños inolvidable; un fuerte abrazo…“y mañana más”.

viernes, 22 de julio de 2011

Génesis Día 21

Son las tres y cuarto de este veintidós de julio cuando comienzo a escribir el Blog. Tenemos un día soleado después de una mañana con nubes, aunque la temperatura, lo mismo que mis valores hematológicos, se resisten a subir.

El hecho es que esta mañana he estado por Oviedo para un nuevo control y más o menos la situación es estable, de modo que mis valores difieren muy poco de los del lunes. Quizás la única mejora, aunque insuficiente todavía, es la del nivel de creatinina del riñón. La médico sigue insistiendo en que a pesar de que me hidraten con dos litros de suero, yo tengo igualmente que beber agua como si fuera un camello sediento. Y la verdad es que desde que pongo el suero, tengo todavía menos ganas de beber. En fin, habrá que intentarlo si no quiero pasarme el verano yendo y viniendo de Oviedo.

Hoy, como algunos ya sabéis, por supuesto para mí es un día especial. Hace treinta y nueve años que aterricé en este mundo, berreando a más no poder, más o menos lo mismo que hago ahora cuando intento cantar. En eso no me han cambiado los años.

Al igual que el año pasado, este es un cumpleaños un poco especial por razones obvias. No tendría espacio para agradecer todas las muestras de cariño a través de vuestras llamadas, mensajes y mails que he recibido. Muchas gracias a todos y disculparme si alguno se me escapa sin contestar. Sin duda es el mejor regalo que puedo recibir. Aunque para los curiosos, decirles que también he tenido mis regalos materiales, entre ellos como no podía ser de otra forma la famosa camiseta del Sporting. Bueno, eso, y el carnet correspondiente de la temporada, cortesía de mis padres. Sueño con poder asistir este año a algún partido.

He preferido de todos modos no hacer ninguna celebración a lo bestia, y reservarme para el próximo año, ya totalmente repuesto, para que el cuadragésimo cumpleaños sea de antología. Pero bueno, tampoco penséis que hoy no tendré mis momentos. Faltaría más. De eso se encarga mi mujer.

Y nada, que me perdonaréis que hoy sea más breve, pero voy a ver si me da tiempo a dormir una siesta antes de que acabe la etapa del Tour, que luego a las cinco y media vienen mis padres y mis suegros a merendar la tarta de rigor. Tarta, que será la segunda que pruebo, porque en la comida con mis padres ya hubo velas para soplar.

Que tengáis todos un muy buen fin de semana, un fuerte abrazo… “y mañana más”.

jueves, 21 de julio de 2011

Génesis Día 20

Es la una en punto de la tarde de este jueves veintiuno de julio cuando comienzo a escribir el Blog. Acabo hace diez minutos de llegar de Oviedo y menudo tiempecito que hacía por la capital. En realidad, aquí no es que esté mucho mejor. No recuerdo un julio tan horrible, pero bueno, eso creo que lo decimos todos los años.

A las diez y media estaba ya poniendo el suero en el hospital y hoy sí que no fueron más que las dos horas y cuarto de rigor. La única incidencia fue que tuvimos que cambiar la vía porque con la que llevaba desde el lunes empezaba a dolerme y manifestar los primeros signos, por lo que de dejarla puesta, podría desencadenar una flebitis. Así que pusimos una nueva vía que mañana la quitaré de nuevo para pasar el fin de semana libre de ataduras y poder ducharme sin miedo a que se mojen vendas o gasas, ni tener plásticos para cubrirlas.

Hoy no tengo novedades en cuanto a hemograma puesto que será mañana cuando lo hagamos y cuando tenga la consulta. A ver si hemos recuperado un poquito, sobre todo me interesa ver si ha remitido esa tendencia a decrecer de las plaquetas. Y por supuesto comprobar si todas estas sesiones de suero han servido para poner un poco en orden el riñón. Lo que me temo es que esas sesiones me parece que van a seguir la semana que viene, y la que viene, y la que viene… Pero bueno, no nos anticipemos.

Mañana aprovecharé la consulta para volver a insistir en las náuseas que sigo teniendo a veces de forma bastante fuerte, y que siempre vienen precedidas de una tos seca. Es curioso también, porque cuando salgo a caminar, al llegar, parece que el cambio de actividad me desencadena siempre esa tos tan molesta. Quizás me manden hacer una nueva placa en el pecho para comprobar que no hay nada anormal.

Ayer por la noche tuvimos la oportunidad de asistir al debut del Sporting, contra el Langreo en este caso, equipo de la Tercera División asturiana, y de no haber mediado un gol en el último minuto, habríamos cosechado la primera derrota de la temporada. Quizás alguno debería preocuparse más de buscar fichajes para un equipo donde los delanteros parecen sacados de un circo, que de la tontería de las camisetas.

Mucho más interesante que el fútbol, resultó la etapa del Tour que se disputó por la tarde. Para hoy, en la etapa reina, la batalla puede ser antológica. Estoy convencido que tanto Samuel Sánchez como Contador van a dar hoy mucho que hablar. No me extrañaría lo más mínimo que el asturiano se aupara ya a posiciones de podium.

De momento por hoy nada más que contaros. Sonreíd que ya es jueves y tenemos a las puertas un nuevo finde, aunque por estos pueblos de Dios, las previsiones meteorológicas no sean ni mucho menos buenas. Un fuerte abrazo… “y mañana más”.

miércoles, 20 de julio de 2011

Génesis Día 19

Son las cuatro y veinte de la tarde de este jueves veinte de julio cuando comienzo a escribir el Blog. Estamos pasando de un día soleado a uno nublado tal y como escuchábamos este mediodía que iba a ocurrir después de comer en las noticias. Y esta noche si se siguen cumpliendo llegarán las lluvias que nos acompañarán durante toda la jornada de mañana.

Esta mañana la he vuelto a pasar completita en el hospital. A las ocho y media ya estaba puntual para la extracción de sangre y de forma inmediata comenzamos con la hidratación con suero que acabaría sobre las once y media. Para hacerme más liviano todo el tiempo que lleva el que pasen los dos litros de suero, he seguido con la segunda parte de la película que había visto ayer, Underworld. Como casi siempre ocurre en estos casos las segundas partes tienen menos argumento, pero más tiros y sangre. Ya que tengo las tres bajadas, para mañana me veré la tercera, por ver cómo acaba la saga.

El problema vino luego, cuando al acabar, yo me quedé esperando como un idiota porque pensaba que me tocaba consulta, hasta que una hora y media larga después, viéndome por ahí todavía sentado y esperando, me preguntaron y entonces la médico me recibió para aclararme que ella tenía que la próxima consulta la teníamos el viernes. Porque es que además no habíamos hecho hemograma, así que no había nada que decir. Aproveché para recetar. ¡Qué bien! Con lo que me encanta a mí pasar la mañana en el hospital… En fin, que por ese error absurdo para cuando salimos de Oviedo eran casi las dos de la tarde.

Para mañana sí que lo tengo claro que es sólo poner suero, así que me levantaré tranquilamente, desayunaré, y luego sobre las diez iré al hospital.

Por lo demás sigo intentando salir a caminar, aunque de forma mínima, porque me fatigo muchísimo. Y no digamos nada cuando el suelo se inclina. Estoy como para subir un puerto. Y lo peor de todo es tener que seguir escuchando la coplilla de que “poco a poco”. No, en realidad lo peor es saber que tienen razón. Que la recuperación de un trasplante de este tipo lleva un año en el mejor de los casos, y en ocasiones, arrastrarás alguna de las molestias durante el resto de tu vida. Es el precio que hay que pagar por la curación, por vivir.

En fin, que como siempre hay que confiar en que no haya complicaciones graves, que son las que de verdad podrían preocuparnos. El viernes me toca analítica y ahí veremos cómo están las cosas. Y mientras, los días van pasando y por suerte no hay síntomas de rechazo. Por si no lo sabéis, el famoso EICH -rechazo húesped injerto-, puede aparecer en su forma aguda durante los primeros tres meses, mientras que la crónica por lo general empieza más tarde pero puede durar toda la vida.

Y nada, os dejo que quedan siete kilómetros para el final de etapa del Tour, que está de lo más interesante. Hoy recordar también que a las nueve debuta el Sporting en su pretemporada. Curioso que el mayor interés sea ver con qué camiseta saltan a jugar después de la polémica que hay con la primera indumentaria, y que según parece, el club ha pedido a Kappa que la cambie. ¿No fueron ellos los que la eligieron primero? ¿Y de verdad piensan que una multinacional es capaz de cambiar una camiseta y de fabricarla de un día para otro? ¿Y que pasa con todo el stock de la “proscrita”? Son estas cosas las que hacen que a veces no parezcamos un club profesional. Un fuerte abrazo… “y mañana más”.

martes, 19 de julio de 2011

Génesis Día 18

Es la una menos diez de la mañana de este martes diecinueve de julio cuando comienzo a escribir el Blog. Acabo de regresar de Oviedo de poner los dos litros de suero y aprovecho así este ratito que tengo antes de la comida para contaros como siempre qué tal han ido las cosas.

Hoy sólo ha sido hidratar con suero, así que no ha habido analítica de por medio. Mañana sí que tendré que madrugar un poco primero para hacer el análisis correspondiente. De hecho hoy llegué con mi padre al HUCA no antes de las diez menos cuarto. Al final si todo va bien, como hoy, vienen a ser unas dos horas. He aprovechado ese tiempo para ver una película en el iPad, Underworld, bastante famosilla entre los amantes de las luchas eternas entre vampiros y hombres lobos. Entretenida para lo que se trataba de conseguir que era que las dos horas sentado en un sofá se me hicieran lo más cortas posibles.

Con el día que tenemos, y como no mejore un poco, no sé yo si esta tarde habrá paseo o volveré a la cinta. Algo tengo que hacer porque si no uno empieza a dejarse ir otra vez y cada vez cuesta más reiniciar de nuevo.

Ayer la tarde trascurrió sin sobresaltos hasta la cena, donde pudimos disfrutar de unos ricos solomillos, con una guarnición de pasta con tomate frito y ajo. Hombre, yo hubiera preferido los solomillos menos hechos, casi sangrando, como siempre me han gustado, pero ya sabéis que toda la comida para mí tiene que estar muy pasada.

Después de la cena y por hacer un poco la digestión, hubo cómo no, partida al parchís, que en esta ocasión me tocó perder, y digo en esta ocasión, porque últimamente diría que mi promedio de victorias está más disparado que mi nivel de creatinina.

Lo que sigo es teniendo como pequeños ataques de ansiedad por la noche, a la hora casi de irme para la cama. Una especie de baile de San Vito. Es lo ideal para mí, que ya duermo con dificultad. Me noto muy tensionado y así luego cuando me levanto, siento mis músculos como si fueran de piedra. Voy a ver si intento de verdad practicar alguno de esos ejercicios de relajación que me dieron en el hospital. Lo mismo funcionan. Como se suele decir, por probar no se pierde nada, pero yo es que siempre he sido muy nervioso y esas cosas en lugar de calmarme suelen ponerme más nervioso. Creo que ya os lo había comentado.

Y nada, que esperando que estos rayos de sol que ahora veo por la ventana se hagan cada vez más fuertes y podamos salir a dar una vuelta, aunque corta eso sí, me despido de vosotros hasta mañana. Un fuerte abrazo… “y mañana más”.

lunes, 18 de julio de 2011

Génesis Día 17

Son la una en punto de la tarde de este lunes dieciocho de julio cuando comienzo a escrbir el Blog. Y nuevamente lo hago en el preciso momento en el que tras colocarme una vía, han empezado a pasarme suero. Serán dos litros, o lo que es lo mismo, las dos horas de rigor. El riñón por lo que se ve no se siente satisfecho con lo que le doy de beber y han bastado sólo dos días sin suero para que el nivel de creatinina vuelva a subir por encima de lo aconsejable. Así que ya tengo plan para toda la semana que consistirá en venir todos los días a repostar. Genial.

El resto de cifras, salvo la hemoglonina, siguen muy estancadas. Y en el caso de la hemoglobina hay que recordar que el viernes pusimos dos bolsas de sangre, así que sólo me hubiera faltado que hubiera bajado.

De mis molestias diarias ya ni os comento, no porque hayan disminuido o desaparecido, sino porque no quiero aburriros siempre con lo mismo. Sin duda, la que más me molesta de todas es el no poder dormir siquiera un par de horitas seguidas. Es algo que llevo sin disfrutar desde hace por lo menos dos meses.

Pero bueno, seguimos avanzando y progresando; al menos eso dicen los médicos. A mí me cuesta creerlo con la debilidad que arrastro y viendo que las cifras no acaban de arrancar. Así que recurriremos al dicho famoso de Virgencita, virgencita... para no tener que añorar estos días.

Y como por supuesto la vida sigue, intento en la medida de lo posible seguir como si nada. Ayer por ejemplo viendo por la mañana las carreras de motos, luego el final de etapa del Tour y para acabar la final del Campeonato del Mundo de Fútbol Femenino que enfrentaba a Japón frente a la superfavorita EE.UU. Partido entretenidísimo con empate a uno al final de los noventa minutos reglamentarios, a dos al acabar la prórroga y con la increíble sorpresa de la victoria de las niponas en los penalties. Nada que ver con el tostón que parece ser que fue el Brasil Paraguay de la Copa América, del que tuve tiempo de ver también los penalties y asistir así al mayor de los ridículos jamás obrado por Brasil que falló estrepitosamente los cuatro lanzamientos que ejecutó.

Bueno, por hoy lunes ya es bastante. Me espera una semana durilla con visitas todos los días por Oviedo, así que habrá que coger fuerzas, y sobre todo ganas, muchas ganas. Que os sea leve a vosotros esta semanita. Un abrazo... " y mañana más".

domingo, 17 de julio de 2011

Génesis Día 16

Son las nueve y media de la mañana de este domingo diecisiete de julio, cuando comienzo a escribir el Blog. Ahora mismo me siento un poco pesado, quizás porque he forzado más de la cuenta con el desayuno, o quizás porque la noche ha vuelto a ser "larga". Sea como fuere, aquí estoy ya enganchado a la tele para ver la jornada de motos que comienza ahora con los libres, aunque el plato fuerte de las carreras no vendrá hasta dentro de un par de horas.

Ayer cumplí mi promesa de salir de casa y dar un paseo. De este modo, por la mañana, aprovechando además que no hacía sol, mi mujer y yo nos fuimos caminando hasta El Molinón. Tenía curiosidad por ver la nueva camiseta del Sporting que tantas críticas ha levantado, así que aprovechamos para echar un ojo en la Boutique situada en los bajos del remozado estadio. Bueno, como para gustos hay colores, diré que a mí la camiseta no me disgusta en absoluto. Quizás lo que más la estropee un poco sea el nuevo logo de publicidad de Asturias, que al incluir los colores amarillo y azul en unas comillas que no sé qué pintan, contrasta –para mal- con la camiseta rojiblanca. Por lo demás creo que es una camiseta original. Eso sí, con esa camiseta donde predomina el blanco, lo que no se entiende es que la segunda equipación sea completamente blanca: será imposible que se use si el árbitro no permite usar la primera. Y lo que es precioso es tanto el chándal como las sudaderas. Mi impresión general es que hemos ganado, y mucho, con el cambio de Astore a Kappa, y no lo digo porque ésta última sea una marca italiana.

En fin, pero volviendo al paseo, para cuando llegamos a casa había pasado como una hora, así que no estuvo mal teniendo en cuenta la parada en la Boutique y otro rato que estuvimos sentados en el Parque de Isabel La Católica. Otro día llevamos gusanitos para dar de comer a los patos, como de pequeño hacía con mi abuelo. De aquella todavía existían las jaulas con los cervatillos. ¡Qué pena que se los llevaran!, pero también es cierto que era una crueldad tenerlos ahí recluídos.

No contento con este paseo matutino, por la tarde me volví a lanzar y me fui con mi mujer a dar otra caminata, ésta por la zona de Viesques. Fueron apenas cuarenta minutos pero me sirvieron, aparte de para que me diera un poco el sol –eso sí, bajo capa de protección 90-, para ir cogiendo tono en las piernas. Aun así sigo notando que mis músculos están todavía muy lejos de un estado digno, pero será cuestión de seguir trabajándolos. Todo se andará, nunca mejor dicho.

Por la noche, después de una sabrosa cena, llegó la hora de nuestro capítulo diario de Castle, donde ya comencé a sentirme un poco inquieto. Y es que últimamente cuando llega la noche parece que en lugar de sentirme sumamente cansado como antes, se me cargan las pilas, pero mucho más de lo normal, por lo que luego me cuesta mucho luego coger el sueño. Supongo que será un simple tema de ansiedad. Lo comentaré el lunes por si la médico le da importancia o considera que es algo puramente pasajero.

De las efemérides supongo que hoy nos saturarán en los medios porque un diecisiete de julio de 1936 se produjo en España el golpe de estado del ejército del norte de Marruecos y de algunas otras diversas guarniciones peninsulares. Al fracasar en su intento comienza el período más vergonzoso de la historia española, aunque por fortuna, cada vez nos queda más lejos. Yo, inculto como soy en temas históricos, de lo que sí me acordaba es de que un diecisiete de julio, pero del 94, en EEUU, Brasil ganaba en la tanda de penaltis a Italia en la final del Campeonato del Mundo de Fútbol. Ya veis, cada loco con su tema. Por cierto, que hablando de penaltis, ayer Uruguay se deshizo del mismo modo de Argentina en la Copa América -que se celebra precisamente en la patria de Maradona-, dando la auténtica campanada del campeonato y dejando a los argentinos sumidos en la desesperación.

Y nada más: a disfrutar de este domingo –aquí sorprendentemente y contra pronóstico parece que quiere salir el sol- y no seáis remolones. Un fuerte abrazo… “y mañana más”.

sábado, 16 de julio de 2011

Génesis Día 15

Van a ser las diez menos cuarto de este viernes dieciséis de Julio, Día del Carmen, cuando comienzo a escribir el Blog. Como cualquier otro día de la semana me he tenido que levantar pronto para tomar las pastillas, aunque cierto es, que habré dormido una horita más que ayer por ejemplo. La noche ha transcurrido sin novedades, o lo que es lo mismo, despertando cada cuarenta o cincuenta minutos. Aun así me he levantado bastante bien y sin excesivo cansancio. Supongo que las dos bolsas de sangre que me pusieron ayer habrán hecho su efecto.

Ayer por la tarde mi mujer y yo aprovechamos el buen día que hacía, y haciendo caso de las indicaciones de los médicos, salimos a dar un pequeño paseo. Y tan pequeño, porque apenas fueron veinte o veinticinco minutos alrededor de casa. Mis piernas y mi corazón no están para más excesos, ni mi vejiga tampoco, que con tanto líquido que le meto, cada poco me pide que la libere de su carga. Hoy, aunque el día ha amanecido nublado, intentaremos batir nuestro récord y a ver si llegamos a los cuarenta minutos por lo menos.

Reconozco que ayer no tuve un buen día, y me fastidia profundamente porque quienes más lo pagan son quienes más cerca están de mí. Pero es que a veces la cabeza me traiciona y por más que lo intento no tengo forma de controlarla. He intentado de todo, pero cualquier ejercicio de relajación por ejemplo, lo único que consigue es alterarme aún más. Cuando tengo un día así lo mejor es apartarse de mí y esperar a que se me pase, porque afortunadamente se me acaba pasando.

Yo creo que en el fondo de todo subyace que como podéis imaginaros lo de estar más de seis horas en una sala del hospital, sentado en un sofá, conectado a un gotero, pues como que me pone más rígido que el palo de una escoba. Ya sé que peor estaba cuando me pasaba ahí el día entero, que esto además es para ayudarme a curar, y bla, bla, bla… Todo muy cierto, pero ¿qué queréis? No puedo con ello. Estaba en aquella sala llena de gente como un tigre encerrado en una jaula. Y así fue, que cuando me soltaron,,, mordía.

Para el lunes nos toca nueva revisión y ahí veremos por dónde van los tiros. Prefiero no marcarme ya objetivos y que sea lo que tenga que ser. A lo que tengo que obligarme este fin de semana es a seguir bebiendo mucho, porque puedo evitarme así tener que volver a recurrir al suero, ahorrándome estancias en el Hospital De Día. Ayer en realidad el riñón fue lo único que me dio una alegría puesto que el nivel de creatinina se aproximaba al que tenía cuando fui dado de alta, y que entraba dentro de la normalidad, alta, pero normalidad a fin de cuentas.

Bueno, hoy como es sábado no me enrollo más. Simplemente para los amantes de la historia recordarles que allá por 1212, un día como hoy, se produjo la famosa Batalla de las Navas de Tolosa. ¿Quién no la estudió en el colegio? Y también quisiera recordar, por ser para muchos desconocido, que fue un dieciséis de julio, cuando el Apolo XI despegó del Cabo Cañaveral dirección a la Luna, en donde pondría sus metálicos pies cinco días después. Tres días más tarde la nave, con sus astronautas sanos y salvos, y famosos para el resto de sus vidas, amerizarían en aguas del Pacífico.

Dicho lo cual, me despido de vosotros. Buen fin de semana, disfrutad del tiempo los que podáis –por aquí ya está otra vez nublado como os he dicho-… “y mañana más”.

viernes, 15 de julio de 2011

Génesis Día 14

Son la una menos veinte de este viernes quince de julio cuando comienzo a escribir el Blog. Y lo hago desde una de las sillas del Hospital de Día de la Unidad de Trasplante, a donde he venido esta mañana para la correspondiente revisión.

Ahora mismo me están pasando la primera de las dos bolsas de sangre que me han "recetado". La razón como podéis entender es que mi hemoglobina ha vuelto a bajar y hoy apenas superaba los ocho puntos. Además me han inyetado una dosis de EPO para darle un empujón al tema.

Las plaquetas también han descendido, quedando en la barrera de las cincuenta mil. ¡Qué poco duró la ilusión de las sesenta mil!

Lo único que me han subido han sido las defensas, lógico si tenemos en cuenta la inyección de Neupogen del lunes.

Por otro lado parece que el riñón sigue progresando a base de los sueros y de lo que buenamente consigo beber. Algo es algo.

Porque en resumen mi sensación no es muy positiva a quince días de mi salida del hospital. Esperaba estar en otras cifras y sobre todo encontrarme con más fuerzas. Sin embargo sigo sintiendo una extrema fatiga a poco que hago y casi me da la risa cuando me dicen que aproveche el finde para salir a dar paseos. Este cansancio se acentúa especialmente por las mañanas al levantarme y al atardecer, donde se une a esa destemplura de la que tanto os he ya hablado.

En fin, que vamos a ver si de verdad los médicos tienen razón y todo va según lo programado, aunque en casos como éste, me da la sensación de que poca programación puede haber.

Y nada, que ayer por la tarde por lo menos tuve la enorme satifacción de que vino mi prima Rocío, la enfermera, hasta casa, para echarle un ojo a la vía que me habían puesto por la mañana y que me daba un poco de fastidio. Al final no hubo necesidad de quitarla. Pero como digo, lo mejor fue ver de nuevo a prima después de tanto tiempo y charlar largo y tendido.

Para esta tarde ya veremos qué hacemos, porque calculo que no llegaré a Gijón antes de las cuatro. A ver quién come a esas horas... Luego supongo que veré un poco la tele y otro día que habrá pasado. Y para el finde intentaremos salir a caminar si me siento con fuerzas, y si no cinta, que nunca falla.

Bueno, nada más por este viernes con el que se cierra la primera quincena de julio. Un fuerte abrazo a todos... "y mañama más".

jueves, 14 de julio de 2011

Génesis Día 13

Son la una menos cuarto de este jueves catorce de julio, por fin veraniego, aunque la temperatura quizás sea más primaveral que estival cuando comienzo a escribir el Blog. Acabo de llegar de Oviedo donde como sabéis esta mañana tenía cita de nuevo dentro de la operación que he bautizado como Hidratemos al Riñón. Nada menos que dos litros han sido los que me han metido por la vena, y mañana repetiremos, aparte de realizar las analíticas pertinentes, así que hemos aprovechado para dejar la vía colocada, que siempre es un pinchazo menos y no molesta en absoluto ahí puesta en el brazo. Y si molesta, la quitamos y punto. No sería la primera vez…

Ayer sí que fue un día en el que por la tarde después de comer comencé a sentirme muy destemplado y con mal cuerpo. A pesar de la siesta seguí toda la tarde sin recuperarme, muy fatigado y por qué no reconocerlo, muy desganado. Al final, como soy bastante cabezón, me lancé a la cinta de andar y caminé en ella cuarenta minutos mientras veía por Europort la semifinal femenina del Mundial de Fútbol Femenino que disputaban Francia y EEUU y que se llevaron las americanas. ¡Qué gran portera la americana Hope Solo! Y no lo digo porque sea conocida como la novia de EEUU. Por cierto, ¿cuántas mujeres en EEUU tienen este apodo? Aquí con la reina del pueblo vamos sobraos.

Por la noche, después de cenar, la tónica fue la misma. Así que apenas vimos un capítulo de Castle porque no tenía más ganas que las de irme a la cama a ver si ahí templaba un poco el cuerpo. Sin embargo la sorpresa vendría a eso de las dos y media cuando en uno de mis despertares para ir al baño, noté sabor a sangre en la boca, lo cual lógicamente me extrañó bastante. El tema es que me había hado durmiendo un señor mordisco -y ni me había despertado- con las muelas de atrás contra la mucosa de la boca, provocándome una hemorragia que mis pobres plaquetas trataban de controlar como podían a duras penas.

Llamamos a Oviedo por si nos daban alguna indicación pero fue más o menos lo esperado: si la hemorragia no es severa, intentar controlarla con algodón apretando fuertemente contra el punto origen de la misma. Y así lo hicimos y después de una media hora podemos decir que el tema estaba solucionado, aunque siempre con la mosca detrás de la oreja.

Esta mañana he aprovechado mi visita a Oviedo para que me miraran la herida, y parece que está perfectamente cicatrizada, aunque lógicamente muy verde todavía, así que habrá que comer por el otro lado y con cuidado. El problema no es comer, el problema viene cuando uno por la noche no controla sus nervios que a fin de cuentas son los que produjeron este pequeño desaguisado. A ver si esta noche duermo más tranquilo.

Y hoy catorce de julio, y siguiendo el apunte de mi buen amigo Pedro –que como propósito por sus 74 abriles hoy estrenados, ¡felicidades!, a ver si camina un poco más- recordar que allá por el 1789 se produjo la toma de la Bastilla, aunque por supuesto no puedo corroborar el resto de la historia que narra en su comentario introducido en el post de ayer. No obstante, yo que no es que sea muy amante de los franceses que digamos, quizás le doy más importancia a otro hecho que se produjo también un catorce de julio de 1933 y que resultaría a la postre mucho más funesto para Europa: en Alemania el partido nazi se convierte en el único partido legal.

Ah, y como hoy estoy de romántico por el sol -le echaba de menos- y siguiendo con las efemérides, pues justo también un catorce de julio de 1454 nació un poeta, para la gran mayoría desconocido. Lo hizo en Montepulciano, Italia. Seguro que el lugar les sonará a los amantes del buen vino. Se llamaba Angelo Poliziano y a aquí os dejo un fragmento de su Balada de Rosas: Cuando abre sus pétalos la rosa / y más rosa es la rosa y más loada, / en tu diadema será más hermosa / que en el rosal, del viento deshojada. / Niña: que sea en su esplendor cortada /
la bella rosa del jardín cerrado.

Y después de esta introducción al mundo de la poesía, para que luego nadie diga que sólo hablo de deportes, me despido hasta mañana. Disfrutad de este jueves, y ¡mucho ánimo!, que mañana ya es viernes y seguro que no nos fallará el sol. Un fuerte abrazo a todos… “y mañana más”.

miércoles, 13 de julio de 2011

Génesis Día 12

Son las cinco menos cuarto de este miércoles trece de julio cuando comienzo a escribir el Blog. Lo hago mientras veo el final de etapa del Tour después de una siesta que acabo de dormir, que bien tenía merecida tras una mañana completita en Oviedo

El día está raro de verdad. Salimos a las ocho de la mañana con catorce grados y después de una mañana fría y lluviosa por Oviedo, justo al volver por la autopista, a eso de las dos y media, comenzamos a ver los primeros claros, para llegar ya Gijón con resolete y diecinueve grados. A estas horas el sol sigue brillando, el cielo está despejado y seguramente la temperatura haya subido un poquito.

En lo que se refiere a mi visita a Oviedo, comentaros que el riñón ha mejorado muy ligeramente, por lo que hoy hemos vuelto a poner dos litros de suero. Y no sólo eso: mañana y pasado como mínimo me toca también pasar por el HUCA a poner el brazo, a ver si de este modo podemos poner el nivel de creatinina en números más aceptables.

Del resto poco que destacar; sigue la cosa bastante estable. Es cierto que me han subido algo las plaquetas, pero también me han bajado las defensas, mientras que la hemoglobina se mantiene prácticamente igual. De hecho, para mi tranquilidad, y dado que estaba en los mil neutrófilos raspados, acordamos poner un Neupogen para darles un pequeño tirón hacia arriba.

Y poco más que deciros para no repetirme en lo que os cuento cada día más que les fabes que tomé a mediodía. Es broma que las repita, porque me las pasan a puré para que pueda comerlas mejor, porque lo de la boca sigue siendo uno de los problemas que mantengo y que intento llevar lo mejor posible y sobre todo con mucha paciencia. Hoy la médico comentaba que se trata de una mucosa muy delicada que lógicamente necesita más tiempo de lo habitual.

Sigo con algunas náuseas tanto por las mañanas como justo a la hora de la cena. Pero mientras consiga comer algo más o menos razonable, no hay problema, aunque reconozco que me molesta esta inapetencia que siento delante de a comida. Sencillamente no me entra. De peso sigo bajo, pero creo que todavía no es tiempo de pensar en volver a mis setenta y cinco kilos naturales. Aun así lo que más me fastidia de todo es que me sigo notando muy cansado, a pesar de las series que hago con constancia en la cinta de andar. Apenas así he notado mejoría desde que salí del hospital. Hoy mismo llegué a la puerta de casa, después de los tres pisos de escaleras de rigor, más doblado casi, que aquel viernes uno de julio.

Aparte de eso lo que más puede llamar la atención para alguien que me vea es que llevo más trapos que una abuela: camiseta interior, camiseta manga larga, sudadera y batín encima. Y alguna vez todavía alguna capa más. Hay horas en las que siento especialmente frío, como son a partir de las seis o siete de la tarde. Y por la calle como haga algo de viento mejor ni intentarlo. A Oviedo de hecho fui con una de las chaquetas de invierno que he rescatado del armario.

Así que nada, a seguir pasando estos días lo mejor posible, que aunque puede que de ayer a hoy no note mejorías o incluso pueda parecerme que estoy un pelín peor, seguro que dentro de una semana, y no digamos nada dentro de un mes, la mejora será notable y evidente. Se trata de seguir caminando. Un fuerte abrazo… “y mañana más”.

martes, 12 de julio de 2011

Génesis Día 11

Son las diez en punto de este martes doce de julio, lluvioso a rabiar, cuando comienzo a escribir el Blog. Con el tiempo así me apetecía poner algo de música acorde al mismo, así que he optado por los Adagios de Albinoni. Sí, digo bien, adagios en plural, porque aunque la mayoría de la gente piense que el veneciano Tomaso Albinoni compuso únicamente uno, el más reconocido por todos, en realidad fueron varios los que creo el genial compositor italiano, además de multitud de óperas, sin ir más lejos.

Hoy es un día de esos que llamo de transición –espero que pacífica- hasta mañana que tengo que volver por el hospital. En realidad, he buscado por Internet, y curiosamente el día de hoy no es que sea muy prolífico en acontecimientos relevantes. Si os soy sincero, quizás me quede simplemente con que tal día como hoy en 1986 el mítico grupo Queen dio uno de los conciertos más famosos y recordados de la historia del rock, concretamente en Wembley, dentro de su gira Live Magic. Seguro que a más de uno de vosotros os suenan las imágenes de Freddie con sus pantalones blancos y su chaquetilla amarilla devorando el escenario a cada movimiento.

Ayer por la tarde, sobre las siete, volví a tener muchísimo frío. Tanto, que tuve que ponerme más capas de ropa que las que tiene una cebolla. En realidad es un frío interior, que te recorre por dentro, una destemplura que supongo que en parte sería provocada por los dos litros de suero que me metieron por la mañana, y que por supuesto entran tirando a fresquitos, para lo que es la temperatura corporal. Luego entre la cena, y la manta para ver la tele, se me fue pasando.

Casualmente pillamos por el Canal13 una de nuestras series favoritas, Chuck, en su cuarta temporada, cuando nosotros la habíamos dejado en la tercera. Así que estuvimos entretenidos hasta que yo comencé a caer rendido de sueño y cansancio.

La noche fue aceptablemente tranquila, sin demasiados sobresaltos, aunque no despertaría menos de media docena de veces. Y a cada despertar un lingotazo a la botella de la mesita, que hay que ir sumando líquido. De este modo me he levantado hoy bastante bien, aunque he tenido alguna náusea antes del desayuno. No sabéis la tristeza que siento al ver delante de mí tantas cosas para comer y no sentir ganas por ninguna. Espero que esta inapetencia pase pronto porque realmente es casi lo que peor llevo. Bueno, al menos ayer no eché la cena -ni la comida-. Algo es algo.

Para esta tarde vamos a aprovecharla como no puede ser de otra manera para descansar, que el tiempo además no está para bromas. ¡Qué recuerdos aquellas veces estando en la playa y tener que salir por piernas porque comenzaba a llover a cántaros! ¡O aguantando un poco resguardados bajo las propias toallas si no era muy exagerado lo que caía! Aunque ya de chavalete, también recuerdo de pillarme la lluvia estando dentro del agua, en pleno baño, y quedarme ahí tan campante a esperar que pasara. Cosas del Cantábrico, o mejor dicho, de Asturias.

Bueno, pues nada más por este martes. Como siga así tendremos que acabar sacando la ropa de invierno, aunque yo en parte ya la llevo puesta, no os creáis. Un fuerte abrazo… “y mañana más”.

lunes, 11 de julio de 2011

Génenis Día 10

Son las cuatro en punto de este desapacible lunes once de julio cuando comienzo a escribir el Blog. Hoy os confieso que no tengo excesivas ganas de escribir porque llevo un par de días un poco revuelto. Parece que el estómago quiere jugarme una mala pasada y no está por la labor de digerir los alimentos que le proporciono. Así no es raro que esta mañana al pesarme estuviera ya por debajo de los setenta kilos.

Aun así intentaré aguantar sin siesta. El que no haya etapa de Tour me ayudará. Por cierto, que hablando de dormir, y por contestar a una lectora que preguntaba en el último post sobre cuánto dormía un koala, decirle que anda más o menos como el murciérlago, puesto que se mueve entre las 18 y las 20 horas.

Hoy teníamos revisión en Oviedo por lo que pudimos hablar del tema que os comentaba al inicio con la hematóloga, además de otros que siguen en el candelero.

Para empezar y por hacerlo por las buenas noticias, deciros que mis defensas han subido desde el pasado miércoles que fue cuando realizamos la última analítica, mientras que plaquetas y hemoglobina ahí se mantienen, más perezosas, pero al menos no han bajado, por lo que no he necesitado de ninguna bolsa ni de plaquetas ni de hematíes.

De lo que sí he necesitado bolsas ha sido de suero. El motivo es que a pesar de todos mis esfuerzo por beber más que un camello después de cuarenta días por el desierto a palo seco, parece que es insuficiente y que el riñón sigue sin mejorar, o dicho sin tapujos, ha empeorado otro poquito. Sin ser grave –por el momento- la hematólogo ha tomado la decisión de ponerme dos litros de suero hoy y probablemente otros dos el miércoles que es cuando me toca volver. Esto no quita el que tenga que seguir bebiendo todo lo que pueda. En caso de no mejorar sería cuestión de pedir consulta con nefrología, pero bueno, parece que es algo habitual por la toxicidad de algunos medicamentos que estoy tomando, en especial de uno. Le he preguntado si había alguna posibilidad de que el riñón hubiera quedado dañado tras la insuficiencia renal aguda que sufrí durante el trasplante, pero ella descarta esa posibilidad, porque el riñón, con sueros, en el hospital, se recuperó. Es ahora que estoy fuera que vuelve a flojear.

Otro de los puntos que tendré que vigilar en los próximos días es mi estómago: a las náuseas y vómitos, se unen esporádicos dolores, y además no estoy siendo nada regular a la hora de ir al baño. Voy a tener que pillarme unos Activia de esos. Bromas aparte, a todos estos síntomas, si se les unieran otros, como fiebre o diarrea, podrían ser la prueba clara que se está produciendo un primer rechazo injerto huésped, y habría que tomar las medidas oportunas a partir de corticoides. No obstante antes haríamos una gastroscopia para asegurarnos.

En fin, que ya me ha dicho la médico que arriba el ánimo, que me ve un poco cabizbajo. Quizás porque yo pensaba que esto me lo merendaba en menos que me cepillaba yo un Tigretón de esos cuando iba al parque con mi madre. Pero la cosa no es así. Habrá altibajos, con días buenos y días malos, y probablemente nos queden por delante días muy duros de producirse el rechazo en grado elevado o de contraer una infección. Son riesgos que durante estos primeros meses tendré siempre sobre la cabeza. Y a veces reconozco que es difícil quitárselos de la cabeza. Menos mal que tengo a Mónica que me tiene todo el día entretenido para que piense lo menos posible.

Bueno, y nada más que contaros en este primer lunes que nos conduce a mitad de Julio. Os dejo mientras suena en la radio Soldadito Marinero de Fito, una de esas canciones que no sé por qué cada vez que la escucho me produce la misma sensación de tristeza y compasión. No pasa nada: luego pongo algo cañero y listo. Disfrutad de esta semana en la medida de lo posible… “y mañana más”.

domingo, 10 de julio de 2011

Génesis Día 9

Son las diez pasadas de este de nuevo nublado, domingo diez de julio. Acabo de desayunar y he aprovechado para ver el final del partido de dobles de tenis que ayer dejé a medias por la noche, pasadas las doce. Al final no pudo ser, y como era de esperar los gemelos Bryan pudieron con la pareja española. Hoy la jornada decisiva a partir de las nueve de la noche.

Lo que hoy no he visto ha sido el encierro de los Sanfermines. Estaba demasiado cansado y desperté casi con el tiempo justo para tomar las pastillas que tengo preescritas a las nueve de la mañana. Según parece Los Miura cumplieron lo que se esperaba de ellos y fue un encierro espectacular pero sin herido alguno por asta de toro.

Ayer al mediodía fui a comer a casa de mis padres, mientras Mónica subía a Quintes para hacer lo propio con los suyos. Mi madre por supuesto me preparó un plato de pasta que supo a gloria, a pesar de las dificultades que todavía tengo para comer por culpa de las heridas que aún perduran en ella. Después de acabar de ver allí la calificación de F1 con mi padre, nos vinimos los dos a mi casa para ver el final de etapa del Tour, aunque bueno, también hubo tiempo para la siesta. Por fin ayer pudimos disfrutar de una etapa de ciclismo de las que crean afición, aunque a la postre no supusiera cambios en la clasificación general. Hoy huele a escapada desde lejos y probablemente la jornada sea más aburrida.

Y después nada, además de realizar mis series en la cinta -ayer cuatro de 12 minutos-, y sin descuidar nunca la ingesta de líquidos, reté a mi padre al Parchís. Dos partidas y dos victorias para el Duque del Dado que todavía sumó una más después de la cena, esta vez frente a la archiconocida y temida Reina del Cubilete.

Después de la cena y de la anteriormente mencionada partida de parchís, decidimos por enésima vez ver El Jinete Pálido, que ponían por la TPA. Es una de esas películas en las que podrías llegar a aprenderte los diálogos pero nunca te cansarías de ella. Tengo un primo, fanático de El Padrino, que prácticamente se sabe los diálogos de la trilogía completa. Un fenómeno.

Ya al final de la película comencé a notarme como tantas veces muy cansado, así que en cuanto acabó, me fui directo a la cama. Sin embargo una vez allí, volvieron esas náuseas que a veces siento tras las comidas, y en esta ocasión no pude retener la comida dentro. Mientras sea algo esporádico no hay por qué preocuparse. Hoy me he levantado con cierto dolor de estómago pero aun así he desayunado más o menos con normalidad. A ver si sigo así.

Para mañana tenemos control a primera hora en el HUCA. Tengo muchísima curiosidad por conocer el estado de mis parámetros sanguíneos. No escondo el hecho de que deseo que haya una mejoría, aunque mínima, pero bueno, con que no hayan bajado demasiado ya sería un buen resultado.

Nada más por este domingo. Disfrutad de él, que se nos va ya un tercio del mes de julio como quien no quiere la cosa. Un fuerte abrazo a todos… “y mañana más”.

sábado, 9 de julio de 2011

Génesis Día 8

Son las diez en punto de la mañana de este sábado, nublado, nueve de julio. Como en días anteriores me he levantado a ver el encierro de los Sanfermines, que en esta ocasión y a pesar de la cantidad de gente congregada, ha resultado un tanto soso por la aparente mansedumbre de los astados que en ningún momento parecieron preocuparse de las miles de personas que corrían a su lado. Menos trabajo para los sanitarios.

La tarde de ayer la pasé con mi padre, ya que Mónica subió a Quintes a ver a sus padres. Yo prefiero evitarlo todavía, porque parece increíble, pero es salir de casa y siento un frío como si estuviera en invierno a poco que me dé el viento. Así que esperaré un poco a ver si me voy aclimatando poco a poco con paseos alrededor de casa. Lo que no descuido es la cinta. Ayer fueron cinco sesiones de diez minutos que hoy intentaré repetir.

La noche no fue muy distinta a las anteriores salvo por el hecho de que no me dio ese megabajón de energía y aguanté sin dormirme la película que echaban por la TPA, una de acción, Asalto al Distrito 13, creo que se titulaba. Y no sólo eso, luego todavía me enganché al final del partido de Copa Davis entre Feliciano y Fish correspondiente al enfrentamiento de cuartos entre España y EEUU y que se disputa en territorio americano. Acabaría cerca de la una con victoria para e español en el quinto set. Esta mañana he comprobado que Ferrer se ha anotado el segundo punto por lo que España tiene pie y medio en semifinales. Hoy por la noche llega el duelo de dobles, donde los americanos parten como claros favoritos con sus famosos e imbatibles gemelos Bryan.

Ya veis que toca finde deportivo, porque en apenas tres cuartos de hora empieza la jornada de F1 en Silverstone con los terceros libres, aunque el plato fuerte vendrá a las dos con la calificación. Y luego a engancharse al Tour con la llegada de la media montaña. A ver si hay modo así de ver algo de ciclismo que no sean caídas.

Yo por mi parte sigo con mi batalla para intentar acercarme a los cuatro litros de líquido diarios. Reconozco que llego con mucha dificultad, pero bueno, digo yo que si no son cuatro, pero son tres y medio, ya será algo.

Lo que tengo un montón de ganas es de poder volver a comer con normalidad. Y es que sigo con esas pequeñas heridas o llagas en la lengua, que hacen que cualquier cosilla un poco ácida o salada sea una bomba en mi boca y que apenas pueda disfrutar de la comida como a mí me gusta. Además, tanto líquido, como ya os he comentado en alguna otra ocasión, yo creo que me produce algo de inapetencia. No es de extrañar que haya bajado así mi peso desde que salí del hospital.

¡Qué recuerdos! Mientras os escribo tengo en la tele Del 40 al 1. ¡Cómo ha cambiado la música!, ¡y nuestras costumbres! O al menos las mías. Recuerdo que de pequeño, muchas veces me levantaba para enchufar la radio a las diez y escucharme el programa enterito hasta las dos, apuntando cada una de las posiciones. Ahora vamos, no conozco ni al 80% de los que grajean en las canciones de la lista. ¡Anda, mira! Si este es Enrique Iglesias… ¡Anda que no se lo ha montado bien!

Bueno, y nada más que contaros –que tampoco ha sido mucho- por este sábado. Espero que lo disfrutéis al máximo como se merece. Un fuerte abrazo a todos… “y mañana más”.

viernes, 8 de julio de 2011

Génesis Día 7

Son las nueve y media de este viernes ocho de julio, que nos recibe con más nubes que claros, y que ya veremos hacia dónde evoluciona según pasen las horas. En apenas media hora comienzan los primeros libres del GP de F1 de Silverstone, y aunque por lo general los libres no suelen decir gran cosa, tengo curiosidad por ver cómo se comportan los Ferrari después de su última carrera, en la que rindieron por encima de lo esperado

Lo que no me he perdido esta mañana ha sido de nuevo el encierro de los Sanfermines. Los toros de Cebada Gago, con cierta mala fama -bien merecida-, han protagonizado un encierro bastante limpio, que se hubiera culminado sin apenas heridos de no ser por la imbecilidad del típico extranjero que en plena plaza se fue a por un toro cuando éste plácidamente se dirigía a los corrales. Resultado: un recuerdo para el resto de su vida, porque tampoco pareció grave ni mucho menos la cornada.

Por lo que se refiere a la noche lo de siempre. ¿Qué os voy a contar? No sé qué me pasa pero es como si tuviera un programa incorporado que a las once me hace irme a la cama sin importarme nada más en el mundo. Bueno, en realidad tengo que confesaros que ya media hora antes estoy roncando en el sofá echen lo que echen. Porque ayer estaba viendo con Mónica El Evento por Antena3, que ciertamente tenía buena pinta, pero ni por esas.

Luego en la cama ya es otro cantar, porque sigo despertando cada media hora o tres cuartos de hora con la boca seca como una lija y con ganas de ir al baño, así que al final de la noche, pierdo la cuenta de las veces que despierto. Lo bueno es que sigo cayendo dormido nada más darme de nuevo la vuelta.

De todos modos entre mis seis o siete horas por la noche y la siesta de una horita con la que homenajeo la comida aprovechando las infumables etapas del Tour con las que esta primera semana nos está deleitando la carrera gala, calculo que sumaré las horas suficientes para ser medio persona. Es curioso, pero hoy he leído precisamente que son los caballos los animales que menos horas duermen al día, con sólo 2,9 horas. A la cabeza de los dormilones no están los gatos como muchos pudieran pensar, que se quedan con 12,5 horas de media, sino un tipo de murciélago, concretamente el marrón americano, que se pasa la fríolera de 19,9 horas planchando con la oreja la almohada. Un poco exagerado, ¿no? Si es que luego no te da tiempo a hacer nada. Claro, que si tampoco tienes nada que hacer…

Por lo demás y referente a mi estado, sigo cansado como si me hubieran dado una paliza veinte irlandeses –con quince habría sido distinto porque habría podido con ellos-. Bromas aparte, ayer por la tarde acudí al fisio, no para que me hiciera nada, porque ahora mismo con mi nivel de plaquetas no es posible, sino para que me echara un vistazo al aspecto general de mis músculos. Me comentó que la buena noticia es que no están retraídos y que únicamente se encuentran un tanto atrofiados y cargados de líquidos por la propia inactividad. Así que no tengo más que ponerme a caminar un poco y a hacer algún ejercicio que me recomendó para mejorar en ese sentido. Lo de caminar sí que me dijo que mejor varias series cortas que una larga, justo al contrario de lo que estaba haciendo. La verdad es que el tío es un crack y me fio al 100% de todo lo que me diga. Si alguno de vosotros necesita alguna vez de un buen fisio que no dude en pedirme su contacto.

Y justamente hoy se cumple la primera semana de mi puesta en libertad, y aunque me cueste todavía darme cuenta, ¡vaya si ha habido mejoras! Cierto es que todavía me queda mucho camino que recorrer, pero estoy seguro que en dos o tres semanas ya sí que podré disfrutar de una vida mucho más normal de la que ahora mismo llevo -que tampoco es que pueda quejarme de ella, que peor estaba en el hospital-. Pero para eso tenemos que pasar cada día, incluido éste.

Sólo me queda que desearos que se os pase lo más rápido posible este viernes a los que estáis trabajando para que así podáis disfrutar del finde. En cualquier caso, a todos, un fuerte abrazo, feliz fin de semana… “y mañana más”.

jueves, 7 de julio de 2011

Génesis Día 6

Son las diez en punto de este jueves siete de julio, San Fermín, cuando comienzo a escribir el Blog. Hablando de los Sanfermines, el primer encierro, que se presentaba como siempre peligroso por el nerviosismo lógico que reina entre los corredores, se ha saldado con apenas dos heridos. Quizás también influyó el hecho de que no se viera la masificación que en otros encierros estamos acostumbrados a ver.

Sin embargo la noticia que más me llamó la atención de cuantas he leído hasta ahora esta mañana no ha sido el nuevo empate de la Argentina de Messi en la Copa América -¡y gracias!-, ni que el Sporting empiece el próximo campeonato jugando fuera frente a todo un Villarreal. La noticia que me ha dejado un poco descolocado ha sido el robo, o dejémoslo de momento en desaparición, del Códice Calixtino de la Catedral de Santiago. Parece el inicio perfecto para un guión de una película, pero lo cierto es que a los gallegos –ni a los amantes de este tipo de joyas impresas- no les habrá hecho ni pizca de gracia, pues el Códice Calixtino es considerado como una de las joyas de la identidad gallega, recogiendo la tradición de las peregrinaciones y la ruta jacobea. Yo si tuviera que pensar mal, tendría bastante claro de qué sector de la sociedad gallega puede haber venido semejante afreta a su cultura. No creo que sea ni mucho menos obra de un ladrón de guante blanco. Más bien de uno con pasamontañas negro.

Pero bueno, dejaré de meterme en charcos que no me conciernen, y me centraré en lo mío. Anoche como de costumbre sufrí la típica “crisis” sobre las diez, más o menos después de la cena. El cuerpo se me destempla de forma exagerada y las fuerzas parecen agotadas por completo. Ante eso no me queda sino medio arrastrarme hasta la cama y meterme a intentar coger el sueño, eso sí, no sin antes proveerme de la dichosa botella de agua, de la que esta noche he bebido exactamente un litro.

Por la mañana, lo cierto es que me despierto un poco mejor, sobre todo curiosamente cuando se va acercando la hora de hacerlo y veo por entre las rendijas de la persiana entrar los primeros rayos de sol. Aun así me siento todavía muy débil, pero no por ello dejo de realizar todo mi ritual previo a la ducha consistente entre otras cosas en preparar la ropa, colocar el calefactor en el baño, y por supuesto seleccionar la música que voy a escuchar.

Hoy desgraciadamente he comprobado que he perdido algo de peso, concretamente un kilito. Es normal porque reconozco que estoy comiendo poco. Entre que la boca no está del todo recuperada y que tengo el estómago que parece una hormigonera con tanto líquido, pues como que no me apetece comer nada. Aun así como digo es sólo un kilo, que apenas comience a caminar en serio o mejore de cualquiera de las dos cosas anteriores tirará para arriba.

Por otra parte continuo con las molestas náuseas, sobre todo a las horas de las comidas, que yo creo que son fruto de la medicación contra el rechazo, que tiene una lista de efectos secundarios más largas que las barbas de Moisés. Yo nunca he sido de leer los efectos secundarios, pero ahora reconozco que sí lo hago, más que nada por detectar si alguna anomalía que pueda presentarse pudiera tener que ver con la enfermedad en sí misma o con una infección, o ser simplemente producto de un medicamento.

Y una última curiosidad (lo del Parchís mejor que hoy me lo salto por razones fáciles de imaginar) para dejaros con buen sabor de boca después de tantos achaques - que parece que tengo 83 años en lugar de 38-. Justo hoy, en el 2008, se produjo la final para elegir la bandera más hermosa del mundo, concurso organizado por un diario español. Resulta curiosa que la cosa se quedó en Sudamérica, bueno, y en Centro América, porque la ganadora fue México, seguida de Perú y con la de Guatemala en tercer lugar. Hombre, a la de México si le quitas ese pajarraco que lleva, sí que queda una bandera chula, chula… ya me entendéis. Pero el resto… Yo, patriotismos aparte tengo que reconocer que una de las banderas que más me han gustado toda la vida ha sido la de Australia. No me preguntéis por qué. Y lo siento, también soy fan de la EEUU. Quizás porque desde niño la hemos visto hasta en la sopa y la seguimos viendo en todas las películas aunque sea durante un segundo. Pero hay que reconocer que es original.

En fin, que vamos a pasar este jueves lo mejor posible, que hasta el lunes que nos toca revisión, queda mucho que caminar. Un fuerte abrazo a todos… “y mañana más”.

miércoles, 6 de julio de 2011

Génesis Día 5

Son las cinco pasadas de este miércoles seis de julio cuando comienzo a escribir el Blog. Como podéis imaginar lo hago a estas horas, no por aprovechar y ver el final de etapa del Tour –que casualmente estoy viendo-, sino porque la mañana se hizo muy larga por el hospital -llegamos de Oviedo cerca de las tres-, y después de la comida he necesitado de una pequeña siesta de la que acabo de despertar.

¿Sabéis? En realidad no necesito de revisiones para saber cuál es mi estado. El día que me despierte de la siesta con una sonrisa de oreja a oreja y sensación de que el mundo está en mi mano, querrá decir que estoy curado. De momento sigo despertado malhumorado, a regañadientes y con muy pocas ganas de hacer nada. Así que todavía hay camino por recorrer. En eso estamos.

De todos modos, yendo a algo más científico, comentaros que los análisis muestran que todo sigue exactamente igual. Han bajado un poco las defensas de forma insignificante, pero plaquetas y hemoglobina permanecen en idénticos niveles al lunes. Sinceramente me esperaba una mínima subida, pero bueno, conformémonos con que no bajen. Lo que sí me preocupa más es que el riñón sigue sin mejorar.

Después de haber estado ayer casi metiéndome con embudo el líquido necesario para llegar a los cuatro litros pensaba que hoy tendría los valores renales un poco mejor, pero no ha sido así. No arrojaremos la toalla a la primera de cambio y seguiremos con los cuatro litros. De momento hoy ya llevo casi dos y medio.

De lo que sí puedo daros cuenta es de mi mejoría en relación a la cistitis hemorrágica. Como ya os dije en más de una ocasión prefiero esperar un poco antes de cantar victoria, pero parece que de verdad la cosa esta vez sí se está solucionando. Un problema menos.

Lo que me ha dejado un poco en fuera de juego ha sido el hecho de que hasta el lunes no tendré otra revisión. Quizás sea como bromeaba la médico una especie de Síndrome de Estocolmo, pero verme cinco días sin control alguno es algo que así a priori me da un poco de respigo. La parte buena es que tal vez el lunes cuando vaya veamos mejoras considerables en las analíticas o en mi estado.

Así que nada, lo que queda de tarde lo aprovecharemos para descansar, que caminar ya caminé algo por Oviedo -¡qué fatiga tanta cuesta!, echar algún Parchís –empate a uno en los dos enfrentamientos celebrados ayer- y poco más, salvo beber y más beber.

¡Ah!, para los que como a mí gusten de las emociones fuertes -cuando son ajenas-, recordad que mañana comienzan los Sanfermines, o sea, que a las ocho ya hay encierro –que en realidad es lo único que veo-. Para mañana además la ganadería que correrá será la de Torrestrella, que tiene el gustoso honor de ser la segunda que más cornadas ha repartido en toda la historia de los Sanfermines, concretamente veintiún cornadas en diez participaciones. Una media como para quedarse detrás de las tablas.

Y después de este pequeño comentario festivo, desearos como siempre que tengáis un feliz día. Un fuerte abrazo… “y mañana más”.

martes, 5 de julio de 2011

Génesis Día 4

Son las diez pasadas de la mañana de este cinco de julio, de nuevo soleado, cuando comienzo a escribir el Blog. Ha sido un noche bastante larga, en el sentido en el que me he despertado un montón de veces con ganas de ir al baño. Esto de tener que beber cuatro litros diarios de líquido para cuidar el riñón es lo que tiene. Ayer no eché cuentas, pero tengo que confesar que rozaría los tres litros y medio con dificultad. Para hoy me he propuesto de veras llegar a esos cuatro litros dado que mañana tengo revisión y quiero salir guapo en la analítica, o al menos si no yo –complicado a estas alturas-, sí el riñón.

Lo que resulta curioso es cómo la cabeza a veces nos juega malas pasadas cuando se habitúa a ciertas rutinas. Esta noche por ejemplo, en una de esas veces que me tuve que levantar, fui incapaz de encontrar la luz. Estaba totalmente desorientado; por un lado, ¡fijaros!, buscaba el palo del gotero, por otro el interruptor de la luz que había en la cabecera de la cama del hospital… Menos mal que Mónica despertó y me sirvió de perro lazarillo. Casi cincuenta días en el hospital dejan a uno un poco despistado, por decirlo suavemente.

Pero bueno, volviendo a lo de antes, habrá que intentar beber los dichosos cuatro litros, y si hay que cambiar el tratamiento, que no sea porque yo no haya puesto todo de mi parte.

Por lo demás mi estado sigue siendo bastante paupérrimo, al menos para lo que yo desearía. Me canso con suma facilidad apenas camino cien metros y tengo que pararme a riesgo de que me salga el corazón en la boca. ¡Qué ironía para uno que toda su vida fue a las carreras! Ahora parece que mi mundo marcha a cámara lenta. Por eso me fastidia especialmente cuando la gente, o los propios médicos me ven y me dicen: "pero qué bien se te ve ya". No os podéis imaginar cómo me hierve la sangre por dentro. Será el orgullo patrio que me escapa por los poros.

La boca sigue sin curar del todo, o más bien diría que son los bordes de la lengua, lo que hace que se acentúen enormemente cualquier sabor ácido o salado. Esta mañana vamos a ver si hacemos una pequeña compra de líquidos que puedan entrarme mejor, tipo zumo con leche, aunque sin duda el ideal es el agua, pero claro, si tengo que beber los cuatro litros de agua nada más, corro el riesgo de que en el estómago me aparezcan ranas. Estoy pensando que unas cervezas, 0,0 por supuesto, podrían quizás formar parte del surtido. Aunque si os soy sincero, siempre he odiado ese tipo de cervezas. Quizás mejor Té con limón.

Por lo que se refiere a la maquiavélica cistitis hemorrágica, yo diría que está dando sus últimos coletazos, pero no me fío ni un pelo, porque no es ya la primera vez que me la juega y después de horas y horas sin aparecer al ir al baño, de repente se presenta cuando menos lo espero. Como os comenté, por supuesto habría medicaciones para solucionarla, pero por desgracia afectan al riñón, y no está éste para más saturaciones de toxinas. Así que habrá que dejar que siga su curso natural.

Hoy, aprovechandoe el día que hace, probablemente tome un poco el aire, que seguro que me viene fenomenal. Eso sí, protegido al máximo. El famoso medicamento que previene el rechazo, aparte de machacar de lo lindo el riñón, aumenta el riesgo de contraer cáncer de piel o de tipo linfático si uno no se protege convenientemente, o eso anuncia su prospecto entre los efectos secundarios. Menos mal que tengo por ahí una crema sin estrenar factor 90. Eso debe ser casi como ponerse pintura blanca en la cara.

Bueno, y nada más por este martes cinco de julio (me guardaré en secreto mi nueva victoria de ayer al Parchís), fecha que en el ámbito musical va marcada en rojo, puesto que allá por el 1964, en Inglaterra se fundaron nada más y nada menos que los inigualables Pink Floyd. Sin duda eran otros tiempos, pero su música sigue sonando igual de potente y cautivadora cuarenta años después. Así que lo dicho, un fuerte abrazo a todos… “y mañana más”.

lunes, 4 de julio de 2011

Génesis Día 3

Son las cuatro y media de la tarde de este cuatro de julio, cuando comienzo a escribir el Blog. Un día en el que allá por 1776 en Filadelfia los delegados de las 13 colonias británicas (que darían origen posteriormente a los Estados) reunidos en el Congreso Continental aprueban la Declaración de la Independencia. Así que gran día de fiesta hoy en EE.UU.

Yo sin embargo me quedo con que este cuatro de julio ha sido el primer día donde me ha tocado acudir a revisión a Oviedo, lo que como siempre, se hace un poco pesado, por lo largo. Para empezar a las ocho y cuarto ya estábamos en el HUCA para la correspondiente extracción de sangre. Luego nos indicaron que podíamos irnos a desayunar, porque hasta las diez y media no tendrían los resultados, que serían los que dictaminaran si necesitaba alguna transfusión.

Así que mi mujer y yo nos fuimos tranquilamente a desayunar y luego a dar una pequeña vuelta hasta el Centro Cívico, un pequeño Centro Comercial, muy cerca del mastodóntico Calatrava. Lo cierto es que me sentía en todo momento muy cansado, teniendo que parar cada poco, pero quiero obligarme en ese sentido para recuperar cuanto antes mi movilidad normal.

Fue curioso –para que luego no digan que el mundo es un pañuelo-, que justo al pasar por delante de la parada de Llamaquique, fuimos a encontrarnos con el padre de mi queridísima ahijada. Son de estos encuentros que no te esperas, y supongo que él, después de dos meses sin vernos, el que menos. Fue una pena que llegara tarde a su entrada al trabajo, por lo que apenas pudimos decirnos cuatro banalidades. Me hubiera imaginado otro tipo de encuentro. Igual es que soy muy peliculero o tal vez sea que ahora estoy más sensible de la cuenta.

Cuando llegó la hora de volver al hospital, serían las once y media. No nos habían llamado por teléfono así que supusimos que no habría que poner nada. Estuvimos esperando a la consulta donde como en los chistes, recibimos una noticia buena y una mala. La buena es que los parámetros resisten, por lo que efectivamente no íbamos a tener que meter ninguna bolsa de plaquetas ni de sangre. La mala es que el riñón está algo más tocado que lo tenía el viernes. ¿La solución? Que pase de los tres litros de bebida a los cuatro. ¿Están locos estos romanos? Si fueran de sidra… Pero en serio, si alguien de los que leéis este blog, bebéis cuatro litros diarios, que me lo diga, pero sobre todo cómo lo hace. Porque yo mezclo, agua, Acqurius, zumos, infusiones,,, pero aun así llega un momento en que no puedo más. Y lo peor es que luego no tengo apetito porque tengo el estómago encharcado. En fin, lo intentaremos. Es vital para no tener que cambiar el tratamiento anti rechazo.

Hablando de apetito sigo comiendo bastante bien. El único problema es que todavía mantengo algunas heridas en la lengua que hacen que siga sufriendo al tomar algo que esté salado o ácido. Hoy mismo al tomar un zumo de manzana, no me preguntéis por qué, veía las estrellas cada vez que le daba un sorbo. No os podéis imaginar las ganas que tengo de volver a comer con normalidad.

Y nada, que ayer hubo partidilla al Parchís y no pude lograr la tercera victoria de la semana. Bueno, tampoco hay que abusar, que luego se hace todo muy aburrido, como cuando Nadal no dejaba de ganar torneos. No me digáis que ahora las finales del mallorquín no son mucho más interesantes.

Bueno, pues nada más por este cuatro de julio, salvo felicitar por su cumple a una gran amiga del trabajo, a la que le han tocado unas semanas un poco complicadas en lo personal. Pero aun así, siempre ha estado preocupada por mi estado. Un beso y muchísimas felicidades Cris.

Y al resto os emplazo como siempre a mañana, aunque la siguiente revisión la tendré el miércoles. De momento voy a seguir en esta ocasión escribiendo a diario, visto que la otra vez, el interrumpir el blog no es que me trajera muy buena suerte, y uno, además de creer en la ciencia, algo supersticioso sí que es. Un fuerte abrazo a todos, y lo dicho, “y mañana más”.

domingo, 3 de julio de 2011

Génesis Día 2

Son las nueve y media de la mañana de este domingo tres de julio, nublado al menos por estos lares, cuando comienzo a escribir el Blog. No penséis que madrugo por gusto, porque ya me diréis qué hago un domingo a estas horas ya enganchado al ordenador. El tema es que una de las pastillas que tengo que tomar, precisamente la que previene el rechazo, tengo que hacerlo a las ocho y media de la mañana y a la misma hora por la noche de forma muy escrupulosa. En los controles que haremos -el primero mañana-, se irá viendo el nivel del medicamento en la sangre y sobre todo cómo lo tolera el riñón, principal damnificado, y en función de eso se podría optar por cambiar la dosis o incluso cambiar de medicamento. Particularmente espero que no sea necesaria ninguna de estas opciones porque realmente es el tratamiento más seguro para la prevención del famoso rechazo injerto contra huésped y que podría aparecer en estos primeros meses post trasplante.

Así que una vez levantado, he aprovechado para darme la ducha de rigor y desayunar con fuerza, para por lo menos tratar de que en el estómago haya algo más que pastillas, porque no os podéis imaginar todas las que tengo que tomar ahora.

Decir que me encuentro bien quizás sea exagerar. Yo creo que lo correcto es decir que me siento bien dentro de las circunstancias. Ayer sin ir más lejos, por la mañana fui hasta casa de mis padres para darle una pequeña sorpresa a mi madre y a la vuelta, la subida de las escaleras no me costó tanto como el día anterior, aunque llegué igualmente con la lengua fuera al tercero. Aparte de eso he reiniciado de forma inmediata mis entrenamientos en la cinta, de modo que ayer por la mañana caminé veinte minutos a muy baja intensidad, sesión que volví a repetir por la tarde. En cualquier caso ya sólo con lo que me muevo por casa multiplico por mil lo que lo hacía en el hospital, así que estoy seguro que en ese sentido en cuatro días estaré plenamente recuperado.

Otra de las cosas que ayer no noté tanto fue esa “destemplura” en el cuerpo que sentí el primer día al llegar a casa. Supongo que el cuerpo poco a poco se va haciendo al nuevo ambiente, aunque todo hay que decirlo, llevo ropa como si estuviera en pleno invierno.

Lo que sigue dándome un poco de guerra es la dichosa boca. Tengo unas cuantas llagas muy pequeñitas que no acaban de curar del todo, o quizás es porque la carne está todavía muy tierna, pero lo cierto es que si como cualquier cosa que tenga una pizca de sal más de la cuenta, o que esté un poco ácida, veo las estrellas.

Por otra parte, como muchos de vosotros estabais esperando el reencuentro entre la Reina del Cubilete y el Duque del Dado, comentaros que ayer hubo doble enfrentamiento con idéntico resultado: hay Duque para rato.

Por la noche me hizo gracia que por la TPA echaran un mítico western, Silverado, de 1985, que recordaba haber visto en el salón de actos del Colegio en una época en la que los domingos había sesión de cine para los alumnos que quisieran. Recuerdo muy bien aquellas tardes y algunas de las películas que nos proyectaron. Si os soy sincero me resulta todavía extraño según eran los curas -no todos, la verdad- que alguna de ellas hubieran pasado la “censura”. De todas las películas que allí vi la que más me impresionó sin duda fue La Muerte Tenía Un Precio. Creo que fue en ese momento en el que me transformé en fiel seguidor de Clint Eastwood. La escena del reloj todavía me pone la carne de gallina cada vez que la veo.

De todos modos, tengo que confesaros, no vaya a ser que cante Mónica, que tres cuartas partes de la película me la pasé en un duerme-vela de lo más gratificante. Así fue que luego de noche desperté cada poco. Aun así, al final habré dormido unas buenas ocho horas. Y hoy seguro que cae siesta, aunque está la cosa difícil con tanto deporte: motos, Tour y la gran final de Wimbledon. Ya encontraré un huequecito.

Disfrutad de este domingo, que mañana a quienes no tenéis la fortuna de estar de vacaciones os toca volver al tajo. Paciencia, ya os tocarán también a vosotros. Un fuerte abrazo… “y mañana más”.

sábado, 2 de julio de 2011

Génesis Día 1

Son las diez menos cuarto de este sábado dos de julio, soleado a más no poder, cuando comienzo a escribir el Blog. Lo hago como todos, o la mayoría ya sabréis, desde mi casa, a donde ayer llegué sobre las cuatro de la tarde, después de una estancia de cuarenta y siete días en el hospital. Alguno de vosotros me había preguntando cómo iba a los post de esta nueva etapa en el blog. No sé, al final me ha salido Génesis, porque en definitiva quiero que desde hoy comience algo nuevo, que esto sea el origen de una vida, no nueva, pero sí al menos normal. Después de un año muy duro para mí y mi familia, creo que va siendo hora de un poco de tranquilidad, aunque soy el primero en ser consciente de que todavía nos esperan dificultades que acometer. Pero ya lo haremos cuando se presenten. Como siempre hemos hecho hasta ahora.

Las sensaciones de volver a estar en tu casa después de tanto tiempo os las podéis imaginar. Quizás no pude disfrutarlas tanto como hubiera deseado porque realmente me encontraba muy cansado, y más después de subir las malditas escaleras hasta el tercer piso. Luego, durante el resto de la tarde, además de cansado, me encontré muy destemplado. En casa teníamos unos veinticuatro grados y yo sin embargo andaba con tres capas de ropa. Sobre esto ya me habían advertido los médicos que era algo muy habitual durante los primeros meses. El cuerpo dentro está en plena ebullición y paradójicamente esa ebullición en lugar de calentar lo que hace es enfriar el cuerpo. Sin embargo esta mañana parece que me encuentro en ese sentido algo mejor.

Creo que en estas pocas horas que todavía llevo en casa me he movido y caminado más que durante todo mi periplo en el hospital. Ahora mismo, mientras os escribo, tengo ya en la tele puestos los entrenamientos del GP de Motociclismo de Mugello, con la vista puesta en la cinta de andar, a la que hoy me subiré para despacito, despacito, comenzar mi recuperación física. Para que os hagáis una idea, esta mañana después de ducharme, me pesé, y apenas supero los 70 kilos. Pero bueno, estoy convencido que a base de buenas comidas, como por ejemplo la cena que ya disfruté ayer, en menos de un par de meses estaré ya en mi peso ideal.

La noche no fue fácil. Supongo que después de tanto tiempo durmiendo fuera, uno llega a encontrar extraña hasta su propia cama. Además, por culpa de la dichosa cistitis que todavía no está del todo recuperada, me sigo despertando cada poco para ir al baño. En realidad cuando más descansé fue a partir de las cuatro de la mañana, aunque a las ocho ya estaba en pie. Tengo todavía grabado a fuego el horario del hospital.

Quizás lo que más he disfrutado ha sido la ducha que me he dado antes del desayuno. No os podéis imaginar la sensación de disponer de agua a discreción –y no el chorro ridículo del hospital-, de poder regular la temperatura sin abrasarte o congelarte y de tener tu calefactor en el baño sin peligro de coger una pulmonía al salir de la ducha. Eso sin contar con poder hacerlo todo sin tener que estar atento a no mojar los apósitos de la vía de turno.

Por lo demás, como os digo mi estado es bastante aceptable. Tengo ligeros dolores en la garganta que todavía no me permiten comer como quisiera, y además después de las comidas me ataca una tos bastante molesta, que como no consigue arrancar nada, lo que logra es provocarme náuseas por el esfuerzo, por lo que tengo que estar muy atento para no acabar echando lo que acabo de comer.

¡Ah!, por supuesto no puedo dejar de mencionar los cambios que encontré en casa al llegar. Además de un felpudo nuevo en la puerta supersimpático que me daba la bienvenida, en el salón el sofá estaba plagado de globos como si de un cumpleaños se tratara. Y luego lo más llamativo: todas las habitaciones repintadas, incluida la cocina, lo que te hacía sentir como que estrenabas casa. ¡Menudo tute que se dieron por aquí! Si hasta me colocaron toda mi ropa perfectamente en mis armarios. Y eso tiene mucho mérito, porque es algo que yo nunca he logrado.

Para hoy no tenemos nada especial previsto. Simplemente descansar y moverme lo que pueda por casa para ir cogiendo fuerzas. Salir a la calle como que todavía no me apetece, aunque ya veremos. El día es muy largo. Lo que me da un poco de respeto es llegar a la tarde noche con los plomos fundidos como me pasa en las últimas semanas. Pero eso también fue algo que sufrí después del primer trasplante durante algún tiempo, y que luego poco a poco fue desapareciendo. Lo que seguro que cae es nuestro primer parchís de vuelta a casa.

Y nada más por este sábado. Disfrutad del sol con precaución y seguro que si las cosas van bien, muy pronto podríamos encontrarnos por El Muro. ¡Tengo unas ganas de ver otra vez San Lorenzo! La semana que viene no falla, aunque sea desde el coche de la que venimos de las revisiones de Oviedo, donde ya el lunes tengo la primera.

Un fuerte abrazo a todos… “y mañana más”.